El increíble viaje de Jesús Navas, el ‘superabuelo’ de la selección: “¿Y tú, qué sentías en esos momentos?”

Actualizado Martes, 25 junio 2024 - 22:01

Brilla el sol en Donaueschingen y brilla el sol en la selección española, invicta, imbatida, en la primera fase de la Eurocopa, algo que hasta ahora sólo logró Italia en la pasada edición (y fue campeona). Descansados los titulares, la noche ante Albania dejó una frase definitoria de lo que es este grupo y de quien es, pese a su extrema, y eterna, timidez, el líder espiritual. «Desde un pisotón que me han dado en el minuto uno he tenido dolor en el pie, pero Carvajal tenía amarilla y hay que aguantar».

Jesús Navas (Los Palacios, Sevilla, 38 años), el cuarto jugador más veterano de la Eurocopa, el más veterano en participar con España en una fase final, resumió, sin querer, su propio papel en esta selección. «Estoy aquí para lo que haga falta». Y lo que haga falta es lo que haga falta. No hay persona ahí dentro que despierte más cariño en el grupo que él. Porque todos tienen la sensación de que es imposible ser más humilde y más buena persona, siendo, como es, campeón del mundo y campeón de Europa, y siendo, como es, ganador de la Premier, de dos Copas inglesas, de dos Copas del Rey, de dos Copas de la UEFA... Obviando la Liga de Naciones, es el único que en la concentración sabe lo que es ganar.

«Los chicos me preguntan que cómo fueron las horas previas a la final del Mundial, que cómo lo celebramos... Y a mí se me ponen los pelos de punta», explicaba él mismo en un encuentro con la prensa antes de viajar a Alemania. «Me preguntan porque saben mi trayectoria y yo trato de ayudarles», cuenta alguien que, por ejemplo, es mayor no ya que Lamine Yamal, sino que el padre de Lamine Yamal. En un grupo con tanto niño, Jesús es el 'superabuelo' de la selección. Pero volvamos al golpe.

Reconocimiento

Aguantar hora y media jugando al fútbol para preservar al compañero que es titular en tu puesto de que vea otra tarjeta amarilla es una muestra inequívoca de que el papel de Navas en este grupo va mucho más allá de lo que haga en el campo, que no es poco, porque los centros de Navas no los produce ningún otro. Luis de la Fuente, antes de irse del Düsseldorf Arena y sin que nadie le preguntara, se dirigió a los periodistas: «Quiero dejar aquí mi reconocimiento a un hombre como Jesús Navas, el jugador español más veterano en participar en una fase final de un gran campeonato. No sabéis lo importante que es para el grupo», dijo. Y se fue.

Esta segunda oportunidad en la selección llega después de un periplo que no ha sido fácil. Navas, deslumbrante aparición en el Sevilla de Caparrós (2003/2004), tenía un problema: los ataques de ansiedad cada vez que se separaba de sus padres y su hermano mayor le trajeron problemas en una concentración de la sub'20 y en otra del Sevilla. Monchi lo puso en manos de los psicólogos del club, «y con perseverancia y con ayuda consiguió superarlo», recuerdan hoy desde su entorno, donde resaltan la figura de Fernando Hierro, director deportivo de la Federación, hombre clave para que aterrizara en la absoluta (Del Bosque estaba empeñado en ello). Hierro usó un hombre de su confianza, Antonio Fernández, como nexo entre él y Navas. Tras muchos meses de trabajo y paciencia, en una reunión en el Parador de Córdoba, octubre de 2009, Navas lo dijo: «Estoy preparado».

Navas aplaude a la afición española en Düsseldorf.

Navas aplaude a la afición española en Düsseldorf.AFP

Desde entonces, 54 partidos y cinco goles en dos periodos. Desde 2009 hasta marzo de 2014, cuando dejó de venir con España, y desde marzo de 2019, cuando regresó con Luis Enrique, hasta hoy. «Para él la selección es especial. En esos cinco años lo pasaba mal cada vez que no estaba en una convocatoria», explica alguien que le conoce desde hace muchos años, que sabe de su pasión por su mujer y sus dos hijos, de su profundo sentimiento religioso y de su bondad. La última prueba es aceptarle al Sevilla aguantar jugando hasta diciembre para intentar seguir siendo lo único fiable que tiene hoy la hinchada de Nervión.

Eso será a la vuelta de una Eurocopa donde su papel va creciendo. Cuarto jugador más veterano del torneo, Navas sigue aquí su mantra de cuidarse «como un juvenil». Cuando se retire, por cierto, tiene pinta de seguir en el Sevilla en un cargo representativo al que falta ponerle nombre definitivo en los próximos meses.

