Era un secreto a voces, pero escucharlo de boca del propio protagonista confirma que la hoja de ruta está clara. “El club [el Bayern Leverkusen]y yo hemos decidido que estos dos sean nuestros últimos partidos juntos. Creemos que es el momento de salir y que hoy era el momento indicado para anunciarlo”, ha dicho este viernes Xabi Alonso en la rueda de prensa que ha ofrecido antes del partido de la Bundesliga del próximo domingo ante el Borussia Dortmund, el penúltimo de la temporada.
Lo que no ha confirmado Xabi es que su destino es el Real Madrid. “No es el momento de hablar del futuro”, ha dicho, aunque nadie duda de que será el sustituto de Carlo Ancelotti a falta de saber si, como quiere el club, dirigirá al equipo ya en el Mundialito de Clubes que comienza el 15 de junio. Otra opción sería que un técnico interino, y se habla de Santiago Solari, fuese quien realizase esa transición y Xabi se incorporara ya el 15 de julio.
“No es el momento de hablar sobre el futuro dado que queremos tener un adiós bonito el domingo aquí”, ha insistido el vasco, que ha hablado de una “mezcla de emociones, porque hemos llevado el rumbo correcto en este tiempo juntos y todavía me quedan dos partidos muy emocionantes”.
“El fútbol y la vida son de encontrar el mejor momento. Esa fue mi intención. Y así quisimos que fuera el adiós, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo tan largo, bonito e importante que estuvimos aquí. Quiero disfrutarlo hasta el último momento”, ha expresado el entrenador, que a sus 43 afrontará el mayor reto de su carrera después de llevar las riendas de la Real Sociedad B (2019-2022) y del Leverkusen (2022-2025), al que el año pasado hizo campeón de la Bundesliga, además de conseguir una Copa y una Supercopa.
Pese a que los periodistas le insistieron sobre dónde entrenará el año que viene, Xabi no quiso entrar: “Repito que no es el momento, quedan dos partidos por jugar y una temporada por finalizar. Cuando eso suceda, hablaremos”, dijo. La temporada acaba en Alemania un fin de semana antes que en España, el domingo 18.
El plan previsto es que el Real Madrid y Ancelotti oficialicen que separan sus caminos la semana que viene, pase lo que pase en el clásico del próximo domingo. Para posteriores fechas quedarían el anuncio de Xabi como nuevo inquilino del banquillo blanco y esa decisión de ir o no al Mundial de Clubes.
Con un Vinícius Jr. muy incisivo y efervescente, el Real Madrid venció este martes por 2-1 al Chelsea en Charlotte para cerrar con un triunfo su gira de pretemporada por Estados Unidos. Lucas Vázquez y Brahim marcaron los goles de los blancos, que vuelven a casa tras este tour con una victoria y dos derrotas (1-0 ante el Milan y 2-1 contra el Barcelona).
Dentro de solo ocho días y ya con todas sus estrellas incorporadas (incluyendo Kylian Mbappé y Jude Bellingham), el Madrid se jugará el primer título de la campaña con la Supercopa de Europa frente al Atalanta.
No se llenó el Bank of America Stadium de Charlotte (el hogar de los Carolina Panthers de la NFL) con 62.167 espectadores en un aforo de 75.037 personas y con clara mayoría blanca. Probablemente tuvo mucho que ver que Carolina del Norte espera con preocupación la llegada de la tormenta tropical Debby que ha dejado numerosos destrozos en el sureste de EEUU.
El tiempo fue desapacible durante la tarde, con cielo nublado y algo de viento, pero no llovió y el amistoso se disputó con normalidad.
Vinícius Jr. y Brahim fueron los mejores y completó la delantera un Rodrygo, que jugó sus primeros minutos de la pretemporada. No participaron en el encuentro Endrick y Arda Güler.
