El entrenador del equipo juvenil del Atlético de Madrid, Fernando Torres, se encara con el público tras ser expulsado en la vuelta de la Copa de Campeones que su equipo disputaba contra el Real Madrid.
Fernando Torres en un acto promocional
Partido caliente en Valdebebas que enfrentaba al Real Madrid Juvenil entrenado por Álvaro Arbeloa con el Atlético de Madrid Juvenil de Fernando Torres por un puesto en la ‘Final Four’ de la Copa de Campeones. El conjunto rojiblanco llevaba una desventaja de dos goles de la ida y debía remontar para lograr el pase.
Los nervios estaban a flor de piel como se pudo ver en los entrenadores de ambos conjuntos, que se encararon en la banda ante divergencias en una jugada. En un momento de la discusión, Torres empuja a Arbeloa y termina siendo expulsado por el colegiado.
Cuando el entrenador rojiblanco recorría la banda camino de los vestuarios, ante las increpaciones de los aficionados, Torres decidió responder a uno de ellos: “Ve arriba ahora, payaso”. Posteriormente, abandonaba el terreno de juego con media sonrisa.
Pese a lo complicado del choque, en el que hubo bastante dureza y alguna tangana saldada con hasta 9 amarillas, el Atlético había conseguido igualar la eliminatoria hasta que un gol de Yusi en el minuto 92 terminó con sus opciones de remotada. El partido, tras prórroga, finalizó con empate a dos.
"Aquí manda usted", le dijo en una ocasión Luis Aragonés a Xavi Hernández. Tras esas palabras, llegó la mejor selección española de la Historia, la única que ha logrado de manera consecutiva Eurocopa, Mundial, Eurocopa. El Sabio de Hortaleza sabía que en el pequeño mediocentro de Terrassa estaba la clave del juego del equipo y así se lo hizo saber. El fútbol, a día de hoy, debe mucho a una posición desde la que hay un especial conocimiento del juego.
"Yo a mis mediocentros, sólo tenía que mirarlos y ya me colocaban al equipo". Es Juan Antonio Anquela, 'Anquelotti', el entrenador de aquel maravilloso Alcorcón que sorprendió al Real Madrid en una Copa del Rey con un juego vistoso el que alaba esa posición y lanza la tesis del razonamiento: "Normalmente, son la conexión con el entrenador".
Carlo Ancelotti, Pep Guardiola, Xabi Alonso, Arteta, Simeone o el citado Xavi, entre otros muchos, fueron "conexiones con el entrenador" en sus carreras como jugadores. Ahora, ocupan los principales banquillos de Europa, unos con más éxito que otros. Estamos en la época de los entrenadores mediocentros.
Ancelotti en el encuentro ante el Leipzig.EFE
"Quizás la posición sí te permite entender mejor las fases del juego", comienza el gran organizador y hoy entrenador, Rubén de la Red. El que fuera futbolista del Real Madrid, Getafe y de la Selección Española tuvo que dejar el fútbol muy pronto. Tenía 25 años cuando anunció su retirada por problemas de salud, era 2010 y desde ese momento ya se puso con los carnets de entrenador. Probó un poco de comentarista de televisión, pero en seguida se dio cuenta que lo suyo eran los banquillos.
"Estar en el medio te obliga a entender mejor la situación de cada uno de tus compañeros, ahí sí creo que tenemos un plus a la hora de ser entrenadores", apunta De la Red, aunque no cree que el hecho de haber sido mediocentro te convierta en un buen entrenador per se sino que hace falta mucho "trabajo y capacidad de adaptarte a nuevas situaciones".
Esas características son las que ensalzan en la Escuela de Entrenadores de la Real Federación Española de Fútbol de la que Pep Sansó fue director. "Ser capaz de entender el juego es un punto diferencial", destaca Sansó porque es lo que te permitirá posteriormente "crear tu propia idea de juego". Los mediocentros no juegan solo por intuición sino que añaden conocimiento de juego y eso, "sin ser un requisito imprescindible, ayuda mucho a ser luego entrenador", aprecia el formador.
Simeone observa el partido ante el Sevilla.EFE
Por la escuela en el tiempo en que Sansó era director han pasado los Raúl, Xavi o Xabi Alonso, entre otros muchos. "Alumnos especiales", les califica el formador por las vivencias que han tenido en su carrera, pero les divide en dos tipos: los que llegan con una idea fija como Xavi o Guardiola y los que se adaptan al equipo o a la idiosincrasia del club en el que recalan. "Xabi Alonso ha bebido de muchísimas fuentes y esa influencia se nota en su potencial como entrenador", destaca Sansó. El donostiarra ha pasado por las manos de Mourinho, Benítez, Guardiola o Ancelotti. Casi nada a la hora de ampliar su riqueza táctica en los banquillos.
Porque eso, el estilo o la idea, es lo que define a los técnicos más allá de lo que hayan sido en sus carreras como futbolistas. No obstante, como dice el refranero español, la cabra tira al monte, así que muchos entrenadores tienen un modo de juego, normalmente, parecido al que desarrollaron en el campo. "Mira al Cholo o Xavi. Es un rasgo que aportas al equipo. Inconscientemente tiras hacia lo que más te llena y son tus condiciones como futbolista", cuenta De La Red.
