Rafa Guijosa logra salir de Irán y espera en Armenia para ser trasladado a España

Rafa Guijosa logra salir de Irán y espera en Armenia para ser trasladado a España

Actualizado Viernes, 20 junio 2025 - 19:35

Rafael Guijosa, actual seleccionador de Irán, logró salir del país asiático ante la tensión que vive por el conflicto bélico con Israel y se encuentra en Armenia, desde donde se espera que sea repatriado este viernes en un avión de la Fuerza Aérea Española junto con otros evacuados.

El ex internacional español de balonmano se encuentra en buen estado tras su salida del país persa gracias a las gestiones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y de la Embajada de España en Teherán, informa la Federación Española en un comunicado.

Tal como Guijosa confirmó en la Cadena COPE, salieron "unas 45 personas en la tarde del miércoles, que fue un día bastante duro, bastante difícil, continuamente con explosiones". Tras cruzar la frontera tuvieron que caminar "un poco, cruzar un río, coger varios camiones, hasta que, por fin, encontramos el puesto de Armenia y nada, igual, no tuvimos ningún problema ni para salir ni para entrar", continuó.

Después de un retraso en la salida por la dificultad de hallar un taxi, consiguieron salir finalmente sobre las "siete, siete y media, en autobús", según comentó la citada emisora. Asimismo, el seleccionador quiso expresar su agradecimiento a la Embajada por el trato recibido, que definió como "ejemplar".

"Han sido días muy intensos"

"Han sido días muy intensos, la preocupación era creciente, pero afortunadamente, se ha logrado una solución", afirmó el presidente federativo, Francisco Blázquez.

Desde que estalló la crisis entre Israel e Irán hace una semana, el técnico de Alcalá de Henares (Madrid), al frente de la selección iraní desde septiembre de 2024, permaneció en un sitio seguro a la espera de instrucciones de la Embajada de España.

Estuvo además en contacto con Blázquez, quien "abrió las negociaciones con todas las partes implicadas buscando encontrar soluciones para la evacuación", añade el comunicado, en el que no se ofrecen detalles sobre cómo Guijosa, de 56 años, consiguió salir hasta Armenia, país fronterizo, al estar cerrado el espacio aéreo.

Blázquez agradeció las gestiones del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, del embajador de España, Antonio Sánchez-Benedito, y de la Federación Iraní, que "ha sido proactiva ante esta situación".

"Sólo puedo mostrar mi gratitud"

También han intervenido en las conversaciones el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, y el del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, así como al de la Federación Internacional de Balonmano (IHF), Hassan Moustafa, quien también estuvo pendiente en todo momento de la situación. "Todos se han implicado en una situación de emergencia como esta, y la verdad es que sólo puedo mostrar mi gratitud", subrayó Blázquez.

Israel comenzó el pasado día 13 una operación para bombardear infraestructuras militares (sistemas de defensa aérea, almacenes de misiles balísticos...) y plantas nucleares (Natanz, Isfahán y Furdú) con el objetivo de destruir el programa nuclear iraní, ante el temor de que Teherán consiga la bomba atómica. El régimen de los ayatolás respondió atacando diversas instalaciones militares y golpeando objetivos civiles como el hospital Soroka en Israel, lo que ha elevado la tensión.

Guijosa, quien jugó en las filas del Guadalajara, el Juventud Alcalá y Barcelona, aseguró a EFE el pasado martes que había estado en contacto a diario con la Embajada, con la Federación y con la IHF. "Hay que tener prudencia y estar tranquilo en un sitio seguro, ya se calmará todo (...) Lo único que me preocupa realmente es quedarme sin internet y no poder comunicarme con familia y que (ellos) se preocupen más aún. De momento quiero transmitir tranquilidad por mi parte", remarcó entonces.

Antes de ejercer como seleccionador de Irán, a la que ya dirigió en una primera etapa, Guijosa lo fue de Ruanda y entrenó a otros equipos como el Alcobendas y el Ademar León.

El mensaje desesperado de Rafa Guijosa, ex jugador del Barça, ahora seleccionador de Irán: "A ver si me sacan de aquí"

El mensaje desesperado de Rafa Guijosa, ex jugador del Barça, ahora seleccionador de Irán: “A ver si me sacan de aquí”

La experiencia estaba siendo positiva. Rafa Guijosa, ex del Barça del Dream Team, mejor jugador del mundo en 1999, mostraba en sus redes sociales cómo disfrutaba del turismo en Irán, el país que el pasado septiembre le contrató como seleccionador. Visitaba Persépolis, por ejemplo, la que fuera capital del imperio Persa. Pero hace unos días todo se torció.

