La final de la Copa América comenzó una hora y veintidós minutos después del horario programado, por los problemas en los accesos que se produjeron como consecuencia de una avalancha de aficionados sin boleto que entraron al estadio Hard Rock de Miami forzando una de las puertas y arrasando a miembros de la seguridad del estadio.
Ante el problema que se originó en los accesos, que estuvieron cerrados durante más de una hora, hasta que la seguridad del estadio se hizo con el control de la situación, la Conmebol decidió, primero, que la final se postergase media hora, porque el estadio presentaba menos de media entrada a un cuarto de hora del inicio del partido.
Se abrieron entonces todas las puertas, sin que hubiese ningún tipo de control, y miles de hinchas pudieron acceder a su localidad, pero no se cumplió el horario establecido y el comienzo se volvió a posponer hasta las 21.15 horas.
Ambos conjuntos tuvieron que regresar a la cancha a hacer los ejercicios de calentamiento y la final comenzó, tras la salida a la cancha del trofeo portado por los argentinos Claudio Caniggia y Javier Zanetti y los colombianos Iván Ramiro Córdoba y Mario Yepes, y los himnos entonados por la colombiana Karol G y el argentino Abel Pintos, finalmente con hora y veintidós minutos de retaso media de retraso.
Argentina y Colombia pugnan por la 48 Copa América. Si gana la Albiceleste, se convertirá en la selección con más títulos (16) por delante de Uruguay, mientras que si lo hace la Tricolor colombiana logrará su segundo título, tras el conquistado como local en 2001 y aumentará a 29 partidos su racha invicta.
Colombia fue este martes una selección más sólida y fiable que Brasil. El equipo dirigido por Néstor Lorenzo logró un empate en Santa Clara (1-1), alargó a 26 su racha de partidos invicto y mandó a la canarinha a un cruce contra la temible Uruguay en los cuartos de final de la Copa América.
Un golazo de libre directo de Raphinha ilusionó al equipo de Dorival Júnior, pero Daniel Muñoz dejó todo igual en el tiempo de descuento de la primera mitad de un encuentro magistral -otro más- de James Rodríguez, que se multiplicó como los panes y los peces.
Los cafeteros se medirán en cuartos a Panamá, la gran sorpresa de esta Copa América de Estados Unidos, el próximo sábado, en Glendale (Arizona). Brasil volverá a Las Vegas para enfrentarse a Uruguay.
Colombia fue de menos a más en Santa Clara y anuló a Vinicius Júnior, que pasó inadvertido salvo para protestar. Ni rastro del futbolista que lideró la goleada sobre Paraguay. El delantero del Real Madrid se perderá además el partido de cuartos por dejarle el brazo a James.
Fue un duelo eléctrico a la altura de lo esperado: trifulcas, entradas al límite, balones al palo y emoción hasta el final. Salió más entonada la selección brasileña, con Raphinha, que recuperó la titularidad, y Rodrygo agujereando la banda derecha.
Vinicius pudo echar por tierra el buen arranque de los brasileños al dejar el brazo a James cerca del área. El 10, que tiene un guante de seda en la zurda, raspó el larguero en el lanzamiento de falta.
El acierto que le faltó al mediapunta del São Paulo lo tuvo Raphinha en otra falta que coló magistralmente, también con la zurda, en el ángulo de la portería de Vargas.
Fue lo peor que le pudo pasar a los de Dorival, que se dedicaron a contemporizar. James por poco no empalma un buen centro de Arias y Davinson Sánchez encogió el corazón a los brasileños con un gol de cabeza anulado por fuera de juego. Tres minutos tardó el VAR en corroborar la decisión del juez de linea.
Y Colombia insistía. Otra vez James casi sorprende a Alisson en otra falta desde la banda. Brasil se olvidó de mirar al arco rival. Vinicius, desdibujado, bloqueado e inofensivo.
El partido cada vez estaba más inclinado para los cafeteros y en el tiempo de descuento apareció por sorpresa Daniel Muñoz para culminar una buena conexión entre James y Jhon Córdoba.
El empate dejó tocada a la pentacampeona del mundo. La salida de Lucas Paquetá por Andreas Pereira en el descanso apenas se notó.
Néstor Lorenzo también hizo un cambio estratégico. Sacó a Deiver Machado, amonestado, y metió piernas con Johan Mojica.
Sin orden
Raphinha intentó volver a meter a su equipo en el partido con otra falta bien colocada. Pero el principal problema de la canarinha fue que nadie apareció para ordenar el juego, reducido a balones a la espalda en busca de un fogonazo de Vini y un Rodrygo bastante mermado.
