El suegro del futbolista Nahuel Molina ha sido asaltado con violencia en su propia casa. Los hechos ocurrieron el pasado lunes cuando Claudio Occhiuzzi, empresario, cenaba con su familia en su vivienda, situada en Lanús. Según relata La Nación, varios asaltantes armados irrumpieron en ese momento en el domicilio.
Occhiuzzi se levantó al escuchar un ruido. “Llegué a la ventana y entró un malviviente todo de negro, me puso un revólver en la cabeza y después entraron tres más”. A partir de ese momento fue encañonado, separado de su pareja y los dos hijos con los que estaba, encerrado en una habitación y amenazado de muerte si no entregaba el dinero.
“Me gatillaron en la cabeza”, ha contado Occhiuzzi. “Me pusieron el revólver en la cabeza, me pegaron, me dijeron que iban a matar a mis hijos delante mío si no les daba dinero”, ha contado. El empresario, según su relato, insistió en que no tenía dinero en efectivo en la casa.
El suegro de Nahuel Molina ha declarado que los ladrones portaban herramientas para cortar rejas y se comunicaban mediante una radio, a través de la que una mujer les daba instrucciones.
El momento de máxima tensión se produjo cuando llegó la Policía, que había seguido el rastro del vehículo porque estaba implicado en otro delito. Según cuenta el suegro del futbolista del Atlético de Madrid, “uno escapó para afuera y lo agarraron, yo quise cerrar la puerta, pero otros tres se volvieron a meter, querían escapar por el fondo”.
“Pensé que me mataban porque tal vez se imaginaban que yo había llamado a la policía; tenía un pánico terrible”, ha asegurado Occhiuzzi.
El enfrentamiento se inició cuando los agentes intentaron identificar a los ocupantes de la banda que estaban en el coche sospechoso, pero fueron embestidos y se inició un tiroteo sin consecuencias para las víctimas del ataque. Los asaltantes trataron de escapar pero tres de ellos resultaron detenidos tras una persecución.