El presidente del Getafe, que estará en la Asamblea del próximo viernes, asegura que tiene que irse o el CSD “proceder a su inhabilitación”. Para la exalcaldesa de Barcelona presentar la candidatura es una medida “constructiva” que debe sumarse a la destitución
El CSD advierte de que tomará decisiones sobre Rubiales ‘diga lo que diga’ Jenni Hermoso
Las presiones que está recibiendo Luis Rubiales para que abandone la presidencia de la Federación Española de Fútbol se intensifican y empiezan a sumarse las de clubes de Primera División. El primero, el Getafe. Su presidente, Ángel Torres, fue muy contundente: “No puede seguir ni un minuto más como presidente de la Federación”.
“Lo que tiene que hacer Rubiales es dimitir e irse. Su comportamiento ha sido lamentable. Si no dimite se le debe sancionar y proceder a su inhabilitación”, sentenció el dirigente durante un desayuno con medios de comunicación para presentar a su nuevo equipo de comunicación.
Ángel Torres es uno de los 140 asambleístas que ha sido convocado de manera extraordinaria el próximo viernes por Federación Española ante la crisis desatada por el beso de Rubiales a Jenni Hermoso tras la final del Mundial de Fútbol Femenino. Junto a él estarán también los presidentes de otros diez clubes de Primera y nueve de Segunda, además de los representantes de 29 equipos de categorías no profesionales de todo el país.
Además de los clubes y los representantes de las 19 territoriales, en el máximo órgano de decisión federativo están representados cuatro árbitros de Primera y Segunda, siete de Tercera, y también entrenadores y jugadores. Entre los técnicos, Luis Enrique, Pacheta, Garitano o el expreparador de porteros de la selección española, José Manuel Ochotorena.
Los 140 representantes de la Asamblea General tiene potestad para cesar al presidente con una moción de censura que tiene que contar el apoyo de un tercio, es decir 46 miembros, y ser aprobada por una mayoría de dos tercios.
Cese y Mundial Femenino 2031
Las voces políticas que piden el cese de Rubiales se multiplican. Además de Sumar, el socialista Patxi López ha manifestado que “el mejor paso” que puede dar el presidente de la RFEF es “dimitir y dejar de ensuciar la imagen de las mujeres que han ganado el Mundial”.
Para la ex alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el Gobierno no solo debería “forzar” el cese de Rubiales, sino tomar otras medidas “con ánimo constructivo” como retirar la candidatura de España al Mundial 2030 masculino y optar a acoger el femenino que se celebrará en 2031.
Roland Garros
LUIS NÚÑEZ-VILLAVEIRÁN
@LNvillaveiran
Actualizado Martes,
30
mayo
2023
-
22:18"Hay que vencer a los rusos en todos los terrenos". Así hablaba...
Tenía cinco años y todavía vivía en Nueva York cuando Paula Badosa tuvo su primer contacto con el tenis. Gracias al trabajo de sus padres, Josep Badosa y Mireia Gibert, modelos y fotógrafos, estuvo en una sesión de fotos con las hermanas Williams y no les hizo ni caso. No sabía ni quiénes eran. Sólo un par de años después, con su familia de vuelta a España, la apuntaron a un campus de verano del Club Tennis d'Aro, en Platja d'Aro, en la Costa Brava, y así empezó un camino con la raqueta que culmina este jueves. A las 09.30 horas -por Max y Eurosport, en las semifinales del Open de Australia disputará el partido más importante de su vida ante Aryna Sabalenka, la actual número uno, íntima amiga suya, para alcanzar su primera final de Grand Slam.
A sus 27 años ya había vivido momentos importantes. Ganó el WTA 1000 de Indian Wells en 2021 y fue número dos, pero nunca había estado tan cerca de la historia. Con su talento y su físico, la espera sólo se entiende por un cúmulo de problemas que tuvo que descifrar, comprender y superar.
"Antes estaba muy asustada cuando jugaba. Pensaba: '¿Qué va a pasar si pierdo? ¿Qué van a decir de mí?' Dedicaba mucho tiempo a eso. Ahora no me importa lo que pase porque sé que puedo aceptarlo", admitía anteayer, feliz en Melbourne después de muchos años luchando contra las expectativas.
