La Federación ya anuncia su nombre pero no aún su contratación. En la actualidad, Bouza prepara como entrenador asistente de Uruguay el Mundial de septiembre
Una de las incógnitas más importantes del rugby español ha comenzado a despejarse este sábado. La Federación ha anunciado el nombre de Pablo Bouza como “candidato a seleccionador” del XV del León y ha reconocido que existen “conversaciones muy avanzadas” con él.
El uso de estas fórmulas a la hora de comunicar la muy probable contratación del técnico argentino se debe a que ahora mismo es seleccionador asistente de Uruguay y con ese equipo se encuentra preparando el Mundial que arranca en Francia en septiembre. Será, por tanto, después de esa cita cuando Bouza -salvo sorpresa mayúscula- se convertirá de forma oficial en seleccionador español.
La Federación sí ha difundido el currículum del elegido para tratar de conducir a la selección española masculina al Mundial de 2027. Antes de ser seleccionador asistente de Uruguay, un país cuyo combinado nacional presenta un nivel similar al español, Bouza desempeñó la misma función en la selección argentina durante el Mundial de 2015, en el que Los Pumas alcanzaron la cuarta plaza. Ha dirigido además a la franquicia Peñarol Rugby, con la que ganó la Superliga Americana en 2023 y es consultor de Alto Rendimiento de Sudamérica Rugby.
Debido precisamente a esa última función, Pablo Bouza visitó hace unas semanas España, donde han comenzado a ponerse en marcha -de momento en Madrid y Valencia- centros de Alto Rendimiento para enriquecer la formación de los jugadores de cantera y facilitar que alimenten de forma progresiva las selecciones absolutas.
Bouza estuvo acompañado en esa visita por Daniel Hourcade, gerente de Alto Rendimiento de la Federación Internacional (World Rugby) para Sudamérica, España y Portugal. Se trata de un cargo clave para la llegada de fondos que impulsen el desarrollo desde la base. La más que probable contratación de Bouza encajaría así en la mejora de las relaciones entre la Federación Española y la Internacional basada en el potencial de crecimiento que se intuye en nuestro país.
La llegada de Bouza cierra el capítulo que se abrió con la exclusión de la selección española del Mundial que en septiembre comienza en Francia debido a irregularidades en la documentación del jugador Gavin van den Berg. Se daba por hecho que la entrada, tras las elecciones anticipadas, de un nuevo equipo directivo a la Federación iba a suponer el relevo del seleccionador anterior, Santiago Santos. Pero el proceso de sucesión se ha extendido durante casi un año. Pese a que el presidente de la Federación anunció en enero en una entrevista en El Mundo su salida, Santos ha continuado en el cargo hasta finales de abril.
Se espera que, una vez se confirme su contratación, Pablo Bouza se estrene con el XV del León en el torneo cuadrangular que tiene previsto disputar en noviembre contra EEUU, Canadá y Brasil. Antes, en agosto, en el partido programado en el Civitas Metropolitano contra Argentina, la selección nacional será dirigida por quien ahora mismo la conduce de forma interina, el técnico español Miguel Velasco, que luego se integrará en el nuevo staff.
Según la Federación Española, al nuevo proyecto deportivo tiene previsto incorporarse, además, en calidad de asesor, el técnico francés Pierre-Henry Broncan, entrenador desde diciembre de 2020 hasta febrero de 2023 de Castres Olympique, un equipo del Top 14, la primera división francesa. Sus funciones todavía no han sido detalladas.
El Seis Naciones es celebración. Irlanda festeja a San Patricio tras revalidar el título con autoridad. Lo ha sellado este sábado al vencer a Escocia (17-13) en un encuentro que ha decidido en los últimos minutos. Y, sin embargo, su campeonato tiene un cierto aroma a oportunidad perdida. La derrota en Inglaterra, hace una semana, ha impedido a la selección de la isla completar su segundo torneo invicta y marcar un récord de doce victorias consecutivas.