La escalada bélica entre Irán e Israel obligó a cientos de miles de habitantes de Teherán a huir de la ciudad y Guijosa se descubrió encallado en su residencia, detrás los monumentales atascos formados. Este martes lanzó un mensaje de socorro. A través del correo electrónico escribió a sus amigos en busca de ayuda.

"Estoy en una situación muy complicada. No tengo buena comunicación, ni Whatsapp ni redes sociales y la desinformación es total. Nadie sabe qué va a pasar. La única forma de salir es por carretera vía Turquía (1.300 km) pero me dicen que ahora es muy peligroso. Ir a Dubai o Qatar por barco es un suicidio... Necesito que se sepa de mi situación, simplemente que me ayudes comentando a todo el que puedas mi situación, a ver si en cuanto se pueda me sacan de aquí a través de la embajada, la Federación de Irán, Turquía, Española, IHF, Barca... lo que sea", escribió Guijosa desde un punto inconcreto del país asiático. La Embajada de España en Teherán ha contactado con él y también la Agencia EFE.

"Estoy en contacto con la Embajada a diario y también con la Federación Iraní, la Española y la Internacional (IHF). Están en contacto todos conmigo, pero en estos momentos hay que estar tranquilos", comentó por correo electrónico a la agencia y añadió que en Teherán "la gente sale a la loco, es un caos" por lo que prefiere "la prudencia y estar tranquilo en un sitio seguro, ya se calmará todo".

Guijosa ya fue seleccionador de Irán entre 2012 y 2014 y consiguió la única medalla del país, un bronce en el Campeonato Asiático, pero luego un cambio de normativa interna le impidió estar en su debut en un Mundial, en 2015. Después estuvo varias temporadas dirigiendo al Ademar de León en Asobal y volvió a las experiencias exóticas como seleccionador de Ruanda. En Irán contaba con un sólo jugador que competía en el extranjero, el central Pouya Norouzinejad, del VfL Eintracht Hagen alemán y el resto lo hacían en la liga doméstica.

Como jugador, Guijosa fue campeón de Europa con el Barcelona en cinco ocasiones consecutivas (del 1996 al 2000) y formó parte de la primera época dorada de la selección. En dos Juegos Olímpicos consecutivos, Atlanta 1996 y Sidney 2000, se hizo con el bronce. De hecho recientemente fue nominado para entrar al Hall of Fame de la Federación Internacional de Balonmano (IHF).

El cambio físico del pivote Pablo Castro, de la obesidad a la élite: "Tenía 18 años y me dolía todo"

El cambio físico del pivote Pablo Castro, de la obesidad a la élite: “Tenía 18 años y me dolía todo”

«Cuando llegué a la Asobal, a un equipo profesional, veía mi peso y el peso de mis compañeros y pensaba: 'Aquí algo falla'», confiesa Pablo Castro, actual jugador del Anaitasuna de Pamplona, concretamente pivote, con todo lo que conlleva. Los pivotes del balonmano son históricamente grandes, muy grandes, pero él lo era demasiado. Hace 10 años, cuando debutó en la primera división española con su equipo de toda la vida, el Balonmano Cangas, pesaba 135 kilos y le registraron un porcentaje de masa grasa de un 33%. Su índice de masa corporal (IMC) era 36, es decir, clínicamente padecía obesidad grado II. Era un deportista profesional, entrenaba a diario, pero tenía los valores de una persona enferma. «Ahí di el primer paso. Era un chaval de 18 años, pero ya tenía dolores en todas las articulaciones y me costaba muchísimo recuperarme de un sprint. Me estaba jugando la salud», recuerda.

Esta es la historia de una transformación física con todas las de la ley. Aquí no hay dietas de moda ni ejercicios quemagrasas ni medicamentos milagrosos: hay años de trabajo y autocontrol para ir mejorando hasta llegar a su cuerpo actual. Ahora pesa 102 kilos y apenas tiene un 10% de masa grasa.

¿Cómo lo ha hecho?
En mi casa siempre comí muy bien, fruta, verduras, legumbres, pescado. Mi problema era la cantidad, que comía muchísimo, y sobre todo los picoteos. Iba a dar una vuelta con mis amigos y picaba unas patatas aquí, unas croquetas allá. Cuando empecé a hacer las cosas mejor, bajé rápido de peso, pero estuve años haciendo rebotes. Al final lo mejor es ponerte en manos de un profesional».
Castro, años atrás, con el Cangas.

