El técnico italiano pasó por rueda de prensa 24 horas antes de enfrentarse al Barcelona. “Courtois está descartado”, anunció. El once apunta a ser similar al de la final de París, cambiando a Tchouaméni por Casemiro.
Ancelotti, en rueda de prensa.PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP
A 24 horas del clásico contra el Barcelona, Carlo Ancelotti prometió “no inventar más” en sus alineaciones, consciente de que el último enfrentamiento contra los azulgrana salió mal (0-4 en el Bernabéu ante el eterno rival), entre otras cosas, por la elección de Luka Modric como sustituto de Benzema en la posición de falso nueve. “No hay inventores del fútbol, el fútbol está inventado hace mucho tiempo y está claro que no voy a inventar”, aseguró entre risas. “Está claro que el año pasado quise inventar algo y me llevé un palo. Como mentalidad, la alineación de París tiene de todo, mentalidad, ataca y defiende. Tenemos que hacer un partido completo y solo así se pueden ganar partidos y títulos”, añadió.
El equipo de París estuvo formado por Courtois, Carvajal, Militao, Alaba, Mendy, Casemiro, Modric, Kroos, Valverde, Vinicius y Benzema. Y la idea de Ancelotti es repetir ese once cambiando a Tchouaméni por Casemiro y asumiendo la baja por lesión del portero belga: “Está mejor, pero no ha entrenado y está descartado”, confirmó. Lunin, por tanto, volverá a actuar bajo los palos.
Si el técnico italiano copia parte de la alineación de la final de la Champions, significa que Rodrygo, uno de los mejores del Madrid en este inicio de temporada, repetirá como revulsivo.“Es un jugador extraordinario y contundente. Era revulsivo porque era suplente y no podía darle más minutos, pero ahora le estoy dando más y ha demostrado lo que es. Puede jugar en todas las posiciones de arriba”, valoró, admitiendo que “Benzema está mucho mejor físicamente”.
Sobre el rival, que llega después de empatar ante el Inter en Liga de Campeones, Ancelotti aseguró que no necesitar recordar a sus jugadores el 0-4 de la pasada temporada: “No va a afectar el partido del año pasado, es otro clásico. No es un partido de vida o muerte, es especial, pero la temporada es muy larga”. El famoso estilo volvió a ser debatible. “Yo pienso que tener un solo estilo no es lo más indicado porque a veces los jugadores cambian. Se trata de buscar una idea en la que los jugadores se sientan cómodos”.
El Real Madrid quedó eliminado en los cuartos de final de la Liga de Campeones Juvenil tras caer en los penaltis ante el AC Milán, que alcanza por segundo año consecutivo la Final Four de la competición. Gonzalo García adelantó al conjunto dirigido por Álvaro Arbeloa, pero Sia, con un golazo, igualó el marcado para los locales, triunfales en la tanda decisiva.
Después de caer las dos últimas temporadas en octavos, contra el Atlético, y en cuartos, contra el AZ neerlandés, el Madrid llegaba con cierta ilusión al Centro Sportivo Vismara, la ciudad deportiva del Milán. El cuadro italiano había llegado la pasada campaña a las semifinales, donde no superara al Hajduk Split, pero los madridistas confiaban en la buena racha del equipo, que sumaba 12 victorias consecutivas en Liga y venía de ser mucho mejor que el Leipzig en octavos (2-0).
En un choque a partido único, el Madrid inició el duelo dominando a su rival, un equipo más físico que técnico, y encontró buenas situaciones para poder adelantarse en el choque, pero le faltó el olfato que sí tuvo en la ronda anterior. César Palacios, uno de los mejores futbolistas de esta generación, pegó un disparo en el palo en el minuto 11, mientras que Yusi y Fortea, balas por las bandas, generaron varios acercamientos peligrosos.
No fue hasta el minuto 30 cuando el Madrid encontró el gol por medio de Gonzalo García, que ya ha debutado con el primer equipo. El delantero anotó un penalti hecho sobre Fortea, omnipresente, y puso por delante a los de Arbeloa.
El gol empujó todavía más al Madrid, que pudo ampliar la renta antes del descanso por medio de Hugo de Llanos. Raveyre, guardameta rossonero, estuvo acertado.
Tras el intermedio, el Milán encontró el empate gracias a un golazo de Diego Sia, que regateó a media defensa y definió con clase ante Quetglas. El empate hizo daño al Madrid y espoleó a los italianos, que tuvieron varias opciones para completar la remontada.
En el tramo final, y con los dos equipos conscientes de que no había prórroga y se iba a ir directamente a los penaltis, el miedo y la tensión evitaron grandes ocasiones y todo quedó visto para la sentencia de la pena máxima.
Desde los once metros, Dani Yañez y Pol Fortuny erraron sus lanzamientos, y aunque Quetglas detuvo uno de los milanistas, Zeroli, capitán local, anotó el último y dio el pase al Milán.
El Madrid se vuelve a quedar en la barrera de la Final Four, a la que no llega desde la Youth League que ganara en la temporada 2019-2020, con Raúl González en el banquillo y Miguel Gutiérrez o Sergio Arribas en el campo.
