Mercedes no colocaba a sus dos coches en la primera fila de parrilla desde el GP de Arabia Saudí 2021. De modo que el júbilo de Toto Wolff, jefe de las Flechas de Plata, después de que George Russell cerrase la pole en Silverstone (1:25.819) por delante de Lewis Hamilton, resultaba más que comprensible. Cuando anunciaron la noticia por megafonía, 120.000 aficionados bramaron en las tribunas, porque Lando Norris completaba un histórico triplete británico.
Seis días después de su victoria en Austria, Russell comandó las operaciones de Mercedes, cuyo paso adelante debería servir de ejemplo a sus rivales. De momento sigue en pugna con McLaren, a quien ya había sometido esta misma mañana, en condiciones de mojado. A la par con Red Bull, algo perdida en este legendario aeródromo, donde Max Verstappen partirá cuarto. Siempre por delante de Ferrari, con Carlos Sainz séptimo tras quedar atrapado en el tráfico de la Q3. Y demasiado lejos de Aston Martin, con Fernando Alonso décimo, dos puestos por detrás de Lance Stroll.
La lluvia había marcado la actividad desde primera hora, obligando incluso al aplazamiento de la carrera al sprint en la F3. Pese a que los partes meteorológicos aún daban un 60% de probabilidad de más precipitaciones, el sol empezó a abrirse camino entre las nubes. Ferrari fue el primero en aventurarse con los slicks en el coche de Charles Leclerc. Ya habían transcurrido ocho minutos de la Q1, así que Red Bull calcó el movimiento para Sergio Pérez.
Salir airoso de la grava
A su llegada a Copse, el mexicano perdió el control y dejó el RB20 clavado en la grava. Nadie podría tocar el coche para sacarle del atolladero, así que Checo partirá penúltimo, sólo por detrás de Pierre Gasly, relegado al fondo de la parrilla tras cambiar piezas de su motor. Curiosamente, el piloto de Alpine venía de protagonizar un trompo semejante en Vale durante la sesión libre de la mañana.
En Red Bull nadie se extrañó con el enésimo desatino de Pérez, aunque sí aguzaron las orejas un par de minutos después, cuando Verstappen dio otro paseo por esa misma curva 9. Sólo el pulso firme del tricampeón, buscando un carril de asfalto a centímetros de las protecciones, evitó la catástrofe para Christian Horner. Aun así, los desperfectos parecieron mermar el rendimiento del monoplaza de Mad Max.
Gran vuelta de Alonso en la Q2
Leclerc, con un triste punto en las tres últimas carreras, dio otro petardazo. Su segundo del año en la Q2, un mes después del GP de Canadá. A 15 centésimas del corte, marcado por Lance Stroll y superado por el Haas de Nico Hulkenberg y el Williams de Alexander Albon. Poco debieron de consolar a Fred Vasseur las quejas del monegasco sobre sus sensaciones con los neumáticos delanteros.
A mediodía, Alonso había asomado con un octavo puesto en la FP3, por detrás de Oscar Piastri. Aunque todos traen novedades aerodinámicas, Aston Martin ha acertado con los ajustes en el alerón delantero. Fernando acabó tercero en la Q2 (1:26.730), a 17 centésimas de Norris y a siete milésimas de Russell. Lástima que el equipo tardase más de la cuenta a la hora de enviar a sus coches de regreso al asfalto para su último intento en la Q3. Ofuscado por esa prisas, Alonso tuvo que abortar su vuelta en el primer sector. Aun mantiene un 7-5 frente a Stroll en las sesiones clasificatorias, pero su dominio no se parece en nada al del año pasado.