El italiano, cuestionado tras el derbi: “No me importan las críticas”
Ancelotti, en el entrenamiento.Javier LizónEFE
Primera aparición pública de Carlo Ancelotti tras la derrota del Real Madrid en el derbi ante el Atlético y comparecencia elegante del italiano, que ha sabido esquivar todas las sombras que se arremolinaban a su alrededor y ha despachado las dudas con pedagogía y talante. “Ojalá algún día Raúl, Arbeloa y Xabi Alonso entrenen al Madrid“, declaró, cuestionado por sus posibles sustitutos. Admitió que “no es momento” de hablar sobre su futuro y reconoció que el sistema del rombo “no es perfecto”. “Ningún sistema lo es“.
“Las críticas son normales cuando las cosas no salen bien. No me importan, es parte de ser entrenador del Madrid. Mi evaluación es distinta a la que hace todo el mundo, sé lo que tenemos que hacer. Cada sistema tiene su debilidad, el rombo no es perfecto, pero ningún sistema lo es”, explicó, insistiendo en las virtudes del nuevo esquema: “Nos permite presionar más arriba y recuperar, pero a veces te descolocan porque los interiores no tienen el tiempo de replegar y en eso trabajamos. La carencia es bastante evidente”.
Ancelotti, “alegre” por los regresos de Vinicius, Carvajal y Arda Güler, pasó por encima de las dudas recalcando que “cada uno puede opinar lo que quiera y yo no puedo entrar en eso”. “El equilibrio es lo más importante y soy capaz de evaluar bien. No me molesta nada. Y decir que no me atrevo a dejar en el banquillo a Modric y Kroos no es verdad. No han jugado mucho y cuando han entrado han aportado. Si tengo que contestar a todas las críticas tendría que pasar mucho tiempo aquí y no es necesario”.
Sobre los sistemas, el italiano aseguró que un problema de los nuevos entrenadores “es que dan demasiada información y eso yo creo que quita un poco la creatividad”. “Sin balón es concentración, sacrificio y con balón depende más la creatividad. Yo no le voy a decir a un jugador lo que hacer en ataque, no quiero quitar la creatividad de cada uno”.
En el asedio del Etihad, el Madrid y Lunin soportaron el lanzamiento de 18 córners por parte del Manchester City. Uno tras otro, el conjunto blanco consigió evitar que alguno de ellos terminara en gol y complicara una eliminatoria de absoluto sufrimiento. Pero ayer, en el minuto 6 del Clásico que podía decidir la Liga, en el primer córner del duelo, Raphinha puso un centro al segundo palo, Lunin intentó alcanzar el balón pero falló al calcular sus tiempos y Christensen cabeceó a la red el 0-1 de los de Xavi Hernández. Podría haber sido el comienzo de la remontada azulgrana en Liga, pero no, fue una remontada, otra más, de un Madrid que se niega a ser vencido.
El Barça se presentaba en el Bernabéu a ocho puntos y después del fracaso contra el PSG no quería escaparse de la lucha por el campeonato. Ancelotti, mientras, deslizó las obligadas rotaciones de Carvajal y Mendy pero apostó por su once de gala, aunque con Tchouaméni y Camavinga fuera de posición y Modric y Kroos compartiendo centro del campo. «Tienes que tener una fe y un carácter increíble, porque esto no es casualidad. Este equipo tiene algo que no empuja adelante», admitió Modric tras el duelo.
El escenario, además, estrenó virtudes. Chamartín presentó su nuevo videomarcador de 360 grados, una serie de pantallas led unidas por todo el anillo superior, de once metros de alto en los fondos y seis en los laterales. Bellingham, en su paseo previo a cada encuentro, alucinaba con la nueva tecnología.
Volviendo al césped, Vinicius empató desde el punto de penalti tras una falta de Cubarsí sobre Lucas. «¡Pero si se tira! ¡Se tira!», repetía Xavi al cuarto árbitro. No hubo dudas y el brasileño puso las tablas antes de que la otra polémica del duelo. En el 28, Lunin sacó sobre la línea un remate de Yamal y Soto Grado estuvo unos minutos esperando a que el VAR decidiera si era gol o no. La Liga no posee la tecnología que sí hay en otros campeonatos para avisar al colegiado cuando el balón supera la red, así que el VAR tuvo que decidir con las repeticiones de televisión.
Gündogan, incrédulo, le insistía al árbitro que viera su reloj. No sabía el alemán que la herramienta no funciona en el fútbol español. Al rato, Tebas salía al paso de las críticas y compartía en Twitter varios errores de la tecnología de gol en otras ligas europeas que sí disponen de ella. «No hay que callarse, es una vergüenza», criticó Xavi tras el duelo. «Dije que ojalá el árbitro pasara desapercibido y acertara. Y no ha pasado ninguna de las dos cosas. Es una lástima. Con el partido que hemos hecho, lo normal es ganar», añadió.
Ancelotti, por su parte, prefirió centrarse en el partido: «No quiero opinar de lo que ha dicho Xavi. Hemos sido capaz de dar hasta la última gota de energía. Eso de que el Barcelona merecía ganar... Hay que verlo».
El clásico dejó a Bellingham como protagonista, pero también a Lucas Vázquez. El inglés rompió sus más de dos meses de sequía en Liga y catapultó al Madrid al título con su 17º gol, a uno del Pichichi Dovbyk. El gallego, mientras, culminó una semana de ensueño. En el Etihad se puso a dar toques al balón antes de su penalti en la tanda y ante el Barça fue titular y participó en los tres goles. Provocó el penalti, marcó el 2-2 a pase del brasileño y asistió en el 3-2. «Faltando cinco minutos estábamos en una falta en contra y diciéndonos: 'Vamos a por el gol, a ganar'. Es eso lo que representa este club y este escudo», admitió Lucas tras el duelo.
