Fernando PérezEspecialista de Psicólogos del Deporte
Especialista de Psicólogos del Deporte
En la mayoría de ocasiones el entorno de un deportista en formación se supone un factor de riesgo. Un ejemplo: un o una cadete que ficha por el Real Madrid o el Barcelona y su familia y sus amigos depositan unas expectativas exageradas sobre él o ell
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Unos días atrás, Jim Walmsley, estrella de las carreras por montaña, algo así como el Kilian Jornet estadounidense, miraba al lado mientras disputaba la UTMB, la prueba más importante del mundo, y alucinaba: «¿Qué haces tú por aquí?». A mitad del recorrido alrededor del Montblanc, completados unos 80 de los 176 kilómetros totales, se encontraba en el grupo de cabeza junto a él al francés Vincent Bouillard, con el que Walmsley llevaba años trabajando.
Para el diseño de las mejores zapatillas de Hoka, el corredor yankee, imagen de la marca, había dado su opinión sobre varios modelos a los ingenieros y entre ellos estaba Bouillard. Pero en plena carrera, éste no quería ayudar a Walmsley con el calzado, estudiar sus pisadas para próximos prototipos, tampoco animarle: Bouillard realmente quería ganarle. Y lo hizo. Pese a su empleo a jornada completa como diseñador de zapatillas en Hoka, el francés triunfó en la meca del trail running para sorpresa de todos, especialmente de los atletas profesionales patrocinados por la empresa.
«Quizá para ellos era raro, sí, pero yo no pensaba mucho en ello. En una carrera de ultra distancia, que dura unas 20 horas, te debes centrar mucho en ti mismo y en la gestión de tu propio esfuerzo. En los primeros kilómetros recuerdo que estaba feliz como un niño, disfrutando de poder correr con los mejores y hablando con ellos. Muchos de los corredores de Hoka, como Jim, son amigos míos y yo pensaba: 'Wow, soy capaz de correr junto a ellos'. Pero a medida que fue pasando la prueba me concentré mucho en mantener el ritmo y en hacer las cosas bien», explica Bouillard a EL MUNDO.
Probador del calzado que diseña
Con su triunfo cogió el relevo de dos leyendas francesas como François D'Haene y Xavier Thevenard y se quedó a unos minutos del récord de la prueba del propio Walmsley. Sólo le perjudicó un control de material algo accidentado en uno de los últimos avituallamientos y una pequeña caída al final del descenso de La Flégère, a la entrada de Chamonix. «Me hice un poco de daño, pero ya me quedaba muy poco. En ese momento lo más importante era disfrutar de la entrada a meta», comenta el corredor y diseñador de zapatillas o diseñador de zapatillas y corredor. Más o menos una cosa llevó a la otra.
De Annecy, mediofondista desde la infancia, mientras estudiaba Ingeniería en la Universidad de Lyon llegó a competir en los 800 metros de algunos meetings franceses, pero cuando se graduó dejó de soñar en un futuro como profesional. El tartán estaba olvidado; trabaja investigando sobre polímeros. Pero para mantenerse en forma empezó a correr por la montaña, consiguió una beca para trabajar en Hoka, una cosa llevó a la otra y encontró su sitio, su equilibrio, su vida.
Entrenar a cualquier hora
En su trabajo estudia nuevos materiales para la marca, siempre en contacto con los corredores profesionales, y en su tiempo libre prueba por los caminos los prototipos que diseña. Entre 2017 y 2022, sumó algunas victorias en carreras pequeñas y poco conocidas en Francia y el año pasado empezó a sonar el mundillo al ganar la Kodiak Ultra, una prueba modesta de 100 millas en Estados Unidos. Pero nadie esperaba que fuera a ganar la UTMB, una especie de Mundial de la especialidad. La retirada de muchos de los favoritos, entre ellos el mismo Walmsley o el español Pau Capell, y la maestría de Bouillard llevaron a la campanada.
«Muchos se sorprenden porque he ganado pese a tener un trabajo a jornada completa, pero sólo ha sido una carrera. Tengo mucho respeto por los corredores profesionales porque tienen que rendir mucho más, durante muchos años. Yo simplemente disfruto mucho de correr por la montaña y supongo que ése es el secreto. Saco tiempo para entrenar de dónde puedo, por la mañana, por la tarde y por la noche y, de momento, no tengo hijos así que no tengo muchas obligaciones familiares», resume Bouillard que ahora no quiere cambiar de vida.