Francia será el rival de España en semifinales de la Eurocopa tras superar a Portugal en los penaltis de un partido lento, gris y aburrido. Después de firmar un poco apasionante 0-0 durante 120 minutos, galos y lusos se retaron en una tanda en la que sólo falló Joao Félix, estrellando su disparo en el palo. [Narración y estadísticas (0-0, 3-5)]
Francia juega feo. Ni mejor ni peor, feo. Fue así cuando levantaron el Mundial en 2018 y está siendo así ahora en Alemania mientras tienen en el vestuario la supuesta mejor plantilla del torneo. Así es y así lo quiere Deschamps. Porque jugar feo también implica jugar un poquito bien. Porque Francia, que juega feo, también juega bien: defiende de forma extraordinaria, es el cuadro más sólido de la competición y es extremadamente difícil sorprenderle en transición. Aunque seas Portugal.
Deschamps, cauto en sus nuevas ideas, introdujo dos cambios en su supuesto once ideal. Uno obligado, el de Camavinga por el sancionado Rabiot, y otro por la inercia de los partidos, dándole la oportunidad a Kolo Muani, goleador ante Bélgica, en lugar de Thuram. Enfrente, Roberto Martínez fue fiel a su alineación de gala, con Cristiano Ronaldo en punta.
Lo «feo» que juega Francia se vio en una primera parte táctica, lenta, predecible y sin ocasiones claras. Como contra Bélgica, se trata del escenario favorito de Deschamps, porque a pesar de que Portugal fue la selección que propuso más sobre el césped, acumuló más posesión y más córners, llegó al descanso sin realizar ningún disparo a puerta.
Duelo de mínimos
Después del sofocón que fue la prórroga del España - Alemania en la tribuna de prensa, los ojos se cerraron durante un primer cuarto de hora de pura indiferencia. Futbolistas del máximo nivel mundial agazapados en un duelo de mínimos. Portugal asumió la posesión y quiso morder, pero el físico francés es superior a todo en esta Eurocopa. Implacable. Sólo Leao, fino, fue capaz de crear peligro venciendo en el choque de la noche a Koundé. Las llegadas a la línea de fondo del jugador del Milán fueron lo mejor de los lusos, pero ningún centro alcanzó a un Cristiano bien marcado por Saliba y Upamecano.
En el 19, Theo Hernández tuvo la gran ocasión de Francia en el primer tiempo al probar desde lejos a un inspirado Costa. Al minuto siguiente, Mbappé apareció por única vez en el tramo inicial al encontrar la línea de fondo, pero Costa volvió a estar hábil. Poco más de un equipo llamado a ganar el torneo. Francia, como en los goles en propia puerta de Austria y Bélgica en el debut y en octavos, busca que su rival falle. Que el partido caiga de su lado por su propio peso como hormigón armado. Lo que es su equipo. Una situación que tarde o temprano se le puede volver en contra. Saliba y Pepe fueron los mejores del primer tiempo y eso lo dice todo. Superiores a Cristiano y Mbappé.
Tras el descanso y con el paso de los minutos, el partido se abrió. Contagiados el uno por el otro, el duelo subió revoluciones cuando los equipos empezaron a sentir el miedo a perder. En el 60, Cancelo vio un buen desmarque de Bruno al pico del área y el del United se encontró delante de Maignan, que sacó su disparo.
Maignan, Theo y Koundé celebran el pase a semifinales.AFP
Un minuto más tarde, una arrancada de Vitinha, muy activo rompiendo líneas con balón, terminó con el centrocampista del PSG rematando de primeras dentro del área un centro de Leao y provocando una nueva parada de Maignan.
Y como llegaron unos, llegaron otros. Francia observó el miedo y plantó cara. En el 65, Kolo Muani conectó una pared con Koundé y tuvo una volea cómoda a pocos metros de Costa, como en el último segundo de la final del Mundial contra Argetina, pero Ruben Dias se cruzó en su camino. El encuentro, ahora sí, tenía nivel y ritmo de Eurocopa.
El cambio de Mbappé
Deschamps retiró a un Griezmann intrascendente y optó por Dembélé para volver el choque más loco todavía. El del PSG inició dos ocasiones seguidas, una de Mbappé y otra de Camavinga, que apareció sólo dentro del área tras un rechace y definió rozando el palo portugués.
La catarata de ocasiones no iba a ser eterna y el partido regresó a las bajas revoluciones navegando hacia los últimos minutos y con los equipos pensando en la prórroga.
Durante esa media hora sólo propuso Portugal, que tuvo las semifinales en las botas de Cristiano, incapaz de rematar un pase atrás de Conceicao, y de Leao, cuyo gol evitó Upamecano. Y Pepe, siempre Pepe, se hizo eterno al aparecer para salvar un remate de Mbappé en una contra, la única opción francesa. Deschamps retiró a Kylian antes de los penaltis y el palo de Joao Félix fue lo que decidió el duelo en la tanda final. Sólo falló el delantero. España ya conoce a su rival en semifinales.