EL MUNDO accede a varias comunicaciones internas de la Federación en las que Andreu Camps ordena publicar comunicados por orden de un Rubiales que ya estaba suspendido.
Entre el jueves 24 y el sábado 26 de agosto, la Federación Española de Fútbol vivió, entre las paredes de la primera planta del edificio principal de la Ciudad del Fútbol, un terremoto sin precedentes. Los colaboradores más fieles de Luis Rubiales tr
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María Tato, responsable de la Candidatura del Mundial 2030, ha puesto su cargo a disposición del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, y éste ha aceptado su renuncia.
La máxima responsable de la organización de la cita mundialista abandona su puesto tras revelar EL MUNDO que modificó las puntuaciones de las sedes dejando caer el estadio de Vigo e introduciendo el de Anoeta.
La RFEF va a dar una rueda de prensa en los próximos minutos para explicar el resultado de la investigación interna que abrió el pasado lunes después las revelaciones de este periódico.
El estamento federativo exigió a la propia Tato un informe en el que explicase el proceso de modificación llevado a cado por la comisión. La responsable de la misma lo presentó el martes por la noche y en éste defiende su actuación y traslada la responsabilidad de la modificación de las puntuaciones al resto de miembros del Equipo del Mundial. Asegura que consensuó con ellos los cambios, extremo que Fernando Sanz y Jorge Mowinckel niegan rotundamente.
Tato era la última persona que quedaba de la comisión para el Mundial 2030 por la parte española. Poco después de llegar Rafael Louzán a la presidencia de la federación decidió prescindir de Sanz y Mowinckel.
Cabe recordar que, tal y como desveló este periódico, los miembros del equipo de trabajo de la candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos, evaluaron los estadios españoles en una reunión celebrada el 25 de junio de 2024 en el despacho del ex directivo federativo Fernando Sanz en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. De aquella reunión salió un Excel con un ránking de puntuaciones en el que resultaban elegidos once estadios. El último clasificado era el del Celta de Vigo con una puntuación de 10,2004 puntos, superando a Anoeta, que quedaba en ese momento fuera con 10,1226.
Así fue la caótica reunión para decidir las sedes del Mundial 2030EL MUNDO
Sin embargo, apenas 48 horas después, el equipo evaluador retocó el Excel alterando la puntuación del estadio donostiarra, que pasó de golpe a tener una puntuación de 10,6026 (hasta ese momento disponía de 10,1226). De esta manera superaba a Vigo dejando en el lugar número 12 a la opción gallega, que quedaba automáticamente eliminada.
En el caso de Anoeta se modificó al alza uno de los subfactores, vinculado al proyecto técnico, pasando de 15 a 20 puntos. Concretamente el Subfactor A1, que llevaba por título: "Considerar el nivel de intervención que debe llevarse a cabo". Este subfactor representaba el 30% de la valoración total de este apartado técnico.
María Tato recibió en su correo electrónico las dos versiones de los Excel el 27 de junio a las 15.16 horas, tal y como acredita la documentación que obra en poder de este periódico. Que la opción de Vigo estaba incluida en los primeros planes de la RFEF lo confirma, además, otro correo electrónico que obra en poder de este diario, que fue remitido por María Tato al actual presidente y entonces vicepresidente Rafael Louzán el 26 de junio.
"Querido Rafa, te escribo unas líneas sobre la situación actual, siguiendo tus indicaciones para poder informar al detalle a Pedro (Rocha, entonces presidente de la RFEF)". Tato le contó a Louzán los "criterios de baremación" que habían estado empleando, "basándonos en los usados por la FIFA en el último mundial elegido: Brasil 2027 Femenino".
Le resumía que habían valorado en un "80%" los "criterios técnicos" y en un "20% los documentales", pero que el Gobierno había terciado pidiendo que se introdujeran, además, "criterios estratégicos" que debían contar con un peso de un 35%. Le indicaba que el Ejecutivo quería premiar la "vecindad", es decir, "aquellas sedes que estén cerca de la frontera de los otros dos países" y que ese criterio "únicamente afecta a Vigo".
Por lo que, con la propuesta gubernamental, "garantizan la sede de Vigo", subrayaba. Por último, le apercibía de que la información que le facilitaba era "únicamente a efectos de su conocimiento y del presi", que "no se debe filtrar nada" y que contenía "datos no confirmados, sólo propuestos" hasta ese momento ya que estaban analizando si aplicaban la modificación de los baremos propuesta por el Ejecutivo.
Pese a ello, el 28 de junio, esta trabajadora de la RFEF remitió la clasificación retocada en favor de Anoeta a los miembros del Comité Ejecutivo de la candidatura mundialista y desechó la versión inicial que favorecía a Vigo y las indicaciones gubernamentales. Lo hizo mediante un correo electrónico remitido a las 12.43 horas.
