A las 6.30 de la mañana comienza cada día el proceso para que España gane a Alemania y se clasifique para las semifinales de la Eurocopa. A esa hora se levanta Rodrigo Vargas, el cocinero de la selección desde 2010. «Una ducha y a la cocina para preparar el desayuno, pues el staff llega a las ocho en punto. Luego los jugadores, y cuando todos terminan, sobre las nueve y media o diez, ya vamos preparando la comida, que es a las 14.00. La merienda
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Entre la prensa que sigue los pasos de la selección desde hace tiempo, hay un chascarrillo cuando, en el reparto de entrevistas, a alguien le toca Unai Simón (Vitoria, 27 años). «¿Cómo vendrá hoy?», se escucha, y alude la pregunta a si aparecerá el Unai sonriente, simpático, o si lo hará el Unai serio, distante. Siempre educado, eso sí, siempre amable, eso también, pero hay una distancia enorme entre el primer Unai, sonriente y simpático, y el segundo Unai, serio y distante, aunque Unai es Unai. Es el portero que, cuatro años después, logró hacer olvidar a Casillas.
Para saber más
Porque, desde 2016, cuando Del Bosque sentó a Iker para poner a De Gea en plena Eurocopa de Francia, el baile en la portería había sido intenso. Entre el propio De Gea y Kepa se generó un debate motivado porque ninguno de los dos fue capaz de atrapar el puesto con Lopetegui primero y Luis Enrique después. El asturiano fue quien, un noviembre de 2020, puso a Unai Simón para ya no quitarlo. «Hasta que no coincidí con él, yo no entendía el papel del portero en la salida del balón. Él me enseñó a buscar al hombre libre, y en buena medida, lo que soy capaz de hacer hoy es gracias a él», explicó ayer, cuestionado por su error frente a Croacia, al fallar un pase ante Majer.
Lo explicó, con su 1,90 sentado y con una camiseta de la selección de 1996 -«la que me han dado», dijo-, con la misma naturalidad con la que contó que viene arrastrando una lesión en la muñeca y que se operará tras la Eurocopa. A la segunda pregunta sobre ello, zanjó: «No me supone ningún problema y no quiero hablar más de esto». El dueño de la portería desde ese noviembre de 2020, en un Amsterdam Arena vacío por la pandemia, ha jugado todos los partidos oficiales menos uno contra Chipre, y los dos del debut de De la Fuente porque estaba lesionado.
Despedido Luis Enrique, en esa primera convocatoria del actual seleccionador, marzo de 2023, jugó Kepa. Pero en junio, para la Nations League, y ya recuperado de su dolencia en el tendón de Aquiles, De la Fuente le llamó. En la zona de la Ciudad del Fútbol donde se instalan las carpas para las entrevistas de prensa, el técnico y su preparador de porteros, Miguel Ángel España, estuvieron media hora sentados con Unai. Le explicaron lo que querían de él y, desde esa charla, todo quedó claro.
Unai Simón, en una rueda de prensa.EFE
Atrás quedaban los recelos del guardameta del Athletic, cuya última experiencia con el entrenador no había sido muy agradable. Hablamos del Europeo sub'21 de 2019. En el primer partido, España va ganando 0-1 a Italia con gol de Ceballos. Sin embargo, Chiesa empata aprovechando un error grosero de Unai, que deja libre su portería ante la posibilidad de un centro. El resto del campeonato lo jugó Antonio Sivera, hoy portero del Alavés.
«Es muy serio, y muy educado. Pero ha cambiado, porque antes era muy vacilón, muy bromista, y ahora es más prudente. Eso sí, se lleva super bien con los otros porteros», dicen fuentes de la concentración. «Lo más importante es saber que todos remamos en la misma dirección. Los títulos van a llegar gracias a los tres. Alex y David no tuvieron la oportunidad de jugar el primer partido, pero quizá jueguen contra Italia. Lo importante es que debemos apretarle las tuercas al compañero manteniendo el buen rollo, porque eso siempre va a estar, el buen rollo», explicaba ayer antes de reflexionar sobre las declaraciones de Kylian Mbappé, que el domingo pidió el voto de los jóvenes contra la ultraderecha de Le Pen en Francia.
MBAPPÉ
«Él es una persona muy importante, que tiene mucha repercusión. Yo soy jugador de fútbol, y comparezco ante vosotros en calidad de profesional del fútbol, con lo cual creo que de lo único que debería hablar es de deporte, dejándole el tema político a otras personas», afirmó alguien que, más allá de las videoconsolas, es de los fijos en la sala de recreo que tienen en el hotel, jugando casi siempre a las cartas, casi siempre al póker. Sin redes sociales (ni Instagram, ni Twitter, ni Facebook, ni nada parecido) empezó en su día Fisitoerapia, pero lo dejó y luego, durante la pandemia, empezó Administración y Dirección de Empresas (ADE). Dice que no sabe si está en su máximo nivel, «porque no sé dónde está eso».