Los meritorios cumplen ante Albania y España ya espera rival en octavos

Los meritorios cumplen ante Albania y España ya espera rival en octavos

La sensación de no disputar nada en el tercer partido no la tenía España desde el Mundial de Brasil, 2014, cuando jugó, y ganó, a Australia en Curitiba sabiéndose eliminada desde cuatro días antes. En sentido positivo, desde 2008, cuando jugó, y ganó también, a Grecia sabiéndose ya en cuartos de final desde cuatro días antes. Dos veces en 16 años, y por medio, un montón de terceros partidos de la fase de grupos con algo en juego, algunos agónicos (Rusia'18, Euro'21) y una costumbre, la de guardar a los titulares para los cruces, en desuso. Quizá por eso el partido de ayer fue algo extraño, ayudada esa extrañeza también por el traje amarillo, por la debilidad del rival y hasta por el día de la semana. Ganó España, rellenó el formulario del tercer encuentro, no sin algún apuro en la segunda parte y se dispuso a descansar a la espera de rival el próximo domingo en Colonia. [Narración y estadísticas (0-1)]

Se hizo el interesante Luis de la Fuente en la rueda de prensa previa, hablando de jugarse muchas cosas, prestigio, puntos, orgullo y a saber cuántas cosas más, pero no logró engañar a nadie. Le dio la vuelta entera al once inicial y, como sigue siendo ley en el fútbol, los titulares descansaron porque no había nada que discutir. Los meritorios, término antiquísimo que se entiende a la primera, tienen como misión fundamental no dar que hablar. Cumplir, pasar desapercibidos como mínimo y, si se puede, apuntar maneras. Los meritorios de España salieron al césped de Düsseldorf con esas premisas, traducidas en la misión de proponerle al entrenador algún cambio en la noche de octavos. Sólo Laporte, que al no jugar el primer partido necesitaba algo de ritmo, parece que estará en ese primer cruce sin red. El resto serán suplentes, salvo lesión en estos días. Y eso que hubo un puñadito de ellos que levantaron la mano para el futuro.

Para saber más

España, de hecho, ya puede decir que ha usado a todos los jugadores que ha traído a Alemania menos a Álex Remiro. Jugaron los disponibles, todos salvo Rodrigo, sancionado, y Ayoze y Nacho, lesionados. El central del Madrid pasó parte de la mañana, por cierto, en un hotel firmando su contrato con el Al Qadsiah, algo cuestionable siquiera sea en lo estético, pues parecen sobrar días que no sean de partido para echar un garabato, por mucho que no hubiera nada en juego y por mucho que él no pudiera participar. Al margen de ellos tres, pues, De la Fuente dejó que todos pisaran el césped menos el tercer portero.

Cinco minutos de ilusión

¿Y quiénes son los meritorios que alzaron la mano? Pues hubo varios. Jesús Navas, que tendrá 90 años y seguirá centrando mejor que cualquier lateral de la Eurocopa. Vivian, un albanés (por el entusiasmo) de Vitoria que se afeita sin espuma, y que es un central de los de antes, con pocas, muy pocas, florituras y mucha, mucha seguridad. Dani Olmo, pura calidad en la mediapunta por mucho que no ande fino. Y Ferran Torres, un chaval rapidísimo y que tendrá muchos defectos, pero tiene, sobre todo, una virtud con la selección: se le caen los goles de los bolsillos a nada que juega.

Albania, una selección limitadita, sí puso a todos sus titulares, pero le dio igual. A este tipo de grupos apenas les sostiene la ilusión durante un rato de los partidos, y a Albania la sostuvo durante los primeros cinco minutos y durante un rato del segundo tiempo. Un poquito de barullo al calor de las bengalas de sus aficionados, un par de presiones alocadas y hasta el último tramo, donde lo ajustado del marcador le permitió poner en apuros (algunos muy serios) a una España que, como era previsible, cogió la pelota y la tuvo casi todo el rato.

No tardó en ponerse por delante en el marcador, que suele ser lo más difícil en estos escenarios. Fue una jugada realmente bonita. Un pase interior de Laporte a Olmo que rompió dos líneas, un giro estupendo del futbolista del Leipzig y el balón a la carrera de Ferran, que la colocó en el palo contrario.

juego del limpiaparabrisas

Como era previsible, el gol dio paso a un monólogo patrio bastante aburrido, pues la Albania de Sylvinho devino en un muro en el balcón de su propia área. Así se llegó al descanso, con otro remate de Ferran que se fue alto, y así se inició la segunda parte, con un centro de Grimaldo, que tampoco anda cojo en esa faceta, y un remate inverosímil de Joselu que no fue gol de milagro. Lo necesitaba el delantero, todavía, del Real Madrid, pero tendrá que esperar.

Zubimendi y Merino felicitan a Raya tras una parada.

Zubimendi y Merino felicitan a Raya tras una parada.AFP

Conforme fue avanzando el partido, fue más evidente que el verdadero cambio de este equipo son los extremos. Sin Yamal ni Williams, España pasó muchos minutos jugando a ese juego del limpiaparabrisas que tan aburrido resulta. Llegaron bastante los dos laterales, Navas y Grimaldo, y centraron mucho y bien, pero no es lo mismo. No es lo mismo tener la electricidad de los chavales que no tenerla, una obviedad hoy incuestionable para nadie.