Castro, años atrás, con el Cangas.RAÚL FONSECA

Hoy en día, en Anaitasuna, sigue los consejos del nutricionista Javier Angulo y de su compañero Pablo Itoiz, central y estudiante de Nutrición. Entre los cambios que ha realizado, por ejemplo, reservar la pasta o el arroz a la recuperación de un partido o de un entrenamiento y nunca comer en días de descanso. Reducir las meriendas a un té o, como mucho, unas almendras, un kéfir o una lata de conservas. Y, por supuesto, alejarse totalmente del alcohol, de las harinas procesadas, especialmente de las galletas, otrora una perdición, y de los postres azucarados.

Desde pequeño, Castro era muy alto y no sólo destacó en el balonmano, fue una promesa del atletismo. Como lanzador de peso, estaba entre los mejores adolescentes de España, rozaba los 17 metros, ya competía en la Liga de clubes por el Celta. Pero el deporte precisamente le exigía que se hiciera más grande, y más grande, y más grande y aquello no le convencía. «A los 17 años hubo un momento en el que tuve que elegir entre el atletismo y el balonmano y no me veía ganando más peso. Entonces ya pesaba esos 135 kilos, pero tenía que llegar a 150 o 160 kilos para poder competir a nivel internacional y me parecía insostenible. ¿Cómo sería mi salud a los 30 años?¿Y a los 40? Me dio miedo y me eché para atrás. Me encantaba el atletismo, siempre será mi pasión, pero me exigía demasiado. De ahí empezó a salir mi idea de que necesitaba perder peso, cambiar mi cuerpo, y lo vi claro cuando pasé al primer equipo del Cangas», rememora después de una temporada complicada.

Una temporada complicada

El pasado domingo, en la última jornada de la Asobal, su Anaitasuna descendió a la División de Honor Plata, la segunda división española, pese a su victoria ante el Cangas. El triunfo del Huesca ante el Villa de Aranda les condenó después de una temporada muy irregular. El equipo navarro ascendió hace 14 años y llegó a jugar dos veces en Europa, pero este curso tenía una plantilla muy joven y lo pagó. Pese a ello, Castro, que siempre había sido un especialista defensivo, sorprendió en ataque con 10 goles.

«Me tuve que adaptar a jugar con menos kilos. Noté que los rivales me movían con más facilidad, pero también que era mucho más ágil y, sobre todo, que aguantaba mucho más. Antes me cambiaban después de defender y en el banquillo me costaba respirar. Ahora puedo encadenar defensa y ataque que, al fin y al cabo, es lo que pide el balonmano actual. Con mi cuerpo de antes no hubiera durado muchos años en la élite», finaliza quien ya estuvo en la segunda división española con el Eivissa y el Novás de Pontevedra y que ahora volverá para ayudar al Anaitasuna a volver a su lugar. Lo hará, en todo caso, con un físico preparado para la competición, lejos, muy lejos de la obesidad.

España se derrumba ante Portugal y queda a expensas de un milagro

España se derrumba ante Portugal y queda a expensas de un milagro

Actualizado Viernes, 24 enero 2025 - 17:42

El brazo de Francisco Costa, demoledor desde los nueve metros (nueve goles, con 89% de acierto) y las paradas de Diogo Marques, condenaron a España a quedarse a la práctica fuera de los cuartos del Mundial (29-35). Las únicas opciones que les quedarían a los Hispanos pasarían por un empate entre Suecia y Brasil. Si los escandinavos o los brasileños consiguen la victoria, el equipo de Jordi Ribera se quedaría sin opción alguna de meterse en las eliminatorias.

Los españoles, a pesar de todo, se las prometieron muy felices. Sobre todo, después de que un golpe relámpago de Ferran Solé tras un gran pase de Alex Dujshebaev, cuando los últimos segundos caían en el cronómetro, le permitió a España marcharse al descanso con un gol de ventaja (16-15) tras un primer tiempo marcado por la igualdad.

Con Salvador Salvador como figura destacada, Portugal se las había arreglado no sólo para ponerse tímidamente por delante en los primeros 30 minutos, sino también para anular una máxima ventaja de cuatro goles. Los Hispanos, acuciados por las urgencias, lograron construir un prometedor parcial de 5-1, rubricado por un ataque eminentemente coral.

Del 23-24 al 24-30

El arranque de la segunda parte pareció ponerlo también todo viento en popa para los Hispanos, capaces de marcharse por tres goles (19-16) frente una Portugal a la que le bastó con esperar el momento oportuno para dar su particular golpe de gracia.

