Liga de Naciones Femenina
La nueva entrenadora, Montse Tomé, ha llamado a 15 campeonas del mundo y dos de las ‘rebeldes’ sin haber llegado a un entendimiento previo. Las futbolistas consultan a estas horas con los abogados, incluso con UEFA, qué opciones tienen
El pasado viernes, en la sobremesa, 39 futbolistas españolas, entre ellas 21 de las 23 campeonas del mundo, hacían público un comunicado. En las 533 palabras que lo conformaban, en ningún momento se hacía explícita negativa alguna a acudir a una eventual llamada de la selección. La interpretación de ese texto era obvia: no querían ser llamadas mientras no se produjeran esos “cambios estructurales” que vienen pidiendo, y que traducido al castellano significa el despido de, al menos, media docena de personas, directivos y trabajadores de la Federación, que consideran impiden un “entorno seguro” para ellas. Pero esa ausencia de una renuncia explícita es lo que ha utilizado la Federación para hacer su lista de convocadassin haber llegado a un acuerdo con ellas.
Porque no hay acuerdo. Por mucho que le insistieron a Montse Tomé durante la rueda de prensa, no fue capaz de garantizar que las jugadoras seleccionadas (entre las que están 15 campeonas mundiales e incluso Mapi León y Patri Guijarro, ‘rebeldes’ que no dieron su brazo a torcer ni para estar este verano en el equipo) estarán este martes en Madrid a una hora todavía por determinar. Fuentes de la Federación insisten en que no hubo negativa “explícita” de las futbolistas a ser llamadas.
Según ha podido saber este periódico, las jugadoras están ahora mismo “muy sorprendidas”. De hecho, se encuentran en conversaciones con sus abogados para ver qué opciones tienen, e incluso uno de esos abogados está intentando hacer una consulta oficial a la UEFA para ver si la convocatoria de la Federación ha cumplido con todos los parámetros reglamentarios, como son el hecho de tener que enviar con 15 días de antelación una pre-lista al oganizador de la competición (UEFA en este caso) o un pre-aviso a los clubes donde juegan las futbolistas. En resumen: el partido contra Suecia, de la primera jornada de la Liga de Naciones, previsto para el viernes a las 18.30 horas en Göteborg, está en el aire.
“Tengo la confianza de que estarán aquí mañana”, ha repetido Tomé en varias ocasiones durante la rueda de prensa, y eso es lo más cerca que ha estado de asegurar la presencia de las seleccionadas. Pura “confianza”, pues sabía que no había habido acuerdo a estas horas de la tarde. De hecho, la Federación, poco antes de dar a conocer la lista (16.30 horas) había publicado un comunicado en el que hay frases perfectamente calculadas en previsión de un posible litigio jurídico, ya sea en la jurisdicción deportiva u ordinaria.
“La RFEF quiere transmitir a las internacionales de la Selección el compromiso público adquirido por la nueva dirección de la institución que dirige el fútbol en España […]. Por ello, se insta a las jugadoras a sumarse a este cambio liderado por la Federación, entendiendo que las transformaciones que deben continuar deben ser sólidas y justas”. Es decir, una especie de garantía pública de cambios que pretender dejar sin argumentos a las futbolistas, que se han llevado una gran sorpresa cuando han escuchado sus nombres y que tienen ahora muy poco margen de maniobra.
En la convocatoria regresarían las tres guardametas del pasado verano: Misa Rodríguez, Cata Coll, Enith Salon; en defensa también volverían Irene Paredes, Oihane, Olga Carmona y Ona Batlle. En el centro del campo Tomé ha llamado a Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, María Pérez, y Teresa Abelleira. Y en cuanto a las delanteras y campeonas del mundo, volverían al combinado nacional Esther González, Mariona Caldentey y Eva Navarro, así como Athenea del Castillo, la única que se había desmarcado de las internacionales el pasado viernes, cuando 21 de las 23 campeonas hicieron un comunicado anunciando que mantenían su negativa a ser citadas. Hay mundialistas que no están, claro. Claudia Zorzona porque se retiró de la selección, Salma Paralluelo porque está lesionada, y Jenni Hermoso porque, dijo Tomé, «es la mejor manera de protegerla en este momento».