Tanto fue decayendo la cosa que por poco no se lleva un susto la selección. Por poco y por David Raya, que no va a ser titular mientras esté Unai Simón, pero que ayer terminó siendo el mejor del equipo, parando tres o cuatro disparos albaneses que eran gol y evitando el sinsabor de un empate que probablemente mereció Albania, corajuda y entusiasta en un tramo final intrascendente, pero feo. De la Fuente, antes, había agitado al equipo a ver si encontraba algo. Salieron Fermín, Yamal y Morata, pero para ese momento, el último cuarto de hora, España ya había desconectado y Albania perseguía un segundo punto de dignidad.

Un detective emocional, un Spielberg y un buscador de 'Keywords': ¿Quién es quién en el equipo de Luis de la Fuente?

Un detective emocional, un Spielberg y un buscador de ‘Keywords’: ¿Quién es quién en el equipo de Luis de la Fuente?

En el mundo del fútbol hay egos desmedidos, y la industria, en general, tiende a alejarse del aficionado en virtud de un ridículo elitismo. Es algo así como decirle al hincha no voy a explicarte el fútbol porque no lo entenderías, así que los protagonistas, cada vez más escasos, tiran de inanes lugares comunes. Por eso sentarse con dos miembros de un cuerpo técnico de élite y que hablen con naturalidad de su trabajo es algo excepcional. Pablo Amo, segundo entrenador de la selección, y Carlos Cruz, preparador físico, charlan con EL MUNDO sobre cómo es el día a día, el trabajo, del staff que ha puesto a España en la primera fila de los favoritos para ganar la Eurocopa. "Somos un cuerpo técnico democrático, porque Luis es el más democrático", avanza Pablo Amo.

El grupo de trabajo de Luis de la Fuente, compuesto por siete personas, es el siguiente: Carlos Cruz, preparador físico; Pablo Peña, analista y técnico audiovisual; Luis de la Fuente, claro, el seleccionador; Miguel Ángel España, entrenador de porteros; Antonio Gómez, readaptador físico; Javier López Vallejo, psicólogo; Pablo Amo, segundo entrenador; Juanjo González, técnico auxiliar.

Para saber más

Hechas las presentaciones, es momento de contar cómo trabajan. Todos viven en Madrid menos López «Yaviejo», como llaman cariñosamente al psicólogo, que vive en Pamplona, y Juanjo González, en Asturias. «Tenemos semanas que programamos para vernos todos en persona, pero durante el año, si no hay concentración cerca, nos juntamos por videoconferencia», explica Pablo Amo a este periódico. Según se acercan las convocatorias, el contacto ya es físico, se ven todos juntos en Las Rozas, donde trabajan en el despacho de Luis de la Fuente durante muchas horas. Comen habitualmente en el restaurante de la Ciudad del Fútbol, aunque tienen un lugar «secreto», allí muy cerca, donde se escapan a comer de vez en cuando. «Pero queremos que siga siendo secreto», bromea Amo.

Conectados siempre en el chat de Whatsapp, se reúnen todos los lunes o martes, tras cada jornada de fútbol, para poner en común sus conclusiones sobre los jugadores a los que sigue cada uno. «Nos dividimos los futbolistas para organizar mejor el trabajo», dice Amo, que se ha trasladado a vivir a Las Rozas. «Lo nuestro es mucho análisis, muchas horas, muchos vídeos... La comunicación con los jugadores no es mucha, es más observación que otra cosa. El que habla con los jugadores, sobre todo si están lesionados, es el míster», explica Carlos Cruz, el preparador físico.

Ambos, Amo y Cruz, hablan de un cuerpo técnico «cómplice» y «democrático». «Cómplice porque somos todos amigos, podemos hablar de cualquier cosa, argumentar lo que queramos. Tenemos un líder que nos guía y que nos tiene en cuenta, aunque luego las decisiones últimas son suyas, claro», dice Cruz, y confirma el segundo entrenador: «El cuerpo técnico está jerarquizado. La opinión más preponderante es la del responsable del área concreta sobre la que hablemos. Luis muestra mucha seguridad en sí mismo admitiendo las opiniones ajenas». Miguel Ángel España 'manda' al hablar de porteros, Cruz si hablamos del estado físico... "Juanjo, por ejemplo, es nuestro especialista en ABP", dijo ayer De la Fuente. ABP son las siglas de a balón parado, es decir, que Juanjo es quien trabaja las jugadas de estrategia. De la Fuente, por cierto, habla siempre con un extremo cariño, y en plural, de sus ayudantes.

De izquierda a derecha, y de arriba abajo, Carlos Cruz, preparador físico; Pablo Peña, analista y técnico audiovisual; Luis de la Fuente, claro, el seleccionador; Miguel Ángel España, entrenador de porteros; Antonio Gómez, readaptador físico; Javier López Vallejo, psicólogo; Pablo Amo, segundo entrenador; Juanjo González, técnico auxiliar.