Fajándose en tareas defensivas y con un parcial de 0-6 fundamentado en Costa y los primeros compases del recital de paradas de Marques, el equipo luso devolvió la moneda (19-22) y desató el nerviosismo de España. Sacando a relucir su gen competitivo, consiguió estrechar el cerco hasta un 23-24.

Portugal, con otro parcial de 1-6 donde aprovechó dos situaciones de ataque con portería vacía, dejó todo decidido (24-30). El listón se antojaba demasido alto para el equipo de Jordi Ribera, privado además de la fortuna en acciones puntuales. Un terrible revés para la vigente medallista de bronce, que el domingo cierra la segunda fase ante Brasil (18:00 horas).

Ian Barrufet, el hijo de una leyenda del balonmano: "Nunca me fijaba en los porteros"

Ian Barrufet, el hijo de una leyenda del balonmano: “Nunca me fijaba en los porteros”

Actualizado Jueves, 23 enero 2025 - 19:33

No es algo extraño que Ian Barrufet (Teià, Barcelona, 2004) tuviera claro prácticamente desde muy pronto que su vida iba a estar ligada al balonmano. No en vano, su padre, David, considerado como uno de los mejores porteros de la historia de este deporte, tuvo una carrera tremendamente brillante, con, entre otros títulos, tres medallas olímpicas, una de plata y dos de bronce, el Campeonato del Mundo de 2005 y la Supercopa de Naciones de 2003 con España y siete Copas de Europa, 12 ligas y 11 Copas del Rey con el Barça. En su caso, lo de ponerse bajo los palos nunca llegó a verlo demasiado claro. «Cuando veía partidos, siempre me fijaba en jugadores de campo, nunca en los porteros. Tienes que ser muy valiente para ser portero», asevera.

Lo que sí está aprovechando, cómo no, es toda su experiencia acumulada para ir pidiéndole que le guíe un poco en sus pasos. «El balonmano siempre ha sido mi sueño, mi vida, en general. Mi padre me deja volar por mi cuenta, pero yo siempre le pregunto para intentar mejorar. Al final, vivir con alguien que sabe tanto de este deporte es una ventaja», apunta el jugador que está con España en e este Mundial. El gusanillo del balonmano le picó relativamente pronto. Aunque, claro está, los niños siempre son niños. «En el último partido de mi padre en la final de la Champions de la Final Four de Colonia, yo estaba en la grada, pero estaba jugando con la Nintendo DS, así que no vi mucho el partido. Siempre me lo recuerda», confiesa. El desenlace, además, no pudo ser positivo: el Barça cayó frente al Kiel: 34-36.

Por supuesto, llegar al primer equipo del Barça fue ver cumplido un sueño. Y, de hecho, en el palmarés de Ian Barrufet, en el que figuran los oros en el Mundial juvenil de Croacia de 2023, el Europeo Junior de 2024 y el Europeo Juvenil de 2022. También hay una Liga de Campeones, dos Ligas Asobal, dos Copas del Rey, dos Supercopas Ibéricas y una Copa Asobal. Ahora, con su cesión al Melsungen, está ganando experiencia para volver más fuerte. «Creo que debería mejorar en todos los aspectos. Tanto ofensivamente como defensivamente, siempre hay mucho margen de mejora en todo», apunta. Aunque, eso sí, también es muy consciente de sus virtudes. «Es inusual ver un extremo tan grande como yo. Diría que la estabilidad defensiva es mi punto fuerte», señala.

Una generación prometedora

Ian Barrufet, tras una trayectoria también brillante con los juniors, es uno de los cuatro miembros de la generación 2004-05 que se estrena en un gran torneo con los Hispanos, junto con los mellizos Petar y Djordje Cikusa, y Víctor Romero. «Hemos conseguido muchas cosas porque llevamos tiempo trabajando. Tanto como grupo, con los júniors, como los que estamos aquí individualmente, llevamos mucho trabajo detrás y esto es un premio», recalca.

La ayuda de los que llevan mucho más tiempo ahí, por supuesto, será fundamental en este crecimiento. «Los veteranos nos dan muchos consejos, sobre todo cuando las cosas no están saliendo del todo bien. Te mantienen la cabeza fría y eso siempre te da confianza en el grupo», explica un Ian Barrufet para quien la clave de los éxitos que puedan llegar está muy metida en la forma de entender el balonmano de los Hispanos. «Desde que los veía desde casa, siempre he pensado que el gen competitivo que tiene este equipo es increíble. Aunque estemos seis o siete goles por debajo, como fue el caso ante Suecia, con 10 minutos por delante, el objetivo es luchar y dejarte la vida», dice.

