El escrito presentado en la Audiencia Nacional resalta que Jenni Hermoso y su entorno sufrieron “una presión constante” para que dijera que el beso fue consentido
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha presentado este viernes una querella contra Luis Rubiales por un delito de agresión sexual y otro de coacciones por el beso no consentido a Jennifer Hermoso en la celebración del Mundial de Fútbol el pasado 20 de agosto en Sidney (Australia).
La querella llega después de que el pasado 5 de septiembre la futbolista compareciera ante la fiscal, acompañada de su abogado, y denunciara los hechos, que según su declaración se produjeron sin su consentimiento. La querella describe así el presunto hecho delictivo: “Dar un beso en la boca, mientras agarra con las dos manos la cabeza de Dª Jennifer Hermoso Fuentes, sin el consentimiento de esta”.
Según la Fiscalía, Jenni Hermoso refirió también en su declaración que tanto ella como su entorno más próximo sufrieron una presión constante y reiterada por parte de Luis Rubiales y el entorno profesional de este, para que justificara y aprobara los hechos. La fiscal del caso considera que este hostigamiento podría ser constitutivo de un delito de coacciones.
“Inmediatamente” después del beso, prosigue la querella, “la jugadora, así como su entorno más próximo (familia y amistades) sufrió una presión constante y reiterada por parte del Sr. Rubiales y el entorno profesional de este, con la finalidad de que, públicamente, justificara y aprobara el acto cometido contra su voluntad; sufriendo Dª Jennifer una situación de hostigamiento, en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente”.
Tanto el delito de agresión sexual como el de coacciones tienen aparejadas penas de prisión, aunque según la entidad de los hechos el Código Penal permite dejar las eventuales condenas en multas.
En la querella, la teniente fiscal de la Audiencia, Marta Durántez, pide que se tome declaración a Luis Rubiales, en condición de investigado, y a Jenni Hermoso como víctima.
Asimismo, solicita al juez en el que recaiga el caso que pida información de las autoridades australianas sobre qué se considera delito sexual en su legislación, para comprobar si incluye hechos como el investigado. Fuentes del Ministerio Público dan por seguro que es así.
En todo caso, la querella reproduce el Convenio de Estambul, firmados por España y directamente aplicable, que impone la persecución de este tipo de delitos contra la mujer, por lo que en realidad no sería necesario determinar a través de la comisión rogatoria a Australia que lo sucedido era delito en el lugar de los hechos.
La querella ha recaído en el juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia, cuyo titular es el magistrado Francisco de Jorge. El juez deberá resolver ahora sobre la admisión a trámite de la querella y la práctica de las primera diligencias.