De izquierda a derecha, y de arriba abajo, Carlos Cruz, preparador físico; Pablo Peña, analista y técnico audiovisual; Luis de la Fuente, claro, el seleccionador; Miguel Ángel España, entrenador de porteros; Antonio Gómez, readaptador físico; Javier López Vallejo, psicólogo; Pablo Amo, segundo entrenador; Juanjo González, técnico auxiliar.P. G.RFEF

Las listas de convocados, también la de esta Eurocopa, terminan de confeccionarse en las horas previas. Siempre hay alguna duda de última hora que termina resolviendo el seleccionador. «Nos movemos mucho también por estados de forma de los jugadores. Mira el caso de Ayoze esta vez», explica Pablo Amo. Y una vez concentrados, dentro de un gran campeonato como este, el primero a nivel absoluto para casi todos, pero no atendiendo a las categorías inferiores, hay mucho trabajo hecho. Por ejemplo, el análisis previo de los rivales. «Primero Juanjo [González] me pasa unos análisis previos, yo veo uno de los partidos importantes del rival, y Luis los ve todos. Nos juntamos para unificar criterios y dónde vamos a poner el énfasis a los jugadores, por ejemplo en cómo hay que jugarle a Albania. Luego tenemos a Spielberg [Pablo Peña, el analista y técnico audiovisual], que busca las imágenes que queremos. Cuando no llegamos con las imágenes, hacemos presentaciones en Keynote, que es lo más parecido a una pizarra», cuenta con tono didáctico.

¿Qué imágenes les ponen a los jugadores? «Son situaciones reales de juego, suyas y del equipo contrario. Se trata de que el jugador vea que, cuando hace determinado movimiento que nosotros le pedimos, eso encaja perfectamente en las debilidades del rival. Es un trabajo duro, porque igual la situación de juego que le queremos poner a un jugador no se produce durante 88 minutos del partido anterior del rival, igual se produce sólo dos veces. Pues son esas dos veces las que hay que enseñarle». Es un proceso estructurado, mecánico, porque si no, no daría tiempo. Todas las selecciones que son posibles rivales tienen su informe preliminar y sus partidos grabados.

En su fortín de Donaueschingen, en una de las salas del impresionante resort donde se aloja la selección estos días, pasan las horas estos siete hombres mientras los jugadores están con la Play o jugando al golf. Luego, en las sesiones de vídeo, llega el momento de transmitir toda esa información a los chicos. «Para eso son fundamentales las keywords», avanza otra vez Pablo Amo.

Antonio Gómez, con Lamine Yamal.

Antonio Gómez, con Lamine Yamal.PABLO GARCÍARFEF

«Son palabras que nosotros utilizamos para provocar situaciones de juego. Son palabras muy entendibles y que desencadenan comportamientos muy identificables. Son palabras llave, que han de ser fácilmente identificables durante el juego, un juego que va muy rápido, donde no hay dos jugadas iguales», continúa el técnico, y pone un ejemplo. «Nosotros decimos: 'cerca del área, compañero...'». La frase no está completa por expreso deseo del cuerpo técnico. Esa es una de las keywords de la selección, y significa, traducido al castellano, que si al poseedor del balón le ocurre una situación determinada, los desmarques han de ser hacia un lugar concreto. Eso sí, matiza el que sabe de esto: «Eso genera unos movimientos preestablecidos por unos lugares determinados».

Otro ejemplo: «Mal control, presión al hombre más cercano por dentro». Y si oyen eso, o si lo ven, los jugadores saben que deben ir a la presión del rival más cercano por dentro, es decir, dejándole la salida hacia la banda en el mejor de los casos. «La clave de la presión que nos caracteriza, o de un buen bloque medio, es la seguridad. Que el jugador sepa que, cuando él salte a la presión, los demás van a ir con él». En todo caso, el objetivo último es «que el jugador se sienta bien». Por cierto, ¿qué harán si ganan la Eurocopa?

Pablo Amo sonríe. «No quiero pensarlo. No estamos dejándonos llevar. Seguimos igual, y detectamos, y para eso nos ayuda mucho Vallejo, el psicólogo, que enseguida detecta el ambiente emocional de un grupo, detectamos, te decía, que todo está como tiene que estar, que los chicos están tranquilos. Yo, en 21 años de carrera, he sentido sólo dos veces ese algo mágico que se produce cuando un grupo de personas se junta y de repente, todo fluye. Estamos bien, queremos seguir así. Nada más».

Luis de la Fuente, sobre la situación de Pedro Rocha: “No nos preocupa para nada”

Actualizado Domingo, 23 junio 2024 - 20:11

Como no quiere equivocarse, Luis de la Fuente a veces se pasa de frenada. Nada grave, pero fue muy llamativa su primera respuesta. "Nos jugamos muchísimo contra Albania. Nos jugamos prestigio, reconocimiento, seguir mejorando... Vamos a afrontar este partido como si fuera el último, pensando sólo en ganar". Más allá de la grandilocuencia, algo excesiva teniendo en cuenta que es el tercer partido de la primera fase, que España ya es primera de grupo y que Albania es el rival menos peligroso del grupo, lo cierto es que el seleccionador se va a tomar en serio el partido.