En Twitter, Bellingham, que bailó con el gallego tras el tercero, ponía palabras al partido de Lucas: "Lucas Vázquez, p... leyenda".
Un histórico triunfo que completa el 3-0 madridista en los clásicos de este año: los dos de Liga y el de la Supercopa, algo que no pasaba desde la temporada 1935-1936. «Súmale seis al Barça y réstale seis al Madrid. Es lo que ha decidido la Liga», admitió Xavi.
El Madrid deja la Liga vista para sentencia, escapándose a once puntos a falta de 18. Los blancos deben enfrentarse a Real Sociedad, Cádiz, Granada, Alavés, Villarreal y Betis.
ABRAHAM P. ROMERO
@AbrahamRomero_
Madrid
Actualizado Sábado,
20
mayo
2023
-
13:32Ver 9 comentariosEl italiano confirma que el club le ha garantizado que...
El Madrid sigue vivo en la guerra de la Liga tras la batalla de Getafe, donde el pie de Arda Güler, timón y goleador, le valió para mantenerse a cuatro puntos del Barça. Tambaleó, eso sí, en un final de infarto donde jugó con uno menos por la lesión de Camavinga. La noche del sur de Madrid la hizo suya Güler. El turco aprovechó las rotaciones de Ancelotti, que sentó a Camavinga, Modric, Ceballos y Bellingham, y se convirtió en el líder del conjunto blanco. Acompañó a Tchouaméni y Valverde en el centro del campo, abandonó la mediapunta, bajó a la base izquierda de la jugada y ordenó y creó para los suyos en una parada clave en la lucha por la Liga. [Narración y estadísticas (0-1)]
El Madrid creció a partir de su pie izquierdo. Calmado, a pesar de la intensidad inicial del Getafe, pausó y aceleró el juego cuando debía, rompiendo líneas en conducción o tocando con los centrales a la espera de la presión rival. Su posición puede abrir una solución para Ancelotti a medio plazo. El Madrid busca desesperadamente un cerebro que complete el puzle de sus próximos años, alguien que sustituya las virtudes de Kroos. Y el turco, mediapunta como el alemán en sus inicios, tiene detalles para crecer en ese puesto.
Y además, Güler puso la guinda a su partido con el 0-1, que asentó las ideas del Madrid en Getafe y puso su mente camino de la final de la Copa del Rey de este sábado ante el Barcelona. Los de Ancelotti fueron superiores al cuadro de Bordalás, que apostó por un bloque sólido en defensa pero sin profundidad en ataque. No le ganó la batalla del centro del campo al Madrid, entregó el balón y estuvo vendido cuando los blancos consiguieron abrir su defensa.
Caminando por el alambre
Valverde y Fran García lo probaron en el primer cuarto de hora, justo antes del gol del turco. Vinicius arrancó en una contra tras un córner de los locales y provocó el tanto. Brahim no aprovechó el pase atrás del brasileño y el rechace terminó en Güler, que batió a Soria con la derecha desde la frontal del área. Sin reacción, el Getafe repitió un plan: balones largos para que Borja Mayoral se peleara con Asencio y alguno de los centrocampistas pudiera lograr una segunda jugada. Tuvo intentos, pero no puso en aprietos a Courtois.
En el otro área, el Madrid se adueñó del balón y buscó romper al espacio con Vinicius y Endrick, que entró en el lugar de Rodrygo y tuvo un mano a mano clarísimo en el minuto 30. Alaba le encontró en largo, el joven delantero tiró una pared con Vini y cuando estaba delante del portero, no logró superarle. Hubiera sido la sentencia de un partido que seguía en el alambre, a un gol de ponerle en bandeja la Liga al Barça.
Pero el paso por vestuarios descolocó al Madrid. Alaba, con molestias en la pierna izquierda, se quedó en la caseta y Camavinga entró en el césped, obligando a Tchouaméni a pasar al centro de la defensa. Y lo que carburaba a pleno rendimiento se gripó. Güler dejó el mando y los blancos comenzaron a perder duelos individuales alentando al Getafe. Lo vio Bordalás, que apretó la salida blanca y lo apostó todo al ataque, dando entrada al gigante Álvaro, canterano madridista, a Coba y a Peter, látigos en la banda. Por ahí nació el peligro local.
Una de las paradas de Courtois ante el Getafe.AP
El Madrid, con la Liga en juego, sufrió. Por el ímpetu rival y por sus propios errores, inadmisibles en un equipo que está peleando por el título. En el 56, Endrick tuvo otro mano a mano clarísimo ante Soria, pero con tiempo para pensarlo todo, intentó una vaselina que apenas se levantó del suelo. En la banda, Ancelotti se desesperó y llamó a Bellingham, que estaba calentando.
El enfado del italiano fue a más cuando Vinicius erró otra ocasión clarísima que hubiera sentenciado el duelo y les hubiera dado libertad para pensar en La Cartuja. El brasileño arrancó hacia portería en una contra, amagó ante varios defensas y en lugar de ceder a Bellingham, se jugó el disparo, forzado ante Soria, que sacó a córner.
Arambarri, en el otro área, perdonó la vida liguera del Madrid al definir desviado ante Courtois y el duelo entró en el drama con la lesión de Camavinga, que dejó a los blancos con diez en los últimos minutos. Ahí apareció el héroe Courtois, salvando a su equipo ante un disparo potente de Álvaro. Vivió el Madrid.