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Amadeu García Barcelona
Actualizado Lunes, 17 febrero 2025 - 23:12
Al Barça le tocó apretar los dientes para volver a encaramarse al liderato. Ante un Rayo Vallecano pletórico de sensaciones en las últimas jornadas, acabó por llevarse un triunfo por la mínima (1-0) gracias a un tanto de Lewandowski tras un penalti señalado por Melero López a instancias del VAR y envuelto también por la polémica. Los visitantes, de hecho, protestaron muchísimo un gol de De Frutos finalmente invalidado por el colegiado al entender que Nteka, en fuera de juego aparentemente posicional en el arranque de la jugada, había sacado partido de su posición para evitar que Íñigo Martínez tuviera opción de llegar al balón. Los visitantes, en una recta final de partido de altísima tensión, tuvieron más de una ocasión para empatar.
El castigo de Flick a Koundé por llegar tarde a la charla también sirvió para darle algo de descanso a un jugador que es el que acumula más horas de vuelo en su plantilla. El defensa sumaba antes del arranque del duelo 2.981 minutos, 133 más que un Raphinha caracterizado por una actitud eternamente incansable y 218 que un Cubarsí que, pese a su juventud, es también casi imprescindible en la zaga barcelonista. Héctor Fort se encargó de tomarle el relevo al francés en la zaga, con De Jong afianzado en la medular como relevo del no hace tanto imprescindible Casadó. Ahora mismo, el joven centrocampista parece haber bajado varios peldaños en las preferencias del técnico alemán. Al menos, por ahora.
Enfrente, los azulgrana iban a tener a un Rayo que no ha acabado de dárseles del todo bien en los últimos años. Desde la campaña 2021-22 han encajado tres derrotas (1-0, 0-1 y 2-1) y firmado dos empates (0-0, en casa, y 1-1, en Vallecas) frente al este rival. Los dos últimos precedentes, eso sí, eran positivos para los intereses de los locales. El curso pasado, en la penúltima jornada, se impusieron por 3-0, con un tanto de Lewandowski y dos de Pedri. Y en esta misma campaña, vencieron por 1-2, gracias a un nuevo gol anotado por el canario y al tanto convertido por un Dani Olmo que dejaron en anécdota el madrugador gol inicial de Unai López. Los visitantes, además, llegaban al duelo con una racha de nueve partidos sin conocer la derrota, la mejor de su historia, y cómodamente situados en la sexta plaza. Sumar el triunfo, algo imprescindible para recuperar el liderato, no parecía a priori misión fácil para los de Flick.
Al Barça le costó Dios y ayuda, pero logró irse al descanso con un 1-0 no exento de polémica. Lewandowski, tras un penalti señalado por Melero López a instancias del VAR por un agarrón continuado de Pathé Ciss a Íñigo Martínez, se encargó de romper la férrea resistencia de Batalla.
Y cuando el duelo encaraba ya el final de su primera parte, los visitantes protestaron un tanto de De Frutos invalidado por el VAR al entender que Nteka, quien estaba en fuera de juego en el arranque de la jugada, había sacado ventaja de su posición al impedir que Íñigo llegara al remate. Al limbo se fueron, mientras, un posible penalti por mano de un defensor reclamado por Gavi y una arriesgada acción de Szczesny que, tras parar un remante envenenado de Nteka, le rebañó in extremis el balón a un Álvaro que se quedó dolorido durante unos instantes en el césped.
En la reanudación, el Rayo se estiró y amenazó muy seriamente la ventaja azulgrana mientras mantenía la solidez mostrada a lo largo de la primera parte. Pedri, durante muchas fases del juego, parecía el único jugador capaz de romper de nuevo la muralla rival, mientras la defensa barcelonista se esforzaba por frustrar las llegadas visitantes. Los de Flick rondaban el área rival, pero no conseguían encontrar habitualmente opciones claras de remate. Y, en cuanto lo lograban, iban escasos de puntería. Algo que permitió que los visitantes acariciaran una opción de sacar al menos un punto de su visita a Montjuïc que, para alivio de los locales, no llegó en este casi en convertirse en realidad. El liderato, al menos por ahora, vuelve a ser azulgrana.
Sin lanzadores, como en el ciclismo clásico, un coloso de 39 años, 70 kilos de peso y 175 centímetros se elevó por encima de todos para escribir una página de oro en la historia del Tour. 35 victorias en sus vielas. Más que nadie. Mark Cavendish ya mira a Eddy Merckx por encima del hombro.
Lo que parecía una etapa de transición, esta quinta entre Saint Jean de Maurienne y Saint Vulbas, en la que los principales favoritos viajaron protegidos en el seno del pelotón, albergó un hecho memorable. Mark Cavendish superó el registro del Caníbal al imponerse en un sprint desordenado, con empujones y caídas. "Llevo 15 años corriendo el Tour, sé lo que hay que hacer, sé que no sirve de nada estar acariciándose el ego en el pelotón, que lo mejor es pasar los días como puedas y estar a tope en el momento adecuado", aseguró el veterano corredor del Astana.
"Para muchos ganar una etapa ya te justifica una carrera y yo tengo tantas victorias... Esto es algo increíble. Tengo mucho respeto por esta carrera, para mí es el evento deportivo más importante del mundo. Quedan dos semanas y voy a tratar de dar el máximo", dijo, tras dedicar el histórico triunfo a su familia y de ser felicitado por Pogacar. El esloveno le prometió que no iba a batir su plusmarca.
