UEFA Nations League
“Vamos a ir sin miedo a ganar todos los partidos, eso se lo garantizo a cualquiera”, asegura el seleccionador antes del decisivo partido ante Portugal.
Luis Enrique está tranquilo. No le importó que el domingo la Federación portuguesa les informase de lo mal que está el césped del Municipal de Braga, un precioso estadio metido entre rocas, sin grada en los fondos y con los laterales muy verticales. Este lunes, antes de salir a charlar con la prensa, fue a pisarlo y no le pareció tan mal. “Yo creo que no está del todo mal. No sé qué ocurrirá cuando el balón empiece a rodar y los jugadores a pisarlo, pero a priori…”, explicó en la sala de prensa un tipo, conviene insistir, tranquilo. Y optimista.
Muy optimista, de hecho. El seleccionador dice que la primera parte del sábado en Zaragoza contra Suiza no fue tan mala como dijo después del partido, y sonríe cuando le preguntan por el choque ante Portugal, donde sólo vale ganar para estar en la final de la Liga de Naciones. “Es como jugar unos cuartos de final del próximo Mundial de Qatar. Es una final y sólo vale ganar. Vamos a por ello”, ha explicado.
Sonríe más de lo habitual. Está más relajado de lo habitual. Y presume, a su manera, de lo que está logrando con este equipo. “Aquí soy tímido, imagínate en el vestuario. Sí, soy optimista. Lo que han conquistado los jugadores es el cariño de la afición, puedes mirar en Barcelona, en Zaragoza, muchísima gente joven, muchísima. Ojalá pudiera garantizarle al país que vamos a ganar el Mundial. No puedo, pero que vamos a ir sin miedo a ganar todos los partidos, eso se lo garantizo a cualquiera”, dice.
Por cierto, muy en su línea, quiso salir a defender a su línea defensiva, valga la paradoja y la redundancia. “La mejor línea que tengo es la defensiva. Unai Simón es el primero que ataca, y estoy encantado con ellos”.