La Guardia Civil interrogó hace varias semanas al ex director financiero del FC Barcelona, Pancho Schröder, por los pagos a José María Enríquez Negreira. Según ha podido saber EL MUNDO, la Unidad Central Operativa (UCO) tomó declaración en calidad de testigo durante varias horas al responsable de las finanzas del club azulgrana durante la presidencia de Josep Maria Bartomeu para aclarar el protocolo interno que se siguió para abonar las facturas que expedía el ex vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA) y quiénes fueron responsables de materializar estas operaciones en el seno de la entidad.
Según fuentes próximas a las pesquisas que dirige el juez Joaquín Aguirre, Schröder explicó en detalle el protocolo de desembolsos existente en el FC Barcelona y desplegó una explicación técnica de la relación con los proveedores en el club catalán. Quien fuera el responsable financiero azulgrana contó a la Guardia Civil que en ningún momento advirtieron en su departamento que tras las sociedades Nilsad, Dasnil o Soccercam se encontraba el número dos del estamento arbitral y que se procedió al abono de las facturas por asesorías arbitrales al constatar que los contratos eran validos, vigentes y que el Área Deportiva del club confirmaba la recepción de los trabajos contratados.
La Guardia Civil requirió a este antiguo directivo por qué no saltaron las alarmas en el Departamento de Compliance al estar contratando con un dirigente arbitral en activo y Schröder indicó que dicho departamento se crea bajo la presidencia de Bartomeu y que al tratarse de una contratación muy antigua, que se remontaba a unas dos décadas atrás, y que en casos de renovaciones contractuales como esta los informes favorables de Compliance no eran una condición previa. Por lo que, abundó, el Área de Compliance no habría entrado a analizar estas empresas como sí lo hacía habitualmente con proveedores que se habían incorporado recientemente a trabajar con el club.
Nunca sospecharon de la empresa de Negreira
Schröder detalló la tramitación que siguen habitualmente los pagos a empresas externas en el Barça, subrayó que en su departamento se limitan a constatar que los trabajos se amparan en un contrato vigente, que los trabajos se han realizado y a librar los pagos. Asimismo, recalcó que el FC Barcelona facturaba en su época en torno a 1.000 millones de euros y que contaba con cientos de empresas proveedoras de servicios, por lo que en ningún momento las de Negreira les despertaron sospecha alguna.
Por último negó haber recibido indicación alguna del presidente del club en referencia a estos pagos; haber tenido contacto con Negreira o con su hijo, que también facturó al club; y aseguró haberse enterado de que el Barça lo había tenido contratado cuando estalló el escándalo hace más de un año.
El interrogatorio a Schröder se enmarca en la orden del juez a la Guardia Civil de determinar qué mandos del club tenían "dominio del hecho" sobre estas operaciones económicas. Tal y como reveló este diario, la intención del instructor del caso Negreira con la toma de testificales de mandos intermedios del club, pasa por determinar si amplía o reduce la relación de investigados al tiempo que pretende profundizar en la dinámica interna para averiguar si medió una orden de los presidentes para que los pagos a Negreira eludieran los controles internos de la entidad azulgrana.
No conocían el destino del dinero
El ex responsable financiero también aseguró desconocer el destino final del dinero cobrado por el ex número dos de los colegiados españoles, que como ha acreditado la investigación, sacó la mayor parte de los fondos de sus cuentas en efectivo.
El juez Aguirre mantiene en estos momentos como investigados en la causa a los ex presidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu así como a ex altos directivos como Óscar Grau al advertir indicios de un delito de corrupción deportiva. El instructor ya ha documentado que el Barça pagó en torno a ocho millones de euros a Negreira durante 20 años y sostiene que la intención del club era la de influir a su favor en los resultados deportivos.
«Vamos allá. Vamos a meter valores en el Excel a ver qué nos queda. La primera prueba de las 800 que haremos hasta que nos cuadre con el resultado». María Tato, directora de la Candidatura del Mundial 2030 en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), se dirigió en estos términos al resto de evaluadores en la caótica reunión que mantuvieron el 25 de junio de 2024 en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas.
De ese encuentro salió la primera clasificación, que incluía el estadio de Balaídos entre los 11 estadios elegidos. Sin embargo, dos días después, tal y como ha desvelado este periódico, se modificó la puntuación para dejar caer al estadio gallego y dar entrada al vasco de Anoeta.
La alteración en las puntuaciones se llevó a cabo sin que se volviera a reunir el equipo del Mundial 2030 y sin que se justificara debidamente el cambio, que variaba por completo el resultado de la votación.
