Mundial de Francia 2023
Los galeses dominaron la primera mitad pero sólo se llevaron cuatro puntos de renta al descanso
Argentina, primero tapada, después dubitativa y en adelante una incógnita, se cuela en semifinales del Mundial tras imponerse a Gales en un partido que se presentaba con pronóstico incierto. Desde que se estrellara en su choque inicial contra Inglaterra, la selección americana había mostrado sobre todo inseguridades. El quince europeo, por el contrario, había contado en la primera fase sus partidos por victorias y llegaba a cuartos muy por encima de las bajas expectativas con las que arribó al torneo.
Gales se atuvo fielmente, no es sorpresa, a su plan. Colgar la patada e ir a la disputa, o bien, buscar las carreras de Rees-Zamitt por el ala. Y, sobre todo, la defensa: 87 placajes por 35 del contrario en la primera mitad. Con menos balón pero las ideas más claras, arrancó un ensayo tras una ruptura por el centro y sumó un golpe de castigo para abrir hueco en el marcador. 10-0 al paso por el minuto 20, una distancia apreciable. La briosa Argentina, siempre hacia adelante con el balón en la mano, se perdía en imprecisiones.
Y, sin embargo, Gales no supo sentenciar. Tres touches lanzó de aquella manera en la 22 rival, tres oportunidades sin premio, tres perdones para los Pumas heridos. Los argentinos también se habían ido sin puntos de una larguísima jugada a metros de la línea rival. En la segunda incursión no pudieron montar el maul pero al menos anotaron un golpe de castigo (10-3). Y en el último arreón, una evitable infracción galesa les regaló otro tiro a palos (10-6). Cuatro puntos abajo al descanso no parece un buen resultado; para Argentina, a tenor de lo visto, era buenísimo.
Con el ánimo recuperado y renovada intensidad saltaron los Pumas al segundo tiempo. En su primera ofensiva rozaron el ensayo y redujeron distancias (10-9). Y, sacando partida del dominio que iban conquistando en el suelo, Bofelli activó el cañón para meter un golpe de castigo desde 55 metros (10-12).
Cuando el equipo iba hacia arriba, la iniciativa argentina se desplomó por un despiste defensivo. En la 22 rival, el medio melé gales Williams arrancó por encima del ruck y no encontró oposición para posar (17-12). Los británicos tenían de nuevo el marcador y la voluntad de placar hasta la extenuación. El balón, a su pesar, ya tocaba más suelo que cielo, más cerca que lejos de su línea de ensayo. Argentina, cada vez más cómoda, vivía en territorio ajeno, ganaba metro a metro con la mirada en el césped. A falta de diez minutos, Sclavi marcó el ensayo para la remontada (17-19).
A Gales le tocaba jugar, un placaje de Moroni a la velocidad del AVE le robó la marca decisiva al peligroso Rees-Zamitt cuando iba a posar. Y al segundo intento, Sánchez robó el balón en el medio campo y se fue directo a los palos para sentenciar (17-26). Todavía llegarían tres puntos más. Los Dragones se marchan con la cabeza alta. Irregulares, con las ideas a ratos fundidas, fiados a su delantera, los Pumas pasan a semifinales. Y ahí ya no tienen nada que perder.