Eran las 19.03 horas del domingo de derbi (referencia al año de fundación del Atlético de Madrid) y cientos de personas se apostaban en torno la Avenida de Arcentales para esperar la llegada de su equipo. Un grupo destacaba sobre el resto, con camisetas negras y simbología bélica. Era el Frente Atlético, el responsable de convocar esa quedada. Media hora más tarde llegaba el autobús con el equipo y varios jóvenes se lanzaban a aporrear el vehícul
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Siempre se han de aprovechar los días de tormenta para recurrir a los adjetivos rimbombantes que nos deja este fenómeno natural. Las crónicas agradecen, muchas veces, los aluviones de poderío ofensivo, los ataques en tromba (de agua) y las carreras fugaces (como el rayo). Es el Leipzig un equipo, además, al que le sientan como un guante todas estas esencias, como ha demostrado en los últimos años en la Champions, pero el Atlético supo aplacar su tormenta con dos fogonazos. Griezmann puso el combustible y Giménez la chispa al buen partido rojiblanco. [Narración y estadísticas (2-1)]
Los alemanes no son de pausa, buscan el vértigo y así lo entendió el Atlético, que les recibió junto y recogido en bloque bajo. Salió Reinildo de inicio, un bastión defensivo, pero sorprendió Simeone con Correa, Julián y Griezmann en el once. No importa qué se espere del técnico, siempre hará lo contrario a lo predecible.
Y el Atlético se dejó llevar de inicio a un juego vertiginoso que no es el suyo porque la veteranía de medio campo para atrás te da poso, pero no velocidad. Y, tras un buen ataque rojiblanco que malogró De Paul en el balcón del área, salieron los alemanes como rayos ante un equipo que no puede transicionar tan rápido. En 30 metros ya eran tres alemanes contra dos rojiblancos. Disparó Openda, que se encontró una buena manopla de Oblak, pero el cancerbero ya no pudo con el cabezazo de Sesko.
El regreso de Vermeeren
La reacción del Atlético se produjo 10 minutos después, primero con una picaresca protagonizada por el jugador más listo del campo. Un córner que saca rápido Griezmann con los dos equipos colocándose, pero con Julián Álvarez atento al primer palo aunque no pudo dar la orientación necesaria al esférico. Y luego, tras un regalo de Gulacsi que terminó en las botas de Riquelme y al plantarse ante él y le entró un ataque de juventud e intentó ceder a un Correa vigiladísimo. El argentino disparó, el rechace llegó a Griezmann y apareció una bota salvadora alemana para negar el gol al francés. El estadio elevaba las manos y Simeone se las llevaba a la cabeza.
Volvía Vermeeren al Metropolitano y se debió olvidar de que ya no llevaba la rojiblanca. Se durmió en el borde del área, le robó De Paul y Correa no pudo finalizar con éxito. Casi tiene el argentino el quite del perdón en la jugada siguiente. Tras la salida de un córner, Angelito se acercó al primer palo para meter la punterita y elevar el balón por encima de todos los jugadores que lo miraban hipnotizados cómo golpeaba en el palo y terminaba en las manos de Gulacsi.
Griezman celebra su tanto en el Metropolitano.Manu FernandezAP
Olía el Metropolitano a tormenta y olía también el gol, que llegaría pocos minutos después. Sería Griezmann, el jugador que partía en esta ocasión desde el mediocampo, lo que le confería un aura de indetectabilidad que aprovechó para rematar solo desde el punto de penalti un gran centro de Llorente. Un gol que encendió a las masas y a los jugadores. De hecho, un minuto después, Julián desperdició otro centro de Llorente para hacer el segundo. Definitivamente, se descubrió un partido que se escondía tras nubes negras.
La tormenta no sólo afectó al juego, sino que hizo lo propio con la tecnología de VAR. Cinco minutos estuvo el juego parado por un problema con el pinganillo. Eso no paró al Atlético, que mantuvo la intensidad con la que se había marchado a la caseta con Correa y Griezmann como puntas de lanza, ambos con posiciones intercambiadas para dar descanso al francés, algo fatigado.
La Araña, desaparecida
Sigue Julián Álvarez sin encontrar los espacios en el juego del Atlético. Sustituido por Sorloth en el minuto 60, apenas dejó un remate a puerta el argentino y más por picardía de Griezmann que por mérito propio. Otro cambio fue Correa por Molina, una pedrada del Cholo en un partido empatado y que es importante ganarlo en esta nueva Champions de todos contra todos.