EL MUNDO ha tenido acceso en exclusiva a la grabación de la reunión en la que se puntuaron las sedes del Mundial que organizará España junto a Portugal y Marruecos. La cita se celebró en el despacho del ex jugador del Real Madrid y ex responsable del equipo organizador, Fernando Sanz, y le acompañó Joana Soares, del Área de Estrategia.
A lo largo de unas tres horas, los presentes, a los que se incorporó posteriormente otra empleada federativa, Marta Alcalde, fueron analizando las diferentes sedes y puntuando de manera confusa y desordenada. «Vamos a ir dando puntuaciones y ya está», dijo Tato. «Las que des tú, están bien», indicó Sanz.
"Estamos tardando la de Dios"
«Empezamos con Riazor», coincidieron los evaluadores, mientras fueron leyendo los diferentes criterios de puntuación sin ponerse de acuerdo ya desde el inicio en qué querían decir exactamente. De esta forma comenzaron a discutir, por citar algunos ejemplos, sobre el plazo de finalización exacto de las obras de los estadios o las infraestructuras de las ciudades y se fueron alargando en la interpretación de los criterios mucho más de lo previsto. «Con un estadio estamos tardando la de Dios», advirtieron, al ver que el proceso se iba a alargar indefinidamente.
«Aquí la que se conoce los aeropuertos soy yo», terció Tato como máxima responsable, que llevó en todo momento la voz cantante, en referencia las conexiones entre las diferentes sedes mundialistas. «El aeropuerto de Coruña es pequeño, es la mitad que el de Bilbao, es muy pequeñito [...] (Conexión) con Marruecos no tienen una mierda», incidió a la hora de valorar esta cuestión.
El análisis de los criterios se fue complicando hasta provocar que los miembros del grupo de trabajo del Mundial perdieran los nervios al no tener claro de qué manera calificar. Tato expuso: «Vamos a meternos en la cabeza un criterio que nosotros consideramos 5 (puntos)». «Pues yo no tengo claro cuáles son los criterios de los aeropuertos», indicó otra de las presentes, ahondando en el desconcierto. De tal forma que los evaluadores coincidieron, por señalar otro ejemplo, en que no entendían bien los baremos de la FIFA en relación con las conexiones entre sedes y que llegaban a ver incluso criterios que estaban «duplicados».
«¿Tren tiene Coruña? ¿Sí, no? Pues ponle un 10»
«¿Tren tiene Coruña? ¿Sí, no? Pues ponle un 10», sentenciaron, intentando agilizar el ritmo del proceso de puntuación. «Esto va a ser más lento de lo que íbamos a pensar», se quejaron todos al tiempo que Tato advirtió de que «esto hay que mirarlo porque no es ponerlo a huevo, creo».
«No hay que tener tanto miedo», indicó Sanz, intentando desatascar la situación. El grupo de trabajo del Mundial también abordó cuestiones como si las sedes habían albergado acontecimientos deportivos o de otro tipo relevantes durante los últimos años. «¿Un concierto de Guns N' Roses es relevante?», se preguntaron. «No sabemos cómo interpretarlo», concluyeron. «Está muy mal explicado», consensuaron.
El proceso de puntuación se fue enrevesando entre problemas de comprensión de los baremos, la urgencia por tener listas las puntuaciones y la falta de información sobre las sedes hasta desembocar en escenas en las que los evaluadores llegaron a perder la compostura. «María, no te líes, coño, por no repetir todo 70 veces. ¿Cuenta con el certificado ambiental? Pues 20. Tira».
«Es que no tiene ningún tipo de sentido lo que han adjuntado, te cuentan aquí la historia de Las Palmas», se quejó Alcalde, en referencia a otro de los apartados al comprobar que una de las ofertas, en lugar de cuestiones técnicas, incluía referencias históricas.
María Tato, responsable evaluadora del Comité Técnico.RFEF
De aquella reunión salió finalmente un Excel con un ránking de puntuaciones en el que resultaban elegidos 11 estadios. El último clasificado era el del Celta de Vigo con una puntuación de 10,2004 puntos, superando a Anoeta, que quedaba en ese momento fuera, con 10,1226.
Sin embargo, apenas 48 horas después, el equipo evaluador retocó el Excel alterando la puntuación del estadio donostiarra, que pasó de golpe a tener una puntuación de 10,6026 (hasta ese momento disponía de 10,1226). De esta manera superaba a Vigo, dejando en el lugar número 12 a la opción gallega, que quedaba automáticamente eliminada.