El contratiempo se produjo en campo inglés, con el tiempo agotado y las expectativas por las nubes. Aun así, resulta innegable el mérito de Irlanda. Tras caer en cuartos de final en el Mundial, vuelve a donde estaba, a dominar el rugby del norte. Paliza a Francia (17-38), paliza a Italia (36-0), paliza a Gales (31-7) y triunfo ajustado ante una dura Escocia.
Ya sin el retirado Sexton, bien sustituido por Crowley, el XV del Trébol ha jugado con sus códigos al rugby que domina y que le hace dominar. Ha sido líder en puntos, en ensayos, en metros recorridos portando el balón, en pases, en rupturas de la línea defensiva rival. A menudo voraz en la 22 contraria, aunque este sábado haya perdido varias oportunidades claras de distanciarse en el marcador.
El irlandés Furlong trata de posar un ensayo contra EscociaPaul FaithAfp
El de 2024 será para Italia el Seis Naciones el de la consolidación. Dos victorias y un empate en cinco partidos. En la tercera jornada rozó la hazaña en Francia: estrelló en un palo el golpe de castigo que le hubiera dado la victoria (13-13). Su delantera ha reducido la desventaja respecto al resto. Y además el quince de Gonzalo Quesada ha sacado el máximo partido a la agresividad de su línea, con tres cuartos que portan el balón y atacan al defensor buscando el hueco o el pase tras contacto.
El fin de semana pasado, contra Escocia, el público de Roma disfrutó de una remontada y de la primera victoria como local desde 2013. Este sábado, en Gales, actuación convincente y victoria con nota (21-24). Italia se ha plantado muy bien en defensa, ha cerrado los espacios, ha recuperado balones y ha golpeado con la rapidez de sus tres cuartos. Por fin disfruta más que sufre.
Francia ha perdido fuelle. Tras caer igualmente en cuartos de final de su mundial, se ha desdibujado y sólo en las dos últimas jornadas, con la incorporación de jóvenes -es campeona del mundo sub20-, ha cobrado impulso. La selección gala había comenzado en modo ciclotímico. Jugaba a ráfagas, se desconectaba y tenía un grave problema con las expulsiones.
El XV del Gallo se veía en el diván. En paralelo, su anterior capitán, Dupont, participaba en la primera victoria francesa en un torneo de las Series Mundiales de seven y entraba en el equipo ideal. Francia se reencontró en la cuarta jornada, en Gales, donde apabulló con el paso de los minutos. El joven medio melé Le Garrec se zafó de la sombra de Dupont para reclamar con su actuación la entrada de savia nueva en una plantilla que había perdido la chispa.
Italia gana una touche frente a GalesGeoff CaddickAFP
Inglaterra no ha ratificado la mejoría que mostró en el mundial, donde fue tercera. Comenzó ganando a los dos equipos más fáciles, Italia y Gales. Pero el XV de la Rosa quedó en evidencia ante Escocia. Aunque tuvo más balón, sólo fue capaz de ensayar a la salida de dos melés propias. Buen trabajo táctico pero pocas ideas en el juego abierto. Hasta que en la cuarta jornada los ingleses se soltaron. Menos pie y más balón a la mano Ese día se mostraron inspirados, intensos, vertiginosos para imponerse a Irlanda con el tiempo cumplido. Porque el Seis Naciones también es drama y redención.
Otro año más, el Seis Naciones de Escocia ha estado marcado por la intermitencia. Minutos de dominio, destellos de brillantez y súbitos apagones. Ante Francia perdió de manera cruel, con un ensayo ganador probablemente posado que las tomas de cámara no pudieron validar. Revivió ante Inglaterra por el ardor fratricida que agita a ambas desde 1879. Ese día sacó el máximo rédito a su plan, basado en el pie de Russell, su Messi-pero-menos. Patada a campo contrario, presión defensiva y balones al ala Van der Merwe. Da la primera zancada y se escapa y/o atropella hasta el ensayo. La derrota en Roma, con el partido encarrilado, la bajó al suelo y este sábado ha plantado cara a Irlanda. Pero los números no mienten, sólo dos partidos ganados.