James siguió suelto entre líneas, recibiendo, mirando y poniendo balones al corazón del área. Dorival se desesperaba en banda, con el árbitro y con los suyos. Buscó revivir al equipo con Savinho y Endrick.
Tampoco funcionó. El equipo de Lorenzo siguió marcando el ritmo con 'olés' desde las gradas y hasta pudo remontar, si Santos Borré no hubiera mandado a las nubes un pase templado de Luis Díaz. El broche final lo puso Vargas desviando un tiro de gol de Pereira.
La Colombia de James sonríe, líder del Grupo D; la Brasil de Vinícius tiembla, le tocará bailar con la más fea; la Uruguay de Marcelo Bielsa.
Darwin Núñez y una media docena de jugadores de Uruguay acabaron en las gradas del estadio Bank of America, peleándose con aficionados tras la derrota 1-0 ante Colombia en la semifinal de la Copa América.
Después de un partido muy físico, una gresca se desató detrás de la bancada de Uruguay después que el árbitro mexicano pitó el final, informa Ap.
Para saber más
Ante una concurrencia de 70.644 espectadores, con una amplia mayoría alentando a Colombia, un pequeño grupos de hinchas uruguayos acabaron trenzándose a golpes con los colombianos.
Núñez y sus compañeros subieron por una escalera para internarse en la tribuna. Un video mostró al delantero de Liverpool propinándole un golpe a un aficionado que lucía la camiseta con el tradicional color amarillo de la selección colombiana.
El central uruguayo José María Giménez relató que lo que provocó que los futbolistas encarasen a los aficionados fue tratar de proteger a sus familias.
"Esto es un desastre", dijo Giménez. "Le hicieron una avalancha a toda nuestra familia de un cierto sector. Nuestras familias corrieron peligro. Tuvimos que correr como pedo (locos) a la tribuna a sacar a nuestros seres queridos con bebés recién nacidos. No había un solo policía".
"Ojalá que los están organizando esto tengan un poco más de cuidado con las familias, con la gente y con los alrededores de los estadios", agregó. "Todos los partidos pasa lo mismo".
Ignacio Alonso, el presidente de la Asociación Uruguay de Fútbol, indicó que los jugadores de la selección tuvieron una reacción instintiva y natural" al ir a proteger a sus familiares.
"Debió haber existido un cordón, en un estadio que tenía el 90% de colombianos", añadió.
La CONMEBOL condenó los incidentes: "No hay lugar para la intolerancia y la violencia dentro y fuera de la cancha".
Se precisó más de 10 minutos para que la policía interviniera y restablecer el orden.
Aproximadamente un centenar de seguidores uruguayos y personal de la selección permanecieron en la cancha más de 20 minutos después de finalizado el partido, al tiempo que los hinchas colombianos se retiraban.
"No vi todo lo que pasó", dijo Marcelo Bielsa, el técnico argentino de Uruguay. "Creí que el incidente había terminado con una disputa que se dio en la mitad de la cancha apenas finalizado el encuentro".
"Después supe que hubo otro tipo de dificultades. Lamentable verdaderamente", añadió.
Luis Suárez: "Lo que más molesta es la forma de babosear"
El delantero uruguayo Luis Suárez se refirió a la tensión con los jugadores colombianos al término de la semifinal de Copa América y dijo que "lo que más molesta es la forma de babosear", informa Efe.
"Siempre hay rifirrafe, risas, palabras, lo que sea. Pero lo que más molesta es la forma de babosear, de celebrar, no tiene ningún sentido", afirmó Suárez en declaraciones en la zona mixta.
"Nosotros eliminamos a Brasil y ninguno le pasó por delante a ningún jugador de Brasil. Al contrario fuimos a saludarlo, somos colegas de la cancha, sabemos el sufrimiento que se vive en una derrota", dijo Suárez.
"Pasar así delante de un compañero de profesión queda feo, pero el de arriba está mirando todo y todo vuelve", agregó.
El '9' del Inter Miami también dijo que "como grupo hay que levantarse, estar fuerte, estar unido".
"Va a tocar muchas veces pasar por situaciones como esta", aseguró.
El delantero uruguayo tiene 37 años y en esta Copa América ha tenido un papel secundario en el equipo de Marcelo Bielsa.
Colombia sobrevivió con inferioridad numérica
Colombia sobrevivió con inferioridad numérica todo el segundo tiempo y, de la mano de otra asistencia de James Rodríguez, accedió a la final de la Copa América tras vencer el miércoles 1-0 a Uruguay.