El último cuarto de hora fue un toma y daca a base de cabezazos. Primero remató Sorloth blando a las manos de Gulacsi, luego fue Poulsen el que erró por centímetros y finalmente un buen centro de Molina lo remató Griezmann, pero se encontró la manopla del portero húngaro.
Entonces, con medio estadio dando bueno por el empate, apareció la cabeza de Giménez al segundo palo para poner la primera victoria en el casillero rojiblanco. Nunca se puede dudar de las decisiones del Cholo. Tres puntos sufridos, pero importantísimos en un formato, el de esta Champions, que no da tregua.
Terminó el Atlético de Madrid ante el Betis con siete defensas intentando conservar la renta que habían obtenido en la primera mitad. "Defender también es parte del fútbol", comentó Diego Simeone en la rueda de prensa tras la victoria por la mínima ante el Betis. Lo aplicó el argentino añadiendo jugadores con cada cambio.
Molina, Savic, Witsel, Hermoso, Reinildo, Paulista, Lino terminaron el choque jugando a pocos metros de la portería de Oblak. Si añadimos a Llorente, que comenzó el choque como carrilero y a Riquelme, que ha actuado allí la mayoría de las veces, podríamos sumar nueve los efectivos que el argentino puso ante el Betis. "Nos estábamos quedando sin energía, pero la repusimos con Reinildo, Savic, Llorente más arriba", apuntó el argentino sobre una victoria que les "refuerza" porque la necesitaban.
Ha dolido y mucho la eliminación copera en el seno del vestuario. Tanto por la posibilidad de un título que se esfuma como por las críticas que ha recibido el equipo por la manera en la que se produjo. Simeone se acordó de ellas y de la mentalidad del equipo cuando encaja ante los rivales: "Es fútbol, aparecen los fantasmas, el miedo, todo lo que da vueltas a la gente negativa, pero afortunadamente hay más gente positiva".
No se mostró muy positivo Jan Oblak, protagonista con una parada salvadora ante Guido Rodríguez en los últimos compases del choque. El esloveno cree que el problema defensivo que tienen "no es de ahora" sino de hace "dos o tres temporadas".
El esloveno cree que el equipo debe incrementar su agresividad y mostró también su trsiteza por no poder estar en la final de Copa. "El fútbol cambia partido a partido. Mucha decepción con el jueves. Hemos perdido la oportunidad de disputar un título", apuntó. Y sorprendió saliendo de la línea oficialista y que Simeone ya criticó veladamente tras la derrota en semifinales. "El equipo debe confiar y querer y tener ambición. No es suficiente pensar que con ser cuartos basta", añadió.
Goleador
Más allá de la negatividad de la que Simeone dice que hay que huir. La victoria y Morata son las dos notas positivas de este choque. El delantero, pese a fallar un penalti, recuperó su olfato goleador y ya eleva a 20 su cifra de goles esta temporada con el Atlético de Madrid. "El mejor promedio de su carrera", aplaudió el Cholo, un técnico que no suele destacar de manera particular las estadísticas.
"El equipo lo quiere y lo necesita y va a seguir haciendo goles y ojalá nos empuje", apostilló también el argentino. Halagos a los que se sumó también Oblak. "Es muy importante que marque porque los delanteros viven del gol. Al final, ha tenido ocasiones, ha marcado y va a ser ahora más fácil para él. Eso le va a dar confianza y le necesitamos con mucho gol", señaló el portero.
El Atlético se mantiene casi inexpugnable en su feudo y también invicto ante el Betis de Pellegrini. Simeone alarga así su bestia negra ante el chileno que no ha conseguido vencerle en los 12 choques en los que se han enfrentado. "Tuvimos oportunidades para haberlo empatado, pero en la primera parte regalamos los goles", comentó Pellegrini tras la derrota.
Cádiz, Inter y Barcelona son los siguientes duelos a los que se enfrenta el Atlético. Partidos en los que podría jugarse no sólo la posibilidad de un título sino el poder perder la cuarta plaza ante un pujante Athletic de Bilbao. Desde la llegada del Cholo, el argentino siempre ha conseguido meter a su equipo en Champions diez temporadas consecutivas. Presupuestaria, deportiva y anímicamente sería una gran decepción no conseguirlo este año... aunque aspirar al cuarto puesto no es de equipos ambiciosos.