Xavi en el duelo ante Granada.AP
Otra de las cosas que beneficia a los mediocentros a la hora de convertirse en entrenadores es su capacidad de "hablar, mandar y corregir", como destacaba De La Red de su época de jugador. Esa personalidad ayuda a llevar plantillas, que no es una parte pequeña del trabajo de técnico. "Lo más difícil de un entrenador es manejar el vestuario y que los futbolistas crean en lo que les dices", expresa Anquela.
No se puede decir, precisamente, que José Mourinho sea un mal entrenador. Sin embargo, el mensaje dejó de calar en el vestuario de la Roma. Llegó Daniele De Rossi y el equipo romanista obtuvo 4 victorias en sus primeros cinco partidos. La derrota se la infligió el Inter de Milan, líder destacado de la Serie A italiana. "Soy hijo futbolístico de Spalleti, él dice: 'si juegas bien y pierdes, significa que algo has hecho mal", valoró el que fuera mediocentro y capitán del equipo de la capital italiana.
Mayoría en LaLiga
Xavi, Xabi Alonso, Guardiola, Arteta, Ancelotti, Simeone, cada uno en su estilo, pero todos observando el campo desde los 360º, como le gusta decir a De la Red. Otro jugador que militó en esa posición acaba de ocupar un puesto de entrenador en LaLiga EA Sports. Íñigo Pérez, ex mediocentro de Athletic Club y Numancia entre otros clubes, es el sustituto de Francisco en el banquillo del Rayo Vallecano.
Los mediocentros están de moda en los banquillos. Nueve entrenadores de LaLiga EA Sports han desempeñado su carrera de jugadores en esa posición. Hay una anécdota que cuenta Sansó en unas jornadas de evaluación a los nuevos técnicos en 2018, en las que Luis Enrique bromeó diciendo que no se podían hacer más cursos de entrenadores porque allí había 800 aspirantes a sólo 40 banquillos profesionales.
Afortunadamente, como dice el ex director de la escuela, "el entrenador español es muy valorado en todo el mundo" porque entiende muy bien el juego, lo que le abre la puerta a otros lugares del globo. Si además ha sido mediocentro, en los tiempos que corren, parece que las posibilidades se multiplican.
LaLiga EA Sports
Las Palmas- Atlético de Madrid (2-1)
LUIS NÚÑEZ-VILLAVEIRÁN
@LNvillaveiran
Actualizado Viernes,
3
noviembre
2023
-
23:13Los canarios nunca habían ganado a...
En lo que va de temporada se han producido los siguientes hechos: el Real Madrid ha perdido sus dos partidos contra el Barça por un global de 2-9, el Atlético ganó 1-2 a los de Hansi Flick en Montjuïc y Gil Marín lideró el veto de LaLiga a la inscripción de Dani Olmo mientras Florentino Pérez, que ya dijo en su día que "necesitamos un Barça fuerte". respaldaba a su aliado Joan Laporta. Repito: son hechos. No sospechas, suspicacias o teorías de la conspiración. Fríos datos. Pese a ello, cierto madridismo aún acusa al Atleti de ser un filial culé.
Quizás esta noche los azulgrana arrollen al Atleti, pero eso no cambiaría una realidad indiscutible: el mayor aliado del Barcelona en el fútbol español es el Real Madrid. Y entiendo que eso duela a sus aficionados, porque es una postura empresarial absolutamente contraria a la esencia sentimental de este juego, pero es lo que hay.
Esa esencia sentimental es la misma que provoca, por supuesto, eso que tanto molesta al madridismo: que el aficionado atlético prefiera de manera abrumadora que, no afectando a su equipo, gane el Barça y no el Madrid. Obvio. No entender eso es no entender nada.
El fútbol no tiene sentido sin rivalidades y el rival del Atleti es y siempre será a quien sufre cada día en su ciudad. El Barça ha sido incluso un aliado, un placebo, un alivio efímero durante esos tiempos oscuros, hasta que llegó el Cholo, en que los rojiblancos eran incapaces de estar a la altura de su historia. Cuando no peleaban los tuyos, sólo quedaba que Messi peleara por ti.
"Pero al madridista le da igual el Atleti", claman. Falso. Pregunten a Florentino, que creció en una época en que su vecino era un rival real, cuál es su enemigo de cabecera. O miren ahora, que vuelve a ser un equipo de élite, el odio que genera Simeone en Chamartín. La diferencia es que el Madrid tiene dos enemigos, uno ciudadano y otro nacional, donde Atleti y Barça sólo tienen uno, pero su comportamiento es exactamente el mismo que critica. Y es normal, todos somos antis en el fútbol. También ellos.
Lo curioso es que en los últimos tiempos, como reacción al procés en determinado sector y tras desvelarse el caso Negreira en el resto, se ha producido en la masa atlética un claro desapego hacia el Barça, hasta el punto incluso de equipararlo al Madrid en una aristocracia contra la que luchar. Eso duró, claro, hasta que el Madrid decidió recordarle, a base de ataques y lloros, que aún hay diferencias. Sustanciales.