Aquel empate dio paso a una derrota ante Noruega que fue todo un jarro de agua fría que demuestra algo que siempre ha tenido muy claro: en un Mundial como no hay favoritos. Y, por supuesto, España aún puede tener mucho que decir, sin ponerse ningún objetivo de mínimos. «No nos conformamos con nada. Simplemente, queremos ir partido a partido y pelear para llegar lo más alto», sentencia. Hoy, contra Portugal (15.30 horas, Teledeporte).

Noruega reacciona para condenar a España a su primera derrota

Noruega reacciona para condenar a España a su primera derrota

Actualizado Miércoles, 22 enero 2025 - 22:31

Cuando España parecía tenerle el pie sobre el cuello, Noruega se la jugó. Vació su portería, atacó con siete hombres y acabó por remontar una máxima ventaja de cinco goles para acabar llevándose la victoria en el estreno de ambos conjuntos en la main round por 25-24.

Con esa decisión, logró desarmar el buen trabajo defensivo que había mostrado España durante gran parte del duelo y, de la mano de un letal Tobias Grondahl y un siempre inspirado Sander Sagosen, que tuvo que retirarse antes de tiempo con una lesión en el gemelo de su pierna derecha, dar el golpe de efecto que necesitaba en un torneo en el que las cosas no le estaban yendo todo lo bien que habría deseado. Las urgencias, ahora, se han instalado en el tejado de una España que necesita ganar a Portugal, el viernes, y a Brasil, el domingo, para asegurar su presencia en los cuartos de final.

España se las prometió muy felices en la primera parte. No en vano, logró marcharse al descanso con tres goles de ventaja (10-13) después de que el conjunto de Jordi Ribera supiera aguantarle el tipo a Noruega en el intercambio de golpes y, también, fajarse perfectamente en defensa, con un Ian Barrufet incansable en su posición más adelantada, para acabar castigando una y otra vez las pérdidas de balón rivales.

Con los hermanos Alex y Dani Dujshebaev e Imanol Garciandia entonados en labores ofensivas, quizás faltó solo algo más de mordiente para que la diferencia fueran aún mayor. Aunque, eso sí, cabe también señalar que los dos porteros noruegos, Torbjorn Bergerud y Andre Kristensen, pusieron también de su parte para evitarlo.

Por parte de los Hispanos, mientras, Gonzalo Pérez de Vargas aportó su habitual solidez y, también, el último gol de un primer tiempo muy trabajado al aprovechar una pérdida del rival para castigar su apuesta por vaciar la portería con el objetivo de poder atacar con seis en inferioridad. Una acción que muy a punto estuvo de repetir el azulgrana cuando caían los últimos segundos del primer tiempo y que habría sido justo premio al desgaste de los españoles.

Los españoles llegaron a prometérselas tremendamente felices en los primeros compases del segundo tiempo. Consiguieron marcharse en el luminoso por 13-18 y, de nuevo, desesperar a los noruegos en ataque. Hasta que su técnico, Jonas Wille, decidió recuperar para la causa a un Sander Sagosen que ya había sido excluido en dos ocasiones en la primera parte y vaciar la portería para atacar con superioridad.

Y la apuesta, a decir verdad, le salió a la perfección. Con un demoledor parcial de 11-4, los escandinavos consiguieron ponerse dos goles por delante en el marcador y desatar el nerviosismo del conjunto de Jordi Ribera, que vería además también cómo acababan por devolverle la moneda con una defensa prácticamente impenetrable y una acción final muy protestada por los españoles en los instantes finales de un partido que acabó por convertirse en la primera derrota de España en el torneo.

España no tiene piedad de Japón

España no tiene piedad de Japón

Actualizado Sábado, 18 enero 2025 - 20:03

Los Hispanos no dieron opción de Japón. Con un destacado estreno de un Petar Cikusa, que fue nombrado mejor jugador del partido, se impusieron con contundencia a Japón por 39-20 y, tal y como se esperaba, rubricaron su presencia en la siguente fase del Mundial de Balonmano que se está celebrando de manera conjunta en Croacia, Dinamarca y Noruega.

Para saber más

Decisivo para los intereses españoles también lo fue Gonzalo Pérez de Vargas, capaz de firmar un muy buen encuentro al igual que su homólogo en la portería nipona, un Daisuke Okamoto que tuvo mucho que ver con el hecho de que el resultado no fuera más abultado para los españoles. Suecia, este lunes a partir de las 20.30 horas, será la auténtica primera piedra de toque para medir el estado de forma del conjunto de Jordi Ribera.