Eso no quiere decir que vayan a jugar los titulares. De hecho, los cambios se anuncian masivos. "No pensamos en quién puede descansar, mañana a posteriori seguramente diréis ha descansado este, o el otro... Vamos a hacer una alineación pensando en quiénes son los mejores jugadores para el plan de juego que tenemos", ha dicho el técnico, al que también le preguntaron cómo había sentado en la concentración la petición de inhabilitación de seis años por parte del TAD para el presidente, Pedro Rocha.

"Tenemos un escudo y una piel muy gorda. En la concentración pensamos sólo en fútbol. No nos afecta para nada", ha respondido, y no se ha vuelto a hablar del tema. Sí se ha vuelto a hablar de quién va a jugar y quién no. "No soy de inventos, si puedo uso los jugadores en sus puestos. Quiero que se sientan todos igual de importantes". Dijo el seleccionador albanés, Sylvinho, que España podría ganar la Eurocopa con su segundo equipo. "Siempre se agradece que se hable bien de uno, pero no podemos relajarnos. A los jugadores, tras cada entrenamiento, siempre les decimos: 'mañana esto se puede mejorar'".

Tampoco la preocupa al seleccionador que Nacho acabe de cerrar su fichaje, que Dani Olmo anunciase que haría lo mismo antes del final del torneo y que muchos otros no sepan dónde van a jugar el año que viene. No le preocupa casi nada al seleccionador, tranquilo con un equipo que funciona y que, más allá de Albania, espera ya rival en octavos de final el próximo domingo en Colonia.

Los detalles de la preparación física de España, la locomotora de la Eurocopa: sistemas de tracking, GPS y análisis de sangre

Los detalles de la preparación física de España, la locomotora de la Eurocopa: sistemas de tracking, GPS y análisis de sangre

Nada más sentarse en la sala de prensa del Aufschalke Arena, el seleccionador italiano, Luciano Spalletti, tomó la palabra. «Ha habido demasiada diferencia con España en frescura y brillantez. Es la base. Si no tienes la forma física de los demás, no puedes tomar las decisiones con la misma velocidad y tiempo de reacción. Si tienes enfrente a un rival con esa calidad técnica, vas a perder lucidez y cualquier posibilidad de reaccionar. Ellos tenían rápidas las piernas más allá de la calidad técnica, con esa velocidad de Lamine Yamal. Los tiempos de reacción son diferentes y eso te lleva a equivocarte en pases fáciles. Pero la raíz es la forma física».

Las piernas de la selección española, el equipo que más ha corrido tras estas primeras dos jornadas, es una de las comidillas de la Eurocopa. Los jugadores de Luis de la Fuente han recorrido 235,03 kilómetros, seguidos muy de cerca precisamente por Italia (234) y lejísimos, por ejemplo, de Croacia, el otro equipo con el que ha jugado, que apenas suma 149,24 kilómetros. Entre los cinco jugadores que más han corrido hasta ahora hay dos españoles: Fabián Ruiz (23,7 km) y Rodrigo (23,4), tercero y cuarto respectivamente.

Para saber más

España es el conjunto que más balones recupera (82) y el que más faltas ha hecho (32). Y todos estos datos no van acompañados de la exuberancia ofensiva de antaño. Por ejemplo, suma apenas un 51,5% de media de posesión entre los dos partidos (es la 14ª del torneo) y ha realizado 89 ataques, por los 153 de Alemania, la otra selección que está recibiendo más elogios. Los jugadores presumen de estos datos. «Sabemos que con balón somos buenos, pero si apretamos y le ponemos ganas, si trabajamos como equipo sin balón, podemos recuperarlo pronto», decía Cucurella tras el segundo choque.

Así las cosas, las miradas se vuelven hacia Carlos Cruz (Móstoles, Madrid, 1986). Él es el preparador físico del equipo, y atiende a EL MUNDO con un punto de timidez: «Es que no me gusta hablar», se disculpa en las bambalinas de la zona de prensa que la Federación tiene en Donaueschingen. Trabajó en las categorías inferiores del Madrid y lleva muchos años con Luis de la Fuente. «Estamos en condiciones normales, no superlativas. Estamos bien», explica quitándose importancia, algo que ocurre durante toda la charla. Sonríe cuando se le recuerdan todos los datos que hablan de una locomotora.

«Tenemos 26 jugadores y 26 estados de forma diferentes», cuenta para explicar que, a la llegada a la concentración, a todos los futbolistas se les realizaron una serie de pruebas, entre ellas unos análisis de sangre. A partir de los resultados de esos análisis, «buscamos equilibrar, buscar los estados óptimos en la recuperación. La competición nos va a ir poniendo en forma. Lo importante es que recuperen bien y a partir de ahí, trabajar», cuenta en un tono didáctico. Hay una cosa muy importante. La selección, su staff, tiene a su disposición los últimos avances tecnológicos. Los sistemas de tracking (un software que detecta los movimientos del jugador, su intensidad, su relación con otros compañeros y con el balón), los chalecos GPS (para medir los esfuerzos y las distancias, el gasto calórico, etc...) y la Inteligencia Artificial. Pero...

