El rugby español sube al podio: la selección masculina de seven se clasifica para la final del Mundial

El rugby español sube al podio: la selección masculina de seven se clasifica para la final del Mundial

No encuentra su techo la selección masculina de rugby a siete. Este fin de semana en Los Ángeles los Leones de seven han hecho saltar por los aires el orden consolidado de las tradicionales potencias del deporte oval. Ya el sábado se convirtieron en el único conjunto del hemisferio norte en colarse en semifinales y este domingo se han asegurado, al menos, el subcampeonato del mundo en la presente temporada tras derrotar a Argentina en la semifinal (29-5).

La selección masculina de rugby a siete puede aún conquistar el oro porque disputará la finalísima contra Sudáfrica a las 02:40 de la madrugada (Rugby Pass tv, sólo hace falta registro).

Para saber más

Argentina era el único equipo al que esta temporada no había ganado el seven español. Hasta este domingo. Los Pumas han empezado muy bien, con una escapada por el centro en la que sólo un placaje in extremis de Moreno, ayudado por Ramos, ha evitado el ensayo. El primer aviso español ha llegado al reanudarse el juego: los Leones han arrebatado la melé que introducía su rival. A partir de ahí, el conjunto de Paco Hernández ha crecido, ha mantenido la posesión y ha dejado sin balón a los americanos. Cocinada a fuego lento ha llegado la marca de Pol Pla, su ensayo número 109 en las Series Mundiales.

En el último respiro de la primera mitad, una expulsión por golpe con el hombro en la cabeza ha dejado a Argentina con seis jugadores para el resto de la semifinal. A la salida del castigo, España ha posado su segundo ensayo para ampliar la brecha antes del descanso (10-0). El partido ya sólo lo podían perder los españoles y eso no ha ocurrido. Aunque González ha reducido diferencias para los americanos (10-5), tres marcas posteriores han ampliado la ventaja de los hombres de Paco Hernández hasta el 29-5 definitivo.

El sábado, clasificación épica

España había quedado tercera al final de la temporada y ese estado de forma le convertía en una de las favoritas para este torneo en el que, sin embargo, todos parten de cero.

Pero entraron mal los Leones a la serie decisiva. Con una derrota en el primer partido de la fase de grupos ante Australia (15-10) en un partido en el que no estuvieron cómodos. Balones caídos, balones retenidos, la presión del inesperado marcador en contra y, enfrente, un conjunto que aprovechó cada detalle de forma quirúrgica. Aun así, dejaron como siempre una nota de raza, perdieron cuando la remontada parecía posible. Porque, salvo en algún partido, este conjunto ha competido hasta en las derrotas.

Juan Ramos, tras posar el ensayo contra Nueva Zelanda

Contra Nueva Zelanda no tenían margen de error. Los españoles jugaron sobre el alambre. Encajaron un ensayo y salvaron otro in extremis sobre la línea de marca. Al descanso (0-5), los Leones, de nuevo con errores de manos, estaban ya fuera de la lucha por las medallas. Pero empezaron a crecer, a creer. A falta de tres minutos se hicieron con el control del encuentro. Volvieron a esa peligrosa mezcla de paciencia y agresividad que les ha dado victorias. Acogotaron a los All Blacks bajo sus palos, y entonces Juan Ramos, vibrante, valiente, se fue contra el mundo y posó atropellando a dos rivales más fuertes. La victoria (7-5) les daba otra oportunidad.

España tenía que vencer el tercer partido -y por ocho o más tantos- a Fiyi, que llegaba por encima, como segundo clasificado, a esta fase regular. Mostró un gran control del partido, que ya dominaba al descanso (12-0). Sin embargo los Flying Fidjians, lejos de entregarse, buscaron la igualada en la segunda mitad y se acercaron a sólo siete puntos (19-12). La clasificación se decidió al límite, con una galopada de Ramos que, ya cansado, esperó el apoyo de Trevithick para descargarle y lanzar su carrera hacia el ensayo (24-12) y las semifinales, que han ganado este domingo. Ahora sólo falta la final.

Sea cual sea el resultado, en Los Ángeles el rugby español ha ocupado el centro del escaparate y proclama su pujanza entre los países emergentes.

kpd