España ya dejó meridianamente claras sus intenciones en la primera parte del duelo. Por mucho que su rival fuera capaz de ponerse muy pronto por delante con un 0-2, los Hispanos, con un más que notable trabajo defensivo, en el que Pérez de Vargas dejó también sus habituales buenas intervenciones, y un ataque fulgurante consiguió marcharse al descanso con un más que claro 20-11 en el marcador. Y eso que, de nuevo, el guardameta contrario, Okamoto, puso mucho de su parte para impedir que las cosas fueran aún más contundentes.

El esguince de Daniel Fernández

Con Carlos Álvarez en este caso como máximo anotador, bien escudado además por un juego ofensivo coral, con Ian Tarrafeta e Imanol Garciandia destacándose por encima del resto, cada uno con tres tantos, el conjunto de Ribera apenas dio opciones a los japoneses. Petar Cikusa, además, en sus primeros minutos en el torneo, dejó también excelentes detalles de calidad en una primera media hora en la que Daniel Fernández dio el gran susto. El extremo tuvo que retirarse tras torcerse el tobillo izquierdo en una mala caída, pero pudo realizar parte del calentamiento previo a la segunda parte con el resto de sus compañeros y todo parece indicar que su lesión se quedará en un leve esguince.

De nada le sirvió a Japón, mientras, tratar de calcar el arranque en la reanudación. Por mucho que los japoneses repitieran su parcial inicial de 0-2 para recortar distancias, el equipo de Jordi Ribera no tardó en dar un fuerte golpe sobre la mesa para lograr una primera máxima diferencia de 17 goles, con un parcial de 13-5 en el que el Cikusa volvió a dejar varios chispazos de su enorme talento y en el que tanto su hermano Djordje como Alex Dujshebaev y Abel Serdio tuvieron también una participación destacada.

Bajo los palos, además, los Hispanos pudieron contar también en todo momento con la solvencia habitual de un Pérez de Vargas capaz de firmar 16 paradas en 34 lanzamientos recibidos. El conjunto nipón buscó sobreponerse, siempre apoyado en las buenas intervenciones de su guardameta, tal vez el más destacado de los suyos con 14 paradas en 50 lanzamientos, pero sus intentos acabarían por verse frustrados a partir de la expulsión de Yamaguchi, por una acción temeraria sobre un Djordje Cikusa que acabaría también propiciando a su vez la expulsión de Nakaoki con una finta rapidísima.

España arranca el Mundial con buen pie con un triunfo ante Chile (31-22)

España arranca el Mundial con buen pie con un triunfo ante Chile (31-22)

Actualizado Jueves, 16 enero 2025 - 21:16

España empezó con buen pie el Mundial de balonmano que se celebra de manera conjunta en Croacia, Dinamarca y Noruega. A pesar de un inicio un tanto dubitativo, el equipo que dirige Jordi Ribera, apoyado en gran parte en las buenas intervenciones que firmó bajo los palos un Sergey Hernández que acabó siendo nombrado mejor jugador del partido, se impuso finalmente sin mayores problemas a una selección de Chile que trató de plantar cara, pero que se vio finalmente superada por el mayor poderío de los españoles.

Tras un arranque igualado, en el que Chile devolvió golpe por golpe los zarpazos de los de Ribera en unos primeros diez minutos en los que marcaron 10 tantos, España se deshizo de sus titubeos iniciales para irse al descanso con un 17-13 que sólo las buenas intervenciones de Felipe García evitaron que fuera más abultado.

Con Imanol Garciandia como máximo anotador, con cuatro tantos, un Dani Fernández capaz de anotar tres, pese a ver cómo el arquero le paraba dos lanzamientos desde los siete metros, un Djordje Cikusa cuya entrada coincidió con el inicio de la remontada y un Alex Dujshebaev siempre solvente, el conjunto de Jordi Ribera encontró sus mejores minutos e, incluso, fue capaz de atacar con peligro aún con uno menos en la pista.

En la segunda parte, el paso al frente de un Sergey Hernández, los buenos minutos de Dujshebaev y un mayor acierto ante la portería rival, por mucho que Vicente González se las arreglara para dejar también algún buen detalle en la portería chilena, le permitieron a España hacerse con una máxima ventaja de nueve tantos que, al final, pese al conato de reacción rival, acabó por mantenerse hasta el final del partido.

El 31-22 conseguido por los españoles, una vez superados los siempre tan temidos nervios del estreno, les permiten sumar un triunfo para afrontar con excelentes sensaciones el duelo del sábado ante un conjunto japonés al que batieron por 37-33 en París y que será la antesala del choque ante Suecia del próximo día 20.