Al ritmo de Vinícius
Noni Madueke fue el protagonista del arranque. Las incursiones por la derecha del extremo británico encendieron el ataque del Chelsea y de una de sus aventuras por el costado surgió la primera ocasión con un remate de cabeza Raheem Sterling.
La respuesta por los blancos -hoy de naranja- llegó por cortesía de Vinícius. El brasileño ya fue el mejor en el clásico, pese a que solo jugó poco más de media hora, y esta noche volvió a exhibir chispa, descaro y frescura en cada acción.
Poco a poco, el Madrid fue ganando velocidad y no tardó en averiguar que el Chelsea presentaba incontables grietas en defensa. El primer gol llegó en el 19. Rodrygo se inventó un estupendo pase al hueco para Brahim y la jugada acabó en las botas de Lucas Vázquez, cuyo tiro con la zurda rebotó en la defensa del Chelsea y se fue llorando hasta la red.
La buena imagen que había dejado el Chelsea en el inicio se evaporó en un visto y no visto. En cambio, el Madrid rozó el segundo con un gran disparo de Dani Ceballos que no entró por centímetros.
No tuvo que esperar mucho más Carlo Ancelotti para disfrutar de un nuevo gol de los suyos. Vinícius dio una deliciosa asistencia con el exterior para Brahim, que recortó de maravilla al portero Filip Jörgensen y anotó casi sin ángulo en el 27.
El Madrid bailaba al son de Vinícius -coreado por la grada- y Brahim y parecía que el tercero estaba a la vuelta de la esquina. Pero el Chelsea reaccionó. Primero desperdició una clara oportunidad de Christopher Nkunku a pase de Sterling, pero en el 39 sí recortó distancias con un cabezazo en el área pequeña de Madueke que ni Fran García ni Courtois supieron interceptar.
Con 2-1 y buenas sensaciones para el Madrid, Ancelotti dio entrada en el descanso en la portería a Andriy Lunin. La conexión Vinícius-Brahim volvió a rondar el gol y Militao tampoco estuvo lejos de marcar con un testarazo.
El habitual carrusel de cambios de los test veraniegos, en el que se fue al banquillo Vinícius entre otros, enfrió el partido en la última media hora y el Madrid no sufrió para cerrar la victoria.
«Es un joven con mucha presión alrededor». Después de marcar ante el Girona su primer gol de la temporada, Carlo Ancelotti volvía a mandar un mensaje a Turquía y a poner calma sobre el foco mediático de Arda Güler. La perla otomana, «el Messi turco», como le apodaron en su país antes incluso de fichar por el Real Madrid, es una de las personalidades más famosas de una nación donde la pasión lo es todo.
A sus 19 años, Güler es uno de los futbolistas más ovacionados por la afición del conjunto blanco, tanto en España como en el extranjero. En Vallecas, última visita madridista, fue el más aclamado junto a Jude Bellingham a la salida del estadio tras el partido.
Y la final de la Copa Intercontinental de esta tarde en Doha no será una excepción. El turco, musulmán profeso, se presenta esta semana ante un público árabe que le idolatra y que ve en él la conexión entre la pasión religiosa y la futbolística. El Madrid tiene millones de seguidores en el mundo árabe y tras la salida de Benzema, también musulmán, Güler es ahora su nuevo icono, vitoreado a la llegada del Madrid a Doha este lunes.
«Ha madurado»
El turco sigue dando pasos adelante en el vestuario del cuadro de Chamartín. Ha sido titular en los dos últimos partidos de Liga, ha marcado un gol y ha dado dos asistencias. Pasos de gigante para «un niño», como le define Ancelotti todavía, que en 12 meses se ha transformado físicamente. «Ha madurado», admiten en Valdebebas, tanto de piernas como de mente, y se ha ganado un hueco en la rotación del campeón de LaLiga y la Champions.