Cavendish superó a Eddy Merckx en una jornada marcada por varias caídas provocadas por las isletas y los estrechamientos de la calzada. Pogacar se salvó milagrosamente de una trampa en la que Pello Bilbao quedó atrapado. El británico ya será un emblema de un Tour que apunta al renacimiento del ciclismo español, con los integrantes de la nueva generación en posiciones delanteras. Ellos estuvieron espléndidos en la primera gran cita montañosa.
En el Galibier, Juan Ayuso, en su esforzado aprendizaje de gregario, se pegó a la rueda de Pogacar y aguardó el instante preciso para recibir la orden de colocarse en la punta de lanza y comenzar el baile de desgaste. Vingegaard, Evenepoel y Roglic sufrieron con el ritmo impuesto por el debutante chaval de Jávea (21 años), que además de sacrificarse por su jefe de filas, fue capaz de sprintar a Roglic en la meta de Valloire y terminar tercero. Ahora es cuarto en la general.
Minutos antes de coronar el Galibier, Ayuso había cruzado mirada cómplice con Oier Lazkano, el prometedor clasicómano vitoriano, cazado tras superar la cima de Lautaret y premiado como el corredor más activo en el primer desafío alpino del pasado martes. ''Para que te toque la lotería, hay que comprar boletos. He intentado ganar la etapa y al final he subido al podio por el ser el más combativo del día. He cumplido un sueño. Este es mi primer Tour, quiero aprender y sé que habrá mucho sufrimiento'' , aseguró el polivalente corredor del Movistar.
Lazkano tiene 24 años, uno más que Carlos Rodríguez, el aspirante más sólido del Ineos a entrar el podio de Niza. En esta primera semana apenas se ha despegado de la estela de Roglic y Evenepoel, sus principales adversarios en su objetivo final de la ronda gala. El andaluz es un diésel con potencia que escala con soltura y desciende con habilidad, como demostró en la conquista de la etapa finalizada en Morzine de la pasada edición. Este miércoles, el ciclista de Almuñécar apenas se dejó ver en una etapa llana. Ocupa la sexta plaza en la general, a 1.16 de Pogacar. El séptimo eso Mikel Landa, el escudero de oro de Evenepoel. Tres españoles entre los siete primeros, como en los mejores tiempos, como en los comienzos de Jonathan Castroviejo, compañero de Carlos Rodríguez, que a sus 37 años es el más veterano de la carrera.
Y no es sólo que los españoles aparezcan en las primeras posiciones, sino también se dejan ver en el desarrollo de las etapas, metiéndose en escapadas. El debutante Raúl García Pierna (23) y Cristian Rodríguez (29) ya han otorgado importantes cuotas de pantalla al Arkea con sus fugas. Aventuras presenciales que los patrocinadores valoran mucho.
En esta edición del Tour hay 15 españoles, uno más que en 2023. En 2022 sólo hubo nueve, entre ellos Enric Mas (29), que tuvo que abandonar y que este año busca un lugar en el top ten. Ahora es 20º, a 4.40 de Pogacar. En el Movistar cuenta con la ayuda de Alex Aranburu (28) y Javier Romo (25). El balear peleará por ganar una etapa, un objetivo que también persiguen Pello Bilbao (34, Bahrain, sexto en 2023), Ion Izagirre (35, Cofidis), Jesús Herrada (33, Cofidis) y Carlos Verona (31, Lidl) y Marc Soler (30, UAE). El corredor catalán, uno de los escuderos de confianza de Pogacar, explica que el Tour es muy largo, pero que para su equipo era muy importante que el esloveno asumiera el liderato con autoridad en el primer test de montaña. "Tadej es increíble, siempre nos pide por la radio un poco más, parece que a él no le duelen las patas'', añade Juan Ayuso, el baluarte de la nueva generación del ciclismo español que pugna por abrirse hueco en la ronda que todo otorga y todo quita.
Tras la etapa inolvidable para Cavendisg, este jueves llega una nueva jornada para aventureros y velocistas, con salida en Macon y llegada en Dijon, con un recorrido de 163 kilómetros. Atentos a los posibles cortes provocados por el viento. Esto no para.
Actualizado Sábado, 15 febrero 2025 - 08:20
El español Alejandro Davidovich, número 60 del mundo, dio este viernes la campanada en el ATP 250 de Delray Beach ante el estadounidense Taylor Fritz (n.4) y jugará las semifinales frente al italiano Matteo Arnaldi (n.38), informa Efe.
Octavo favorito de este torneo, Davidovich eliminó por 7-6(4) y 7-6(5) en dos horas y 25 minutos a un Fritz que era el primer cabeza de serie de Delray Beach tras haber ganado las dos últimas ediciones de esta cita de la ATP en Florida (EEUU).
Después de deshacerse del vigente campeón en una jornada en Delray Beach afectada por la lluvia, el malagueño, que ha empezado 2025 con prometedoras sensaciones, se verá las caras en semifinales ante Arnaldi, quien doblegó al estadounidense Brandon Nakashima (n.43) por 7-6(2) y 6-4 en una hora y 43 minutos.
Davidovich tendrá así la opción de vengarse de un Arnaldi que le superó la semana pasada en los octavos del ATP 500 de Dallas (Texas, EEUU). El italiano ha ganado las dos ocasiones en que se ha medido al español.
Por el otro lado del cuadro se jugarán un puesto en la final el estadounidense Alex Michelsen (n.37) y el serbio Miomir Kecmanovic (n.56).