Cucurella, en una pugna con Chiesa.

Cucurella, en una pugna con Chiesa.AP

«Pero la comunicación con el jugador es lo más importante. Es una comunicación subjetiva, no apoyada en datos, pero yo me fío más de lo que me dice un jugador sobre cómo se siente, si está fatigado o no, que de lo que me dicen las máquinas», sorprende Carlos, un chico delgado, inquieto, que estos días, junto a los médicos y a la nutricionista, Toscana Viar, tiene una obsesión: «Estamos haciéndoles tests de hidratación a los jugadores, para ver qué nivel de hidratación tienen, también antes y después de los partidos». De ahí sale una dieta y unos niveles de ingesta de líquidos mínimos para cada futbolista. Nada queda al azar en un equipo profesional. Y menos en este que aspira a ganar la Eurocopa.

De nuevo insiste Cruz en que no está España en un nivel superlativo. «Estamos bien. En virtud de nuestro modelo de juego, los jugadores, que son fantásticos, están haciendo lo que pedimos. El objetivo principal es el resultado, pero queremos conseguirlo a través del juego», cuenta. Y Laporte, que sabe de esto, lo corrobora. «Es nuestro ADN. Nosotros no somos un equipo que sepa esperar, somos un equipo de presionar, de correr mucho, de ser generosos en el esfuerzo. Es lo que nos pide el entrenador y lo hacemos», reflexiona.

Términos técnicos

Carlos, hacia el final de la conversación, descubre algunos de esos términos que para los profanos suenan a coreano. «Vamos recopilando datos de los jugadores todo el año y vemos el crónico agudo de ese estado físico del jugador». Eso, el crónico agudo, viene a ser... Es mejor no intentar explicarlo, porque el jardín es de los severos, y Carlos pone cara de que tampoco es fácil explicárselo a un profano.

«Tenemos jugadores con 5.500 minutos en la temporada y otros con 1.200. Por eso la comunicación con ellos es importantísima. Son muy buenos técnicamente, son muy buenos tácticamente y son muy buenos también físicamente», concluye, diciendo que no están pensando en los octavos, sino en llegar bien al partido ante Albania. Pero Luis, su jefe, es más explícito. «El próximo partido nos permite refrescar un poco al equipo».

Nacho deja el Real Madrid por el Al Qadsiah de Míchel

Actualizado Sábado, 22 junio 2024 - 19:55

El capitán y canterano del Real Madrid, Nacho Fernández, abandonará la disciplina blanca la próxima temporada rumbo al fútbol saudí. El defensa ha firmado un contrato de dos años y 8 millones netos por temporada con el equipo de Míchel, el Al Qadsiah.

Al parecer, el entrenador madrileño ha llamado al futbolista los últimos días para convecerle de la propuesta deportiva en su equipo. El fichaje del defensa blanco se cerró el pasado martes, con el jugador en plena disputa de la Eurocopa de Alemania con la selección española.

Así, Nacho se despide del conjunto blanco tras levantar la decimoquinta Champions League como capitán del equipo. Este trofeo era el sexto que conseguía el defensa de Alcalá de Henares, el que más junto a Dani Carvajal, Luka Modric y Toni Kroos, quien también dejará el Real Madrid, aunque en este último caso es porque ha decidido retirarse.

En total, el madrileño ha logrado 26 títulos con el conjunto blanco. Es uno de los jugadores, junto a los antes mencionados, más laureados de la historia del Real Madrid.

Se han terminado por confirmar los rumores que rodeaban la salida de Nacho desde el final de temporada. Su no renovación con el club de Chamartín tras 23 años, 14 de ellos en el primer equipo, era un mal presagio respecto a su continuidad en el conjunto que dirige Carlo Ancelotti.

Se decía que la MLS podría haber tentado al madrileño, pero finalmente ha sido Míchel, otra leyenda en el Real Madrid, el que ha conseguido convencer al jugador de 34 años.

La ejercicios espirituales de Laporte: “Me tomé un respiro, me tumbé en la cama y pensé: ‘¿Tan mal lo estoy haciendo?'”

Actualizado Sábado, 22 junio 2024 - 13:33

Para el que no lo sepa, y no tiene por qué saberlo, la Federación española (y todas las Federaciones), en los grandes campeonatos montan un centro de prensa (o Media Center, en inglés) para los periodistas desplazados. Normalmente son carpas blancas instaladas para la ocasión en las que hay que poner el aire acondicionado. Sin embargo, en la de Donaueschingen hay que rezar para que no se venga abajo cuando cae una tromba de agua como la que ha coincidido este sábado con la rueda de prensa, esperadísima, de Aymeric Laporte.