Sanz intervino en la fase de evaluación pero no en la confección y modificación posterior de las puntuaciones. No en vano, ha explicado a este periódico que sólo tuvo conocimiento de la segunda clasificación y, en ningún caso, de la primera. Por lo que se considera una «víctima» si el proceso liderado por Tato alberga irregularidades.
En el caso de Anoeta esta empleada federativa modificó al alza uno de los subfactores, vinculado al proyecto técnico, pasando de 15 a 20 puntos. Concretamente el Subfactor A1, que llevaba por título: «Considerar el nivel de intervención que debe llevarse a cabo». Este subfactor representaba el 30% de la valoración total de este apartado.
Otro correo electrónico a Louzán
Tato recibió en su correo electrónico las dos versiones de los Excel el 27 de junio a las 15.16 horas, tal y como acredita la documentación que obra en poder de este periódico.
Que la opción de Vigo estaba incluida en los primeros planes de la RFEF lo ratifica, además, otro correo electrónico que obra en poder de este diario, que fue remitido por María Tato al actual presidente y entonces vicepresidente, Rafael Louzán, el 26 de junio. «Querido Rafa, te escribo unas líneas sobre la situación actual, siguiendo tus indicaciones para poder informar al detalle a Pedro (Rocha, entonces presidente de la RFEF)». Tato le contó a Louzán los «criterios de baremación» que habían estado empleando, «basándonos en los usados por la FIFA en el último mundial elegido: Brasil 2027 Femenino».
Le resumía que habían valorado en un «80» los «criterios técnicos» y en un «20% los documentales», pero que el Gobierno había terciado pidiendo que se introdujeran, además, «criterios estratégicos». que debían contar con un peso de un 35%. Le indicaba que el Ejecutivo quería premiar la «vecindad», es decir, «aquellas sedes que estén cerca de la frontera de los otros dos países» y que ese criterio «únicamente afecta a Vigo».
Por lo que, con la propuesta gubernamental, «garantizan la sede de Vigo», subrayaba. Por último, le apercibía de que la información que le facilitaba era «únicamente a efectos de su conocimiento y del presi», que «no se debe filtrar nada» y que contenía «datos no confirmados, sólo propuestos» hasta ese momento, ya que estaban analizando si aplicaban la modificación de los baremos propuesta por el Ejecutivo.
«Rogamos nos deis indicaciones, en caso de no recibir ninguna entendemos que podemos proceder»
Pese a ello, el 28 de junio, esta trabajadora de la RFEF remitió la clasificación retocada en favor de Anoeta a los miembros del Comité Ejecutivo de la candidatura mundialista y desechó la versión inicial que favorecía a Vigo y las indicaciones gubernamentales. Lo hizo en un correo remitido a las 12.43 horas.
«Estos son los documentos de trabajo con los que hemos realizado la elaboración del listado de las sedes seleccionadas», comunicó a otros responsables federativos como Elvira Andrés, Manuel Lalinde o Jorge Mowinckel. «Asimismo, adjuntamos el Excel con la valoración», añadió.
«Según nuestros cálculos, existen tres candidatas que no se evalúan ya que no han firmado requisitos fundamentales de la FIFA, como puede ser el acuerdo del estadio o de la ciudad por causas relacionadas con la negociación de las cláusulas de dichos acuerdos con FIFA». Se refería a «Gijón, Murcia y Valencia». «Asimismo -agregó- la sede de Vigo tendría la menor puntuación».
María Tato, en 2019, durante su etapa como vicepresidenta del Athletic.LUIS TEJIDO
Tato urgió a sus compañeros porque dijo que tenía que presentar el listado definitivo de sedes «en dos horas». «Rogamos nos deis indicaciones, en caso de no recibir ninguna entendemos que podemos proceder adelante con esta selección».
La referida selección acabó siendo definitiva y la RFEF la hizo pública varias semanas después. El viernes 19 de julio mediante un comunicado se anunciaban los estadios que «serán incluidos como candidatos a albergar encuentros en España de la Copa del Mundo FIFA 2030 tras el trabajo desarrollado durante los últimos dos años por el Comité Ejecutivo para nuestro país de la candidatura conjunta con Marruecos y Portugal, en el que está integrado el Gobierno a través del CSD».
La RFEF desvelaba, además, que se había «analizado» la posibilidad de «ampliar hasta 13» el número de estadios, pero que las federaciones portuguesa y marroquí habían «considerado que debe respetarse la normativa FIFA, donde se establecen 20 sedes como máximo».
De tal manera que las sedes elegidas fueron finalmente los estadios de Anoeta, Camp Nou, Gran Canaria, La Cartuja, La Rosaleda, Metropolitano, Nueva Romareda, Cornellá-El Prat, Riazor, San Mamés y el Santiago Bernabéu.