El capitán de la Inglaterra en crisis, Owen Farrell, es hijo del premiado entrenador de Irlanda, Andy. Ambas selecciones atraen los focos en el Seis Naciones que comienza este fin de semana.
A Owen Farrell no le ha gustado que su padre, Andy, regalara una camiseta de Irlanda a sus hijos. El gesto del abuelo detallista con los nietos escondía en realidad un troleo y resume una de las rivalidades de un Seis Naciones muy abierto que comienza este fin de semana. Owen, 31 años, es el capitán de Inglaterra, un quince con dudas y nuevo entrenador. Andy, su padre, 47 años, es el seleccionador de Irlanda, elegido el mejor del mundo en su puesto en 2022.
Resulta comprensible que el inglés Owen Farrell llegue al gran torneo de mitos y leyendas sin ganas de bromas. Con 101 partidos internacionales de experiencia, hace días se ha visto obligado a asistir a un cursillo de placaje para reducir una sanción que, en caso contrario, le habría impedido disputar el encuentro de este sábado contra Escocia.
Owen garantiza una eficaz conducción del ataque y muchos puntos a palos. Le encanta además meter el hombro en defensa; el problema es que no siempre lo hace en el sitio ni el momento adecuados. En ocasiones olvida cerrar los brazos y se limita a golpear, algo castigado por el reglamento, sobre todo si alcanza el cuello o la cabeza del rival.
Así fue cazado -otra vez- justo antes de que se abriera un enconado debate en Reino Unido sobre la conveniencia de limitar la altura de los placajes. En el rugby preocupa cada vez más la seguridad de los jugadores y en Londres inquieta la posibilidad de que una expulsión o sanción de Owen en un deporte escrutado por las cámaras perjudique al equipo nacional.
Al margen de sus directos con la clavícula, Owen siempre ha sido muy fiable aunque no entusiasme. Y debido a su carácter competitivo, el nuevo seleccionador inglés Steve Borthwick le ha devuelto la capitanía. No le ha devuelto, sin embargo, la posición de medio de apertura, de modo que seguirá escoltando al más creativo Marcus Smith. Inglaterra, actual subcampeona del mundo, requiere cambios pero no arriesgará con revoluciones. Necesita resultados ya, lo que permite pronosticar un juego basado en la delantera y los portadores de balón.
Semejante presión sobre el XV de la rosa renueva el interés de un Seis Naciones que parecía condenado a convertirse en cita preparatoria del Mundial de septiembre. Con el torneo, la alegría deportiva de cada invierno, vuelven las peregrinaciones por los pubs, los himnos gritados con la vena del cuello hinchada, los debates apasionados. Este año se suma otro equipo. Las cámaras de Netflix acompañan a cada escuadra para desvelar en una serie posterior lo que ocurre cuando se cierra la puerta del vestuario.
Todo esto no oculta que la gran cita del año oval comienza en septiembre y en ella dominan abrumadoramente los países del sur. A desafiar su hegemonía se ha apuntado Andy Farrell, padre de Owen y seleccionador de Irlanda. El XV del trébol se impuso a los All Blacks en Nueva Zelanda en una serie de tres partidos en verano y derrotó a Sudáfrica, actual campeona del mundo, en noviembre. Si gana el Seis Naciones, saltará al selecto pool de aspirantes a la primacía planetaria.
Llega Irlanda con las expectativas por las nubes. Reunió en 2022 los premios de mejor seleccionador y mejor jugador, el flankerVan der Flier. Supone otro tipo de presión: puede permitirse un desliz pero no un desastre. Cuenta con una muy bien armada plantilla, basada en una delantera dominadora en las fases estáticas, a la que Andy Farrell ha añadido las brillantes ofensivas de la tres cuartos. Cuenta asimismo con el regreso, tras su enésima lesión, del medio de apertura Sexton. Nadie elige mejor cuándo dar una patada o cuándo y cómo abrir a los de atrás. Pero suma 37 magullados años. Cada golpe que reciba será un dolor de cabeza para el conjunto entero y –vade retro, Owen- le esperan unos cuantos.
Irlanda debuta visitando a Gales en un partido con trampa. Como Inglaterra, los locales saldrán muy motivados por el cambio en el banquillo. Tras los malos resultados del año pasado -con derrotas ante Italia y Georgia- comienza la segunda etapa de Warren Gatland, quien ha recurrido al primer mandamiento del manual del entrenador arreglalotodo: poner a los veteranos. Al frente, el capitán y talonador Ken Owens (36 años) y el segunda línea Alun Wyn Jones (37 años). Marcha atrás en el tiempo, trienios y galones hasta que el cuerpo aguante. Antes ganar que renovarse.
La supremacía de Francia en 2022 le concede un margen de error en sus viajes a Irlanda e Inglaterra. Aun con algunas bajas sensibles, presenta un conjunto ya engrasado, con una sólida defensa y la mirada en su Mundial. Comandará su ataque el mariscal Dupont, un medio melé acostumbrado a la máxima exigencia en el Top 14, la Heineken Cup europea y la selección. El riesgo es que la ausencia por lesión de sus dos suplentes habituales obligue a exprimirse al hombre clave.
La trayectoria de Escocia dependerá de sus sensaciones de este sábado, cuando visita Inglaterra. El conjunto se presenta tan irregular como su medio de apertura, Finn Russell. Si por fin adquieren consistencia y disciplina pueden dar la sorpresa ante las circunstancias de los demás. Si no, brindarán a sus seguidores otro año anodino, y ya son demasiados.
Al contrario de lo habitual, Italia invita a la ilusión tras su victoria en el último minuto de su último partido en el último Seis Naciones. El zaguero balaCapuozzo se presenta como la mayor amenaza de un equipo muy rápido atrás… si consigue buenos balones adelante. Aunque su entrenador promete un juego dinámico, el auténtico reto será competir hasta el final de cada enuentro. Este domingo, mal inicio, recibe a Francia.
A la atribulada Inglaterra de Owen Farrell el calendario le ha dado una oportunidad. Arranca contra los tres rivales más asequibles antes de recibir a Francia y visitar en el supersábado final a Irlanda. Ese día esperamos, tras el partido, el saludo entre Andy y Owen, padre e hijo. Cada uno con su camiseta por el bien de la familia.