El TAD (Tribunal Administrativo del Deporte) ha ratificado la sanción de tres partidos que el Comité de Competición de la Federación impuso en su día a Robert Lewandowski por su expulsión en el partido contra Osasuna, el último antes del Mundial, el pasado 8 de noviembre.
En aquel encuentro, el delantero polaco del Barça fue expulsado por el árbitro, Gil Manzano, y camino de los vestuarios hizo un gesto tocándose la nariz. Ese gesto fue interpretado como un “menosprecio o desconsideración” hacia el colegiado. Pese a que el jugador lo negó, y explicó que el gesto iba dirigido a su entrenador, Xavi, ni Competición, ni Apelación ni, ahora, el TAD, han comprado los argumentos del recurso que presentó el Barcelona en su día.
La polémica aumentó el pasado día 30 de diciembre. Días antes, el Barça había pedido a todos los comités deportivos la medida cautelar de aplazamiento de la sanción mientras estudiaban el fondo del asunto, cosa que ninguno de ellos atendió. Así las cosas, la entidad presidida por Joan Laporta llevó el caso al juzgado central de lo contencioso administrativo número 2 de Madrid pidiendo la suspensión cautelar. En un auto ese penúltimo día del año, suspendió la ejecución de la sanción porque ese cumplimiento podría ser “un daño irreparable en el caso de una resolución favorable al Barcelona en el TAD”.
Finalmente, el TAD también ha desestimado los argumentos azulgrana, y ahora la única vía existente para que el caso siga vivo es que el Barcelona acuda a la justicia ordinaria para que entre en el fondo del asunto, algo impensable.
«Hace un año nadie daba un duro por nosotras». Esa es la reflexión con la que la capitana, Irene Paredes, verbalizaba el cambio en España, capaz de ganar un Mundial y la primera Nations League en apenas seis meses. El 15 de septiembre nadie lo daba por Montse Tomé, pero ahora la asturiana se ha ganado una vida extra. La selección ha crecido pese a arrastrar las heridas del caso Rubiales, es más fuerte mentalmente y mejor en todas las facetas del juego, algo que no ha pasado desapercibido para el director deportivo, Markel Zubizarreta.
Para saber más
Su llegada a la RFEF se dio dos meses después de que el presidente interino, Pedro Rocha, señalara a Tomé como la sucesora de Jorge Vilda. Luis Rubiales la había puesto en el disparadero al nombrala in voce directora deportiva en un polémico discurso aplaudido y, aunque ella renunció, su contratación para el banquillo se vio con recelo. La convocatoria del 15 de septiembre, sus explicaciones de la ausenciade Jenni Hermoso, - «para protegerla»-, y la madrugada en Oliva le auguraban un futuro muy breve. Sin embargo, desde un perfil discreto, ha ido trabajando todo lo que no eran sus conocimientos. Apoyada por el psicológo hasta en las entrevistas personales, ha ido dominando la escena pública, relajando una actitud defensiva y aprendiendo a sortear el ruido que la ha acompañado. La primera carcajada en público la mostró antes de la semifinal ante Países Bajos.
Cuando la colegiada sueca pitó el final ante Francia, a Tomé la engulló en un abrazo su cuerpo técnico, unos estrechos colaboradores que han ido creciendo al ritmo que la Federación ha ido aumentado la profesionalizando que rodea a las campeonas. «Mucha gente opinó de mí sin conocerme», decía la asturiana con la medalla al cuello y la camiseta de campeonas. Admite ese desconocimiento su jefe, Markel Zubizarreta, que tendrá que decidir sobre su futuro cuando acaben los Juegos de París, que es hasta cuando tiene contrato, si las elecciones en la RFEF no se lo impiden. El director deportivo llegó al cargo con una idea que ahora está madurando. «Estamos en la RFEF en un momento que no nos permite planificar más allá de las elecciones, pero refuerza a todas las personas que han formado parte, a las jugadoras y al cuerpo técnico», dijo.
Tomé, junto a Jenni Hermoso, en la recepción en Moncloa.EFE
A Zubizarreta hay un aspecto que le ha sorprendido especialmente de Tomé y su staff. «No la concocía, sólo como segunda cuando venía a ver partidos, pero a un cuerpo técnico hasta que no lo ves trabajar... Hemos tenido dos días para preparar esta final y en este contexto, este cuerpo técnico es élite», admitió.