Petar Cikusa, nueva estrella de España: "Con mi hermano cogíamos pega de las zapatillas de los jugadores y hacíamos pases en casa. El balonmano era nuestro juguete"

Petar Cikusa, nueva estrella de España: “Con mi hermano cogíamos pega de las zapatillas de los jugadores y hacíamos pases en casa. El balonmano era nuestro juguete”

«Con mi hermano Djordje, cuando éramos niños, cogíamos la pega de los pabellones donde entrenaba nuestro padre y nos la llevábamos a casa. No cogíamos un bote, eh, la quitábamos de las zapatillas de algún jugador cuando no se daba cuenta. Y ya en casa empezábamos a hacer pases y pases y pases y así hasta que mi madre nos llamaba a cenar o directamente nos enviaba a la cama. Si podíamos lo hacíamos en el jardín, pero también teníamos la habitación adaptada para que no hubiera cosas que se pudieran romper», recuerda Petar Cikusa que hará lo mismo que hacía en la infancia en el Mundial de balonmano, donde España se estrena este jueves ante Chile (18.00 horas, TDP).

Si hace 20 años fueron los hermanos Entrerríos y hace una década fueron los Dujshebaev, ahora llegan los Cikusa, mellizos en este caso, debutantes después de amontonar todos los títulos posibles en categorías inferiores -Europeo juvenil en 2022, Mundial juvenil en 2023 y Europeo junior en 2024-, con muchos premios individuales incluidos.

¿Jugaban a otra cosa que no fuera el balonmano?
De pequeños también jugábamos a fútbol, pero era por estar con los amigos, nunca nos interesó mucho. Nuestro juego de niños era el balonmano, era lo que más nos divertía, lo que realmente disfrutábamos. Si nos regalaban algún juguete no le hacíamos ni caso.

Hijos del balonmano humilde

Zoran Cikusa, el padre de los talentos, fue un jugador modesto serbio, uno de los primeros trotamundos del balonmano. En los años 80 llegó a jugar la Copa de Europa con el RK Zagreb, pero después pasó por el Gijón o por el Vitória de Guimarães de Portugal hasta convertirse en entrenador y recibir, en 2000, la oferta que le cambiaría la vida. El Bordils, un club histórico de Girona, entonces en Primera Nacional, la tercera división española, le ofreció dirigir su primer equipo y, al mismo tiempo, trabajar en uno de sus patrocinadores, Girona Fruits, una empresa que comercializa manzanas y peras. Cikusa aceptó -durante una época incluso cargó camiones- y junto a su madre, Tatjana, croata, se instaló en el pueblo para ya no moverse más.

Allí nació su hija mayor, Zorana, jugadora de voleibol en el Torrelavega de Superliga 2, y allí nacieron Petar y Djordje, en diciembre de 2005. Cuenta Zoran que de pequeños, en aquellos entrenamientos en casa, rompieron hasta tres televisores. Y cuenta que hizo más de 300.000 kilómetros entre Bordils y Barcelona para que pudieran entrenar y construir su carrera.

"Vengo a jugar 10 minutillos"

«Nunca he visto jugar a mi padre. Él nunca nos ha enseñado partidos suyos y no hay vídeos en Youtube. Le tenemos mucho respeto, siempre nos ha dado consejos, pero nunca nos ha insistido con el balonmano», asegura Cikusa, de 19 años, que a finales de 2022 debutó con el primer equipo del Barcelona -ya marcó dos goles- y poco después lo hizo con la selección. Esta temporada, mientras su hermano Djordje busca protagonismo con una cesión al Montpellier, él ya comparte muchos minutos en Champions en la primera línea azulgrana con estrellas como Melvyn Richardson o Dika Mem, con quien aparece en su foto de perfil de Whatsapp.

Después de ser reserva en los Juegos Olímpicos de París, que sea el líder de España junto a Alex Dujshebaev es sólo cuestión de tiempo. «De momento vengo aquí a jugar 10 minutillos e intentar ayudar en ese tiempo. No debo tener prisa», asegura ya instruido por el seleccionador, Jordi Ribera. Pese a la marcha de muchos veteranos desde los Juegos Olímpicos de Tokio, el entrenador nunca ha querido acelerar el proceso con los Cikusa, que deben ir poco a poco aunque tienen descaro de sobras.