Adolescencia triunfal
De niña Badosa no solía acumular trofeos -destacaba más Julia Payola, también gerundense-, pero su adolescencia fue triunfal. A los 16 años, Estados Unidos y España se peleaban por ella, así que recibió un patrocinio de LaLiga y a los 17 años, en 2015, ganó Roland Garros junior. Entonces ya se había marchado de casa para irse a entrenar con Pancho Alvariño a la academia TenisVal de Valencia. Entonces, con sus primeras entrevistas, se le vino el mundo encima. "No me lo esperaba, no estaba preparada para estar tan expuesta, para que la gente me llamara la nueva Sharapova, que me dijeran que tenía que estar top 20 o top 10", reconocía tiempo después en un Informe+ de Movistar, donde aseguraba que aquello le cambió.
De repente dejó de escuchar a sus entrenadores, dejó de trabajar, pensó que ya había llegado. Y no. Durante más de cuatro años, estuvo dando vueltas por los torneos menores de la Federación Internacional de Tenis (ITF), alternando victorias y derrotas y luchando contra sus propios demonios. En cierto punto decidió volver a Cataluña y ponerse a trabajar con Xavi Budó, ex entrenador de Carla Suárez, pero aún le costaba exhibir su tenis. "Llegó a decirme que no le encontraba sentido a la vida", confesaba también Budó quien participó de su anterior explosión.
VINCE CALIGIURIAFP
A los 24 años, en 2021, en plena madurez tenística, ganó su primer título WTA en Belgrado, brilló todavía más en Miami, llegó a semifinales en Madrid, a cuartos de final en Roland Garros, nuevamente a semifinales en las WTA Finals... en definitiva se instaló en la élite. Además, el vaivén post pandémico en el ranking WTA la llevó al número dos, una posición en la que sólo habían estado tres españolas: Arantxa Sánchez-Vicario, Conchita Martínez y Garbiñe Muguruza. Un logro que aumentó la presión. Y que la hundió nuevamente. "Me daba mucho miedo perder contra alguien de menor ranking que el mío y eran casi todas las rivales", recordaba estos días en Australia.
Los cambios y la lesión
Dejó de trabajar con Budó para ponerse en manos de Javier Martí, luego de Jorge García, del británico Joel Cannell y finalmente de su actual técnico, Pol Toledo, amigo de infancia en el Club Tennis d'Aro. Cambió el resto de su equipo en varias ocasiones hasta encontrar a su actual preparador físico, David Antona, a su fisioterapeuta, Roberto Martín, y a su psiconeuroinmunólogo, Daniel de la Serna. Y entre otros vaivenes personales se mudó a vivir a Dubai, donde entrena en el complejo del hotel Atlantis The Royal.
Todo ese trasiego la condujo a una irregularidad que en 2022 ya la dejó fuera del Top 10 y de las WTA Finals y que en 2023 se complicó por culpa de una lesión de espalda. Una fractura de estrés en una vértebra la obligó a parar y estuvo cerca de retirarla del tenis, pero a base de horas de masaje, de infiltraciones y de restricciones -ahora no come gluten ni lácteos- volvió a jugar. Era su última oportunidad. Después de caer al puesto 140 mundial, tenía que usar su ranking protegido para entrar en los Grand Slam y necesitaba ganar y ganar y ganar. Lo hizo.
DAVID GRAYAFP
"Hubo un punto el año pasado en el que estuve muy cerca de dejarlo porque no me veía al nivel. La espalda no respondía bien, no encontraba soluciones, pero quería intentarlo por última vez, una última oportunidad. Y bueno, aquí estoy", valoraba después de vencer a Coco Gauff en cuartos (7-5 , 6-4) con la tranquilidad como arma. Después de todo lo vivido, ahora Badosa es otra, más estable, y hay pocas jugadoras capaz de desmontar sus golpes si ella no falla. Posiblemente Sabalenka sea una de ellas, también tiene capacidad Iga Swiatek, la número dos del mundo, pero pocas más.
La española saldrá de Australia de vuelta al Top 10 del ranking WTA, número nueve, y prácticamente sin puntos que defender hasta el WTA 1000 de Roma de mayo. Con su nueva mentalidad, la gira de tierra batida de primavera y especialmente Roland Garros, se presentan como escenarios donde brillar y volver a levantar un título 'grande', si no ocurre antes el sábado en Melbourne. Badosa, ahora es, por fin, la mejor Badosa.