Llegó en el verano de 2023 con apenas 18 años y una musculatura poco trabajada, aunque con todo el talento del mundo. Y le costó. Sufrió una lesión de menisco en la pretemporada de Estados Unidos, pasó por el quirófano, estuvo de baja dos meses y al volver acumuló varias lesiones musculares que le impidieron debutar hasta enero de este año, cuando su familia se presentó en las humildes gradas de Aranda de Duero una noche de Reyes para observar el primer partido oficial de su hijo con la camiseta blanca, en la Copa del Rey. Sus padres y su hermana son los grandes pilares de su círculo cercano y los que más paciencia le han dado en sus primeros y complicados momentos en el Santiago Bernabéu.
Por instantes se desesperó, con el ansia viva de querer demostrar sus virtudes y con la presión extraordinaria de todo su país por verle triunfar. «Ha tenido seis meses de lesiones y ahora está más tranquilo. Hay que ser paciente con él, entiendo que hay mucha presión sobre él, un país entero Turquía que quiere verle jugar en el Madrid, lo entiendo, pero paciencia. El chico, el niño, tiene 18 años, tendrá su tiempo», reflexionaba Ancelotti en la sala de prensa a principios de 2024.
Adaptación a la cultura española
El turco tuvo muchas conversaciones con el italiano y con miembros del cuerpo técnico durante las primeras semanas del año, cuando ya se encontraba mejor. Hizo público su deseo de jugar más y desde el banquillo le pidieron tiempo para encajar las piezas de un equipo que en ese momento peleaba por todo. También en la directiva, donde su gran apoyo ha sido Juni Calafat, culpable de su fichaje tras las interminables negociaciones con el Fenerbahce y con su familia. Calafat le terminó ganando la partida a Deco, enviado por el Barça a Estambul en mayo de 2023, y el tiempo, como le había prometido Ancelotti, llegó para el niño Güler en la primavera de la pasada temporada.
El 26 de abril había jugado 31 minutos en Liga, pero terminó el curso acumulando más de 400 y marcando seis goles. Ahora los números son diferentes: suma más minutos que en toda la campaña pasada (657) y ha sido titular siete veces. Ancelotti le define como «un diamante».
Güler, frente a Mbappé, el martes en Doha.REAL MADRID
Se ha centrado en el apartado físico, con dobles sesiones entre la ciudad deportiva y el gimnasio de su casa, donde le ayuda un entrenador personal. Ha mejorado su alimentación y ha ganado masa muscular. La adaptación a la cultura española, diferente a la turca en muchos sentidos, también ha sido clave. Y los apoyos del vestuario, especialmente de Fede Valverde y Brahim, le han dado un impulso dentro del grupo.
Ancelotti le ha moldeado, dentro y fuera del césped. Fuera, le ha mostrado cariño, como aquella presentación en Cibeles cuando le habló a la afición de «un chico muy interesante». En el campo, ante el overbooking de la delantera, circunstancia que sufre su compañero de generación Endrick, el técnico italiano ve a Arda más como interior, como parte del centro del campo. Ya sea en un mediocampo de cuatro futbolistas o de tres. Y ahí, desde un principio, le pide un trabajo defensivo que el turco, ahora, sí está siendo capaz de ofrecer. «Trabaja y corre mucho», dijo el transalpino sobre él tras el duelo ante el Girona.
Montella, seleccionador turco, ha elogiado hace unos días que Güler «ha mejorado mucho en términos de actitud y carácter». «Ha aprendido a luchar y competir», insistió. Todo después de una Eurocopa que ha empujado su carrera. Después de la montaña rusa que fue su primer año en Madrid, Arda se convirtió en una de las revelaciones del torneo. Su selección fue cuartofinalista y él uno de los mejores jóvenes, asentando su lugar en el conjunto blanco, negando cualquier cesión e impulsando su carrera en la Castellana.
ABRAHAM P. ROMERO
Enviado especial
@AbrahamRomero_
Braga
Actualizado Lunes,
23
octubre
2023
-
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