El 22 de diciembre se puso Tomé a trabajar en esta fase final, cuando la derrota ante Italia había sembrado las primeras dudas. Una polémica con Aitana Bonmatí y un error que hizo a España jugar en inferioridad unos minutos puso otra vez el foco en el lío más que en el fútbol. Sin embargo, la desconfianza se fue diluyendo. «El vestuario ahora está feliz», reconocía la seleccionadora en una entrevista este diario. El crecimiento del grupo, procur¡ando la entrenadora guardar un perfil bajísimo para dar todo el protagonismo a sus jugadoras, ha sorprendido al director deportivo tanto como que el equipo ejecute con precisión los planes de Tomé. «Habla muy bien de la capacidad que tienen estas futbolistas para asimilarlos y de la del staff para transmitirlo. Recuerdo aquella noche en Oliva y que este grupo humano, jugadoras y cuerpo técnico, haya pasado de aquello a esto es una bestialidad».
PROCESO ELECTORAL
Tomé tiene contrato hasta después de los Juegos, y tendrá que centrarse en la clasificación para la próxima Eurocopa de Suiza, que arrancará a finales de marzo, pero no parece que, al contrario que con De la Fuente, haya planes de ampliar su contrato. Zubizarreta advierte de que debe esperar. Y es que la RFEF parece abocada a un doble proceso electoral.
Lo quiso evitar Rocha en septiembre, cuando algunos presidentes territoriales le avisaron de que los estatutos obligaban a elegir en asamblea al sustituto de Rubiales. No las convocó con la esperanza de que el CSD adelantara las elecciones de mandato, pero ahora puede verse forzado para provocar una impugnación. Eso puede obligar a la RFEF a dos procesos: el primero, antes de junio, para que los actuales asambleístas ratifique a Rocha, u otro de los miembros, en la presidencia. El segundo, en el cuarto trimestre, para renovar toda la asamblea y siendo ya un proceso abierto a nuevos candidatos.
El Barça vivió una plácida eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Barbastro. El equipo que dirige Hansi Flick, sin pasar grandes apuros, se las arregló para imponerse por 0-4 a un equipo local que amenazó con darles un tremendo susto el año pasado. Robert Lewandowski con dos tantos, Eric García, el encargado de abrir el marcador, y Pablo Torre, tras un error del guardameta local, se encargaron de marcar los goles para un conjunto azulgrana que, en esta ocasión, no dejó ni el más mínimo resquicio para la sorpresa. [Narración y estadísticas, 0-4]
Una forma excelente, además, de ganar una buena dosis de moral con vistas a la Supercopa que se disputará a partir de este miércoles en Arabia Saudí, por mucho que la plantilla se vea también algo trastabillada por la rocambolesca situación que están viviendo Dani Olmo y Pau Víctor, actualmente sin opciones para ponerse bajo las órdenes del técnico germano más allá de en los entrenamientos.
El conjunto barcelonista, con el polaco Wojciech Szczesny por primera vez bajo los palos y Ronald Araujo como titular en el centro de la defensa, saltó al terreno de juego más que dispuesto a acosar la portería rival.
Inicialmente, a sus llegadas les faltaba encontrar opciones claras de remate. Por lo menos, hasta que Eric García, tras un saque de falta y después de que Araujo prolongara el balón, encontrara al fin el camino para poner el 0-1 en el marcador cuando el reloj se encaminaba hacia el minuto 21.
Lewandowski, 10 minutos después, también de cabeza y después de que su remate se estrellara con el brazo de Arroyo, se encargó de anotar el 0-2. Con algo más de puntería ante un Arnau Fàbrega con mucho trabajo, los azulgrana podrían haberse marchado al descanso con más renta en el bolsillo, si bien el resultado parecía dejarlo todo claramente decidido.
Lewandowski, nada más empezar la segunda parte y al límite del fuera de juego, se encargaría de anotar un 0-3 que dejaba el camino aún más despejado para los barcelonistas al aprovechar una buena asistencia de Pablo Torre y plantarse solo ante Arnau Fàbrega.
No mucho más tarde, un escalofrío recorrería la grada tras un choque entre Íñigo Martínez y Jaime Ara en el que el jugador del Barbastro quedó conmocionado y tuvo que ser evacuado, ya consciente, para pasar una revisión médica exhaustiva. Aún con los ecos de esa acción en el ambiente, Pablo Torre aprovecharía un fallo con los pies del meta local para poner el 0-4 en el luminoso.
Los locales, ya sin nada que perder, trataron de estirar un poco más sus líneas para llevarse, por lo menos, un gol que les permitiera salvar la honra. La zaga azulgrana, no obstante, lejos de mostrar las peligrosas lagunas de no hace tampoco tanto tiempo, se las arregló para desbaratar una y otra vez sus intentos y vivir un final de partido tranquilo que propició el debut oficial, con 16 años, de otra joven perla barcelonista: un Toni Fernández que apunta muy buenas maneras como extremo derecho.
Entrevista
ABRAHAM P. ROMERO
@AbrahamRomero_
Madrid
Actualizado Viernes,
22
diciembre
2023
-
16:52El responsable del proyecto analiza en EL MUNDO la situación del fútbol...