El central de origen francés tiene como cualidad que no se calla nunca. Es sincero. Es directo, y le importa más bien poco lo que piensen de él. Al menos, esa es la imagen que ha transmitido desde que llegó a la selección, justo antes de la Eurocopa de 2021. En su primera comparecencia, se enganchó con un periodista que le preguntó por su sentimiento español. "Es una pregunta bastante fuerte", dijo antes de contestar: "Voy a darlo todo para ganar con la selección y eso es lo que importa". Como resulta que estos días atrás él ha sido motivo de crítica, cuando no de mofa, por su presuntamente precario estado físico, su comparecencia había levantado mucha expectación.

Sin embargo, ha comparecido un Laporte zen. Tranquilo, calmado, como recién llegado de unos ejercicios espirituales, no ha entrado a ninguna polémica, no se ha enfrentado con nadie y no ha habido guerra. Eso sí, ha dejado las cosas claras. "Ha habido de todo, se ha especulado mucho, no había tanta información sobre mí como para opinar sobre mi estado de forma. Hay muy mala información, se leen más titulares de la cuenta. He llegado cuando se me dijo y me he preparado por mi cuenta para llegar bien a esta competición", ha dicho.

Difamar, no

El futbolista, desde hace un año jugador de una liga menor como la de Arabia Saudí, ha respondido con calma. "A todos los futbolistas nos critican. Pero lo que sí pedimos es que no nos difamen, porque eso le pasa factura más que a nosotros , a nuestras familias. No es necesario difamar", ha pedido, antes de explicar cómo ha afrontado toda esta situación: "Me han llegado a molestar, y mucho, algunas cosas que se han dicho. Pero un día me tomé un respiro, me tumbé en la cama y pensé: '¿tan mal lo estoy haciendo? ¿tan mal estoy haciendo las cosas como para que me critiquen así?' Si estoy haciendo todo para llegar bien, y competir. Entonces entendí que no era contra mí, que es gente que quiere desestabilizar a la selección".

Ha tenido hasta un punto de humor. Alguien le ha preguntado por qué no ha salido antes a dar explicaciones. "Pues porque no me han pedido salir a rueda de prensa. Aparte no tengo que salir a desmentir cosas que no son verdad. No estoy aquí para la prensa, estoy aquí para jugar", ha resuelto uno de los líderes del vestuario, uno de esos tipos intocables para el seleccionador, Luis de la Fuente, que el primer día, antes de jugar contra Croacia, le defensió sin miramientos. "Agradezco a Luis el detalle de contestar como contestó. Eso es síntoma de que el grupo está unido".

No quiso entrar ni siquiera en la polémica generada por un tuit de un cantante, que atiende por Willy Bárcenas, criticando el origen francés de los dos centrales españoles. "Pedimos que no difamen", ha insistido. "Para mí la selección es lo más importante en mi carrera, es donde más he disfrutado en los últimos años. Es un orgullo representar a España, cada vez que visto la camiseta me siento muy orgulloso", ha concluido.

Querétaro, Viena, Durban, Kiev… y Gelsenkirchen: los cinco mejores partidos de la historia de la selección

Actualizado Viernes, 21 junio 2024 - 22:45

«¡Mammmmma mía!». La expresión de un periodista italiano, cerca de la una de la madrugada del viernes, en los alrededores del inhóspito Aufschalke Arena, venía a resumir, y no mal, lo que se pudo ver en el España-Italia que, desde este momento, pasa a formar parte del altar de los mejores partidos de la historia de la selección. El contundente «Piccola Italia» de la Gazzetta dello Sport era lo menos contundente de una prensa europea que ayer se r

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España baila con Italia y asegura el pase a octavos como primera de grupo

España baila con Italia y asegura el pase a octavos como primera de grupo

En el minuto 84, la afición italiana celebró un córner como si fuera un gol, y quizá no haya mejor resumen que ese para explicar lo que fue el partido de anoche. Un España-Italia dominado de principio a fin por España, mucho mejor, más vertical, más atrevida, más divertida, más coral, más todo. A lomos de un futbolista brutal como Nico Williams, la selección de Luis de la Fuente bailó con Italia, hizo con ella lo que quiso y certificó, más allá de lo ajustado del marcador, dos cosas: primero, que jugará los octavos de final y, segundo, que en Alemania hay un señor equipo y se llama España. [Narración y estadísticas (1-0)]

Cuando Vincic, un árbitro terrorífico cuyo único mérito debe ser compartir nacionalidad con el presidente de la UEFA, dispuso el descanso, España había hecho 25 ataques, por cinco de su rival; había disparado nueve veces, por una de su rival (de ellas, cuatro a portería, por ninguna del rival); había dado 299 pases, por 177 del rival... ¡Ah! Y había tenido el balón un 61% por el 39% del rival, pero como el debate de la cansina posesión ha sido superado, quede a título meramente informativo. Cuando Vincic, pues, dispuso el descanso, España había hecho suficientes cosas como para ir ganando el partido, pero su rival, Italia, salió indemne del primer tiempo, que era lo mejor que le podía pasar. La selección, mucho mejor en todas las facetas del juego, más dinámica, más peligrosa, más ambiciosa, se dejó en las manos de Donnarumma y en sus propia ceguera la opción de ponerse por delante.