Las marcas deportivas ansían fichar a nuevos talentos y Hoka lo tiene fácil, puede ofrecerle un contrato de corredor sin salir de la empresa, pero el francés quiere seguir trabajando como diseñador de zapatillas. «Hablaré con la marca y es posible que redefinamos mi posición, pero yo disfruto de mi trabajo, no quiero dejarlo», finaliza.
Una amenaza abate a cualquiera un poco alto o un poco ancho que quiera empezar a correr: «Te vas a romper las rodillas». El atletismo siempre se ha supuesto un deporte para hombres y mujeres livianos, pequeños, finos, pero aparece Mario Mairena y acaba con el tópico. Campeón de España y del Arnold Classic Europe de powerlifting, donde llegó a levantar 341 kilos en sentadilla o 207 kilos de press de banca, en los últimos tres meses ha corrido tres medios maratones, en Marbella, Fuengirola y Málaga, para demostrar que todo es posible.
«Pesaba 140 kilos y quería demostrar que la gente grande puede correr, digan lo que digan los fisioterapeutas. No es cuánto pesas, si no cómo te preparas. Si entrenas bien, la musculatura que has adquirido en el gimnasio te protege para que no te hagas daño», proclama Mairena desde su gimnasio de crossfit, el CrossFit Puerto Banús, con una trayectoria deportiva realmente curiosa.
En Google aparece un Mario Mairena siendo presentado como nuevo jugador del Floriana de la Premier League de Malta.
Soy yo, soy yo. Mucha gente no lo sabe, pero antes de empezar con el crossfit hice carrera en el fútbol como portero. Me formé aquí en Málaga, estuve en los equipos sub-21 del Northampton o el Queen's Park Rangers e incluso hice una prueba para el Chelsea, pero no me cogieron porque decían que era bajito y mido 1,86 metros. De ahí me fui al Floriana, a Malta, y recibí una oferta del Vestsjælland, de la Primera División danesa, pero por un problema en el transfer, no llegué a firmar y tuve que estar seis meses parado. Ahí empecé a bajar escalones y perdí la motivación. Me aficioné al crossfit y decidí que todo lo que fuera a hacer en el deporte dependería exclusivamente de mí, no de directivos o representantes.
Un vídeo en el balcón
En el crossfit Mairena progresó tan rápido que se dio cuenta que lo que le gustaba desde niño no era el fútbol, era la competición. En la categoría Open llegó a estar entre los mejores de España, abrió su propio gimnasio y, con su experiencia en el fútbol, tuvo una idea. ¿Por qué no convertirse en agente y ayudar a solventar problemas como los que él vivió como portero? Abrió The Fittest Managers, la primera agencia de representación de deportistas de crossfit, y en ella trabajó hasta que llegó la pandemia.
Carlos Diaz
«Todo se canceló y estaba aburridísimo en casa, tomando cervezas mientras veía a mis amigos por videollamada. Después de una de esas quedadas virtuales, salí al balcón y me puse hacer sentadillas con 200 kilos. No sé por qué me grabé y lo subí a redes sociales. Y me escribieron varios entrenadores preguntándome para quién competía en powerlifting. No tenía ni idea de qué era eso», recuerda y de ahí a ser campeón de España hubo un camino muy corto: apenas tres años. El powerlifting consiste en levantar el máximo peso posible en tres ejercicios clásicos, sentadillas, press de banca y peso muerto, así que Mairena se puso fuerte, muy fuerte.
"¿Sólo un medio maratón?"
Llegó a pesar 140 kilos, pero ya había logrado su objetivo así que pasó al siguiente. La revista Men's Health le propuso que corriera un medio maratón y él contestó bravo: «¿Sólo uno?». «Les dije que correría tres seguidos», rememora antes de explicar como se puso en manos del atleta aficionado Carlos Rojo y empezó a trotar, y a cambiar su cuerpo -ahora pesa 127 kilos-, y adaptarse al deporte.
«En las semanas de entrenamiento para los medios maratones estaba reventado, nunca había sufrido tanto. El cuerpo me pedía descanso, me pedía más comida, fue duro, pero ahora quiero más», proclama entre entrenamientos.
¿Y qué será lo próximo?
Muchos proyectos. El mundo del running es muy chulo. En el powerlifting hay mucha competitividad, mucho odio, pero en el running todo el mundo me anima. Probaré el Hyrox, que combina fuerza y carrera, pero ya me han salido muchas propuestas para hacer más carreras. Tengo un reto con la velocista olímpica Sonia Molina que será interesante. Y este año debutaré en maratón, en Valencia, y quizá antes en Berlín. Incluso me gustaría probar el maratón de Sables. Correr me parece duro, pero engancha.