En una entrevista con Mundo Deportivo, Gonzalo Pérez de Vargas decía que es «muy sinvergüenza».
(Risas) Se pasa. Siempre le decimos que es nuestro papi. De hecho hacía de tutor legal en nuestros primeros viajes fuera de España con el Barça porque mi hermano y yo éramos menores de edad. Pero a veces se pasa. A ver, la verdad que tengo mi carácter y no voy a cambiar. Por mucho que me digan, soy como soy.
Paulina Pérez, jugadora y sindicalista en la selección española: "He estado en muchas conversaciones incómodas, pero lucho por mis compañeras"

Paulina Pérez, jugadora y sindicalista en la selección española: “He estado en muchas conversaciones incómodas, pero lucho por mis compañeras”

«¿Cuál es el sentido de nuestra existencia?», se pregunta Paulina Pérez Buforn, lateral y extremo de España en el hotel de concentración de Basilea, antes del debut de la selección este jueves en el Europeo ante Portugal (18.00 horas, TDP). Está leyendo 'Criaturas efímeras', un libro de Mauro Bonazzi sobre cómo los pensadores griegos abordaron la certeza de la propia muerte y lo explica a sus compañeras.

«A la gente le sorprendería, mantenemos conversaciones muy interesantes. Quizá no hablamos del Ethos como tal, pero sí reflexionamos sobre quienes somos, cómo nos sentimos, por qué nos sentimos así, qué significado tiene la vida que llevamos... A mí me encanta hablar y creo que doy vidilla. En algunos equipos me han llamado empollona y lo acepto, pero de vez en cuando lo que explico puede ser interesante», asegura Pérez Buforn, lectora voraz, licenciada en Derecho, estudiante de Políticas y de un máster de Abogacía, representante sindical de todas las jugadoras de balonmano en España y parte del cambio en la selección.

Una plantilla diferente

Los Juegos Olímpicos de París fueron un desastre absoluto, cinco derrotas en cinco partidos, el equipo necesitaba una revolución y ya ha llegado. Sólo cuatro meses después, en este Europeo hay 11 caras nuevas -más de la mitad de la plantilla- y Pérez Buforn es una de ellas. «Hablamos de lo que pasó en los Juegos con naturalidad, intentando sacar las cosas positivas que hubo. Como ha habido muchos cambios, no lo sentimos como un manto pesado, no notamos esa carga», reconoce Pérez que estuvo a un paso de ser olímpica, pero fue el último descarte del seleccionador, Ambrós Martín.

¿Cómo lo vivió?
Fue complicado, no puedo negarlo. Tengo un gran recuerdo de la preparación, estuve muy concentrada, y luego me costó porque puedo ser muy competitiva. Pero entendí que era la decisión del cuerpo técnico y que quizá era lo mejor para el grupo. Me fui a casa con mi familia y eso me ayudó. Con mi psicóloga trabajo mucho aquello de no intentar controlar lo que no depende de ti.

Pérez Buforn nació en Ibiza, en Puig d'en Valls, un pueblo en la periferia de la ciudad, y a los 18 años parecía que tenía que abandonar el balonmano: llevaba toda la vida en el mismo club y se mudaba a Barcelona para estudiar Derecho. «Nunca pensé que podía dedicarme a esto. Pero me llamó el Granollers para jugar allí y pensé que era posible, que podía compaginarlo con los estudios. Luego fui a Baracaldo, a A Guarda, lo intenté en Francia y ahora estoy en Porriño, que ya es como mi casa. Estoy encantada, llegué a un club que luchaba por la permanencia y ahora estamos en Europa», cuenta la jugadora, que en Francia vivió la desilusión de su carrera.

Lucha por los derechos

Llegaba a la mejor liga del mundo, al Fleury Loiret, un club que fue campeón en 2015, y en pocos meses padeció su disolución por las deudas. Reconoce que lo pasó «fatal», pero que también le sirvió de aprendizaje como jugadora y como jurista.

Porque pese a que tiene 27 años ya lleva tiempo como responsable jurídica de la Asociación de Mujeres de Balonmano (AMBM). Si una jugadora tiene un problema con su club, acude a ella en busca de consejo.

«En la pandemia justo había acabado el Grado y me lo propusieron algunas jugadoras de la selección, como Nerea Pena. Enseguida dije que sí, entendí que hacía falta que nos uniésemos», recuerda quien después ha asumido luchas como la reclamación de impagos a un club de la Liga Guerreras, el Salud Tenerife, o la implantación de un contrato profesional, con sus retenciones y sus coberturas. «Quizá es rara esta figura de jugadora y jurista, pero nunca me ha perjudicado. He estado en muchas conversaciones incómodas, pero al final lucho por todas mis compañeras, no por mí sola. Además, puede sonar Mr. Wonderful, pero cuando las jugadoras están cómodas, rinden mejor», finaliza Pérez Buforn, cuya carrera avanza mientras ayuda a que avancen las de sus compañeras.