Aprovechando unas molestias de última hora de Nacho, De la Fuente dio carrete a uno de sus fetiches. Laporte es un futbolista con una jerarquía incuestionable al que solamente su decisión de jugar en una Liga de juguete, con todo lo que ello conlleva, permite cuestionar. El central zurdo es uno de los referentes del vestuario y en tanto que eso, que líder, supone un asidero hasta emocional para el equipo a juicio del entrenador. Quitando eso, el resto fueron los mismos que el sábado, no hace ni una semana, tiraron menos, atacaron menos, pero iban ganando 3-0 al descanso.

Sin noticias de Chiesa y Barella

La primera jugada fue un aclarado para dejar a Nico frente a frente con Di Lorenzo. Le encaró y sacó un centro que, de no haber sido Pedri el cabeceador, hubiera sido gol. Pero el menudo mediapunta remató con la destreza con la que hubiera colgado una lámpara. Ninguna de las suertes le resulta familiar, de modo que, con toda la portería para él, se la puso a Donnarumma en el guante. El portero italiano, con todo, sufrió para sacarla por lo cercano del remate. Los italianos, por cierto, también eran los mismos que le ganaron a Italia. Spalletti, un buen técnico, está construyendo desde el verano pasado un equipo bastante apañado, pero no cuenta con la calidad individual de otras épocas. La baja forma de Chiesa y Barella, probablemente sus dos mejores jugadores, tampoco ayuda.

La segunda jugada fue más de lo mismo. Nico contra Di Lorenzo. Vencedor, Nico. En el otro costado, Lamine Yamal estaba más vigilado, primero por Di Marco, el lateral, pero luego por Barella y Pellegrini, atentísimos a esas ayudas. España intentó probarse otra vez su traje nuevo de equipo vertigionoso, y un balón largo de Unai Simón lo bajó Morata para Pedri, y Pedri para Morata y Morata para Nico, que a medio metro de la portería hizo lo más difícil que podía hacer en su remate de cabeza: echarla fuera.

España veía pasar por delante ya muchas opciones, media docena a la media hora tras un eslalon de Lamine, un disparo desde su casa de Fabián que despejó apuradísimo Dunnarumma y un 'huy' de Morata, algo ofuscado. Veía pasar España esas opciones y observaba un partido raro, con Italia relativamente cómoda pese al acoso y con algún susto cuando Scamacca lograba, fue muy pocas veces, dejar de cara para que corrieran los de fuera. Nada serio. De hecho, lo más serio fue la amarilla a Rodri que le impedirá jugar contra Albania el lunes.

Chiesa, ante Cucurella, en el Veltins Arena.

Chiesa, ante Cucurella, en el Veltins Arena.AFP

A la vuelta del descanso, Spalleti quitó a Jorginho. El jugador del Arsenal las había pasado canutas con Pedri a su espalda. Entró Cristante, que le dejó un recado a Rodri a modo de saludo y que vio la amarilla. La tuvo Pedri tras otra buenísima jugada de todo el equipo, pero la envió, como Nico en la primera parte, incomprensiblemente fuera.

Prueba de madurez

Llegó el gol, no podía ser de otra manera. Y llegó, tampoco podía ser de otra manera, con Nico otra vez encarando a Di Lorenzo (el lateral del Nápoles va a tener pesadillas con el chico). Su centro no lo atrapó Donnarumma y Calafiori se lo metió en propia puerta. Era una prueba de madurez para el equipo, ya por delante tras haber jugado realmente bien y con un equipo enfrente, Italia, a la que le faltará calidad, pero nunca le sobra coraje (ni algo de suerte). Dio un paso adelante el equipo de Spalletti, no le quedó otra, pero entretanto Pedri no cazó una por muy poco y Nico, quá noche la suya, estrelló un balón en la escuadra.

Agotado Pedri y confuso Yamal, De la Fuente dio entrada a Ferran Torres y Alex Baena, dos que debutaban en el torneo, igual que Ayoze. Dio igual. España no concedió un solo tiro más a Italia. Fueron 20 tiros contra tres. Fueron 57 ataques contra 11. Fue poca posesión (56%). ¿Y? Fue, así como suena, un baile.

Nico Williams: “Me quise comprar un coche, porque tenía el dinero; le pregunté a mi madre y no me dejó”

Actualizado Miércoles, 19 junio 2024 - 22:47

Llega con el móvil, con el que pasa entre tres y cuatro horas todos los días, aunque con la sonrisa con la que estima el tiempo se intuye que es algo más. Nico Williams (Pamplona, 21 años) tiene una de esas risas contagiosas y una de esas personalidades que caen bien. Se extraña un poco cuando se le adelanta que, de fútbol, poco. Pero luego se relaja. Y se divierte. Y convierte las mentirijillas en respuestas sinceras de la juventud que tiene. Ju

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