El gol de cabeza de Yefferson Lerma a lo 39 minutos alcanzó para que Colombia extendiera a 29 su racha de partidos consecutivos sin perder, un récord en la historia de la selección cafetera.
Colombia resistió con 10 hombres luego que su lateral derecho Daniel Muñoz fue expulsado en el tiempo de descuento del primer tiempo tras recibir una segunda tarjeta amarilla.
El equipo de Néstor Lorenzo se las verá el domingo contra la campeona defensora Argentina y Lionel Messi en el duelo por el título en Miami.
"Estamos felices, lo que hoy hemos hecho yo creo que es más de lo que muchos se podían imaginar", dijo James. "El equipo ha luchado contra todo y lo ha logrado. A descansar y pensar en la final con Argentina. El país debe disfrutar lo que pusimos en el campo".
En un partido áspero que incluyó siete tarjetas amarillas y la roja a Muñoz, los futbolistas acabaron dándose empujones en el campo tras el silbatazo y varios jugadores uruguayos, entre ellos Darwin Núñez, se trenzaron a golpes con aficionados que lucían las camisetas con el tradicional color amarillo de Colombia.
Sin mucho brillo, pero con la contundencia del campeón, la selección argentina de Lionel Scaloni alcanzó la final de la Copa América, tras imponerse a Canadá por 2-0, en un partido en el que, al fin, festejó el primer gol de Leo Messi en el torneo.
El grupo que dirige Scaloni y comanda Messi no falla. Desde que rompiese 'la pared' en Brasil 2021, ha enlazado Finalíssima, Mundial y una nueva final en la Copa América. Tiene una confianza ciega en sus posibilidades, por más que por momentos parezca atascado.
"Lo que me deja tranquilo es que siempre encuentra soluciones", dice su técnico y así es. Ante Canadá volvió a ser un rodillo, que desactiva al rival cuando este cree que está a punto de ponerse en ventaja.
Para los canadienses, que nunca soñaron con llegar tan lejos, fue una derrota agridulce, que les permite confiar en un proceso que debe culminar dentro de dos años, en el Mundial que co-organizán.
Porque el equipo de Jesse Marsch es atrevido. Adelanta 20 metros su zaga, junta sus líneas y no le importa llevar la iniciativa, aunque enfrente tenga al campeón del mundo.
Tres semanas después de debutar en una Copa América, Canadá confió más en sus posibilidades y durante 20 minutos se sintió capaz de dar la sorpresa. Pero aún le sobra precipitación y le falta calidad cuando se acerca el área rival. Justo lo contrario que la Albiceleste.
Al equipo de Scaloni le está costando entrar en los partidos. Por momentos se ve dominado e, incluso, camina por el alambre, pero siempre acaba decantando la balanza por su gran calidad.
Ante Canadá, asistió atónito a un par de ocasiones de Jacob Shaffelburg y pareció que solo podía crear peligro cuando entraban en conexión Messi y Di María. El capitán tuvo un par de oportunidades para estrenarse esta Copa América, pero no tuvo suerte. Sus disparos se fueron pegados al poste (m.11 y 44).
Dio lo mismo. El abanico ofensivo del campeón le permite tirar de recursos, mientras espera el acierto del 10. Esté de inicio Lautaro Martínez o, como en esta semifinal, Julián Álvarez.
Esta vez, bastó la habilidad de Rodrigo de Paul para filtrar un pase entre Alistair Johnston y Moise Bombito y que apareciese por allí Julián, con su habilidad para resolver ante la salida de Maxime Crepeau con calidad. 1-0, Canadá de vuelta a la tierra tras 23 minutos de ensoñación.
Los norteamericanos, que acusaron el golpe, pudieron sin embargo empatar en el alargue del primer tiempo, pero Jonathan David, solo ante Emiliano Martínez tras un saque de banda, no halló la forma de superar al 'Dibu', de nuevo decisivo cuando es exigido.
Ahí acabaron sus opciones. Tras el entretiempo Argentina ya no se iba a dejar arrebatar el pase a la final. Y para que la felicidad fuese completa, el capitán marcó a los seis minutos del segundo tiempo, tras desviar un remate de Enzo Fernández, mientras la lenta salida de Derek Cornelius evitaba el fuera de juego.
2-0 y la semifinal resuelta. Con el susto de Alphonso Davis, que abandonó lesionado el torneo, nuevas ocasiones desaprovechadas dentro del área de los canadienses y un carrusel de cambios argentino para comenzar a pensar en la final de Miami, a la que acudirá el ganador del Uruguay-Colombia del miércoles.