Gales se marcha con la cuchara de madera por haber perdido sus cinco encuentros, tres de ellos por tres puntos o menos. Ha mostrado la cara y la cruz de su juventud. A ratos desbordada; otros, los menos, desencadenada. El plan basado en la defensa y la utilización del maul no le da para más si el resto del ataque se atasca. Deposita su esperanza el futuro porque este Seis Naciones se cierra para ellos con un fracaso.
"Súper orgullosas de la primera parte y con sensaciones muy malas en la segunda". Alba Vinuesa, una de las capitanas de la selección femenina de rugby, resume así el partido que disputaron las Leonas en junio en Cardiff por una plaza en el Mundial. Tutearon a Gales hasta el descanso (21-20) y se vieron muy superadas en la continuación (52-20). Cuarenta minutos de esperanza, cuarenta de frustración y todo un aprendizaje para un plantel joven y necesitado de experiencia.
Desde este viernes las jugadoras de Juan González Marruecos afrontan la oportunidad definitiva para meterse en Inglaterra 2025: un torneo de seis equipos en Dubái con dos billetes en juego. España, Samoa y Países Bajos aspiran a llevárselo mientras otro participante, Fiyi, ya conquistó el suyo en una competición regional. De ese modo, incluso la tercera plaza en la tabla final podría tener premio.
Cada conjunto sólo va a disputar tres encuentros. Las Leonas arrancan ante Madagascar, un rival a priori inferior. Afrontan el 5 de octubre el choque clave contra Países Bajos que, para Alba Vinuesa, "ha mejorado un montón, las hemos ganado en abril (22-5), pero tampoco nos fuimos con las mejores sensaciones". Y cierran el torneo el 12 de octubre ante Fiyi. "Un equipo fuerte, con jugadoras físicamente bastante potentes y a buen nivel", según Lourdes Alameda, curtida en cuatro ciclos mundialistas.
La gran baza del ataque español debería ser la movilidad de las jugadoras y, sobre todo, del balón. Pero las Leonas deben minimizar su desventaja en peso y altura. "Siempre vamos a ser un equipo pequeño, somos más rápidas y podemos ser más listas", apunta Alba Vinuesa. "Somos buenas jugando a la mano, con los apoyos, entre las líneas de la defensa y sí que es verdad que nos cuesta un poco más físicamente", completa Lourdes Alameda.
Desde el mundial de 2017 la selección femenina no disfruta de una competición con la élite. Aunque han ganado siete ediciones seguidas del Campeonato de Europa, el segundo escalón del Viejo Continente, hasta hace meses ha acusado la falta de partidos de nivel y un cierto estancamiento internacional.
Javier BarbanchoEL MUNDO
"El equipo está en mejor situación de juego que de resultados", analiza José Antonio Barrio Yunque, ex seleccionador femenino y actual director deportivo de la Federación, aludiendo a aquel partido contra Gales y a otra derrota, en la preparación, ante Sudáfrica. Pronostica que Países Bajos buscará contra España un partido cerrado y de impactos. "Los equipos que juegan contra nosotros, cuando tienen problemas, empiezan a generar avance por el centro, a trabajar el maul y la melé...". Un escenario, el de la inferioridad física, que tradicionalmente ha sufrido también la selección masculina y que ha ido revirtiendo en los últimos años.
"Estamos intentando buscar un modelo de juego común; por lo menos, que tenga un patrón común y troncal", explica José Antonio Barrio. Cita como ejemplo los entrenadores transversales de la Federación que dan apoyo a distintas selecciones masculinas y femeninas. Además, las academias implantadas en varios puntos de España trabajan la formación técnica, física y nutricional de los jóvenes que despuntan en las canteras y las selecciones emerging mitigan el vértigo del salto a la absoluta. El talento nacional encuentra, al fin, un camino de crecimiento.
World Rugby -la Federación internacional- financia y audita estas estructuras desde la base. "Apostar solamente a los seniors y no mirar abajo significa que quizás vas a tener un buen equipo, puedas conseguir algo, pero después, cuando esos jugadores pasan y lo que viene abajo no está, no hay sustentabilidad", razona Daniel Hourcade, consultor senior de Alto Rendimiento de World Rugby para Sudamérica, España y Portugal. El técnico argentino se muestra satisfecho con la evolución de nuestro país. "El camino es correctísimo, están haciendo las cosas muy bien, recién comienza y se empiezan a ver resultados", afirma.
La selección masculina hará frente en febrero y marzo al mismo desafío que la femenina: clasificarse para el Mundial de Australia 2027, que pasa de 20 a 24 plazas. Se libra de los enconados enfrentamientos con Portugal y Rumanía y encara un trayecto aparentemente más sencillo. Debe quedar al menos segunda de un grupo con Georgia, Países Bajos y Suiza. Los neerlandeses serán, como en chicas, el gran rival. La fecha marcada en rojo, el 1 de febrero. El lugar, un estadio español. Aun perdiendo, los Leones podrían agarrarse a una repesca.
José Antonio Barrio ha visitado con el seleccionador Pablo Bouza a varios clubes profesionales franceses para solicitar la cesión de los internacionales españoles. "Hemos visto buena acogida en los clubes y en los jugadores y somos moderadamente optimistas... por no gafarlo", explica, consciente de que no siempre se han cumplido las promesas. "Buscamos la continuidad y la identidad, que no pueda aparecer un jugador que viene solo al partido de Holanda, que el grupo no se resienta, y que el objetivo sea común, no de un partido sino de un proyecto".
Desde su posición en World Rugby, Daniel Hourcade aclara que promover el desarrollo de los jóvenes no excluye otras vías de reclutamiento como los franceses con padres o abuelos españoles, o extranjeros con residencia en España. Vías que han elevado el nivel de la selección pero han acabado en dos descalificaciones por alineación indebida. "En la absoluta juegan los mejores, en dos años no vas a conseguir todo lo que necesitas, es un proceso". Indica que el siguiente escalón para España sería la mejora de las competiciones nacionales, de manera que los jóvenes que hoy emigran a Francia tengan incentivos para quedarse. "El nivel de la competencia es clave en el crecimiento de un jugador", apostilla.
Javier BarbanchoEL MUNDO
Con las palabras "ilusión" y "tensión deportiva" describe José Antonio Barrio esta lucha por los billetes a ambos Mundiales. "Va a ser difícil por el rival, Holanda, y por la dificultad de gestionar todo en un partido, puedes tener una tarjeta roja...", apunta el director deportivo de la Federación. "Fácil no es nada, pero creo que tienen todas las cosas para lograr la clasificación", señala -sobre ambas selecciones- el consultor de World Rugby Daniel Hourcade.
¿Y si no se clasifican? Para José Antonio Barrio, "fracaso es una palabra muy dura". Sí admite que las consecuencias serían muy negativas. "La apuesta de World Rugby de aumentar los mundiales hace que, si no estás, no existes. Vas a tener muy difícil el apoyo, la financiación, la competición", enumera. El consultor Daniel Hourcade prefiere no poner el foco solo ahí. "No se puede medir por un resultado, el ganar no es sinónimo de éxito ni el perder es sinónimo de fracaso. Hay que analizar de qué manera, qué pasó, y después se verá si se cumplieron los objetivos, el resultado es la consecuencia. Creo que haciendo las cosas bien se consiguen los objetivos y estoy convencido de que España lo va a lograr", explica.
Con las malas sensaciones del partido contra Gales ya olvidadas, la selección femenina subraya la importancia de entrar en Inglaterra 2025. "Es seguir vivas, presentes en el panorama internacional, mantener el nivel", resume Lourdes Alameda. "Es ahora o nunca y está a nuestro alcance", decía Alba Vinuesa en el último entrenamiento en Madrid. Este miércoles, desde Dubái, ha confirmado su optimismo. "Somos un equipo con confianza, hemos venido a ganarlo todo, nos vemos favoritas y esperamos terminar así".
Llenar de rugby el estadio Zorrilla
La Federación ha decidido llevar uno de los partidos de preparación de la selección masculina a un estadio de fútbol. El 16 de noviembre España se enfrentará a Fiyi en el 'José Zorrilla' de Valladolid. Este campo acogió a 26.000 personas en la final de la Copa del Rey de 2016 y se plantea como el escenario para una gran reunión entre el equipo y los aficionados. Hasta ahora se han vendido unas 5.000 entradas.