Una reflexión final: «Esto ha cambiado. Antes de la Eurocopa del 21, jugamos un amistoso y hubo gente que nos pitaba, leíamos en prensa cosas que no tenían ningún sentido, y ahora, el buen hacer de aquella Eurocopa, el título de la Nations League, ha conseguido que este grupo ilusione».
España dormirá esta noche en su hotel de concentración para la Eurocopa, un lujoso complejo en la Selva Negra alemana, de nombre impronunciable (Der Öschberghof, ubicado en la localidad de Donaueschingen) y donde espera estar hasta el 13 de julio, día previo a la final de un torneo que afronta pleno de confianza después, entre otras cosas, de golear ayer, y divertirse, ante una débil Irlanda del Norte, que pese a ponerse por delante casi antes de empezar el partido, asistió como espectadora a un buen partido del equipo patrio, agarrado a un nombre, Pedri, que, al margen de los dos goles, demostró que ha vuelto. [Narración y estadísticas].
Y que haya vuelto el centrocampista con más talento del fútbol español siempre es una buena noticia. Luis de la Fuente lo tenía claro desde hacía mucho tiempo, pero si necesitaba una excusa de cara a la galería, desde ayer la tiene. España juega al ritmo de Pedri, con permiso de Rodri, y si encima el futbolista del Barça se anima a asomarse al área, como en el segundo gol, y a disparar desde fuera, como en el primero, la pócima huele bien. Probablemente (probablemente no, seguro) ninguno de los rivales de la Eurocopa sea tan débil, y ofrezca tan poca oposición, como Irlanda del Norte, pero no es menos cierto que un chute de alegría como el de ayer siempre es la mejor manera de viajar a un gran campeonato.
Y eso que, conviene recordarlo, casi antes de empezar el partido Irlanda del Norte se puso por delante. Una falta lejanísima, casi en el centro del campo, cogió dormida a la selección. Nacho no fijó a su marca y Ballard conectó un cabezazo que pilló a Unai Simón un pelín adelantado. La tocó, pero no pudo evitar que el equipo empezase perdiendo el partido en el segundo minuto.
Remontada
La propia inercia del encuentro, y la incuestionable superioridad técnica de España, fueron dándole la vuelta al choque poco a poco. Primero fue Pedri quien, bordeando el cuarto de hora, recibió entre la línea de medios y la defensiva. Sin oposición, se giró, condujo y probó una suerte que no es muy suya, el disparo lejano, pero que ayer le salió redondo. Era el empate, y a partir de ahí la noche fue una cuesta abajo para la selección. Una selección mucho más reconocible que la vista ante Andorra. Unai Simón, Le Normand, Rodrigo, Pedri, Fabián, Lamine y Morata son siete futbolistas que estarán seguramente en el once que presente Luis de la Fuente ante Croacia en el debut del próximo sábado.
Nico Williams también es candidato, pero dependerá de Dani Olmo, que ayer no jugó ni un minuto por segundo amistoso consecutivo. Era un equipo, pues, mucho más reconocible, al que seguramente apenas le faltasen el propio Olmo, si está recuperado, los dos laterales, Carvajal y Grimaldo, y Laporte, aunque ojo a la opción de Nacho como titular.
Con un buen ritmo de balón, con un dinamismo bastante aceptable, España le fue dando la vuelta al marcador. Tras el empate, el segundo llegó enseguida gracias a un centro maravilloso de Navas (el sevillano borda el arte del centro) y un remate de Morata. Alborotada por los goles, la selección fue aumentando el ritmo, y el tercero, obra de Pedri, llegando sin avisar casi hasta el área pequeña, empujando un centro de Nico, terminó de enderezar la noche, culminada en esa primera parte por Fabián a pase de Lamine Yamal, cuya orientación imprevisible, ahora hacia dentro, ahora hacia fuera, resulta indescifrable para los laterales del equipo contrario.
Oyarzabal, en su semana fantástica, culminó la noche, ya tras el descanso, y dejó en el aire la sensación de que España es un grupo de jugadores inferior, posiblemente, a las grandes (Francia, Inglaterra, Portugal...) pero es un equipo igual a cualquiera con quien se pueda medir. Y eso, en un torneo como el que viene, no es poco decir.
A Luis de la Fuente se le está poniendo cara de impuntual. De la última docena de ruedas de prensa jugando en otro país, no se recuerda ninguna a la que haya llegado a tiempo. Tiene que ver esto con las rutinas del equipo, que ya nunca entrena en el escenario de los partidos. Lo hace por la mañana en Las Rozas, come tranquilamente y viaja por las tardes. Y claro, siempre que hay que coger un avión...
La rueda de prensa de este miércoles en Stuttgart estaba prevista para las 20.00 horas, y comenzó pasadas las 20.45. "Perdón por el retraso", anunció el responsable de UEFA. El seleccionador y Pedri se dispusieron entonces a contestar a las preguntas. Y muchas de ellas giraron alrededor del Balón de Oro, una de esas cosas que se pone de moda cuando hay pocos partidos.
¿A quién se lo daría Luis de la Fuente? "Si me pones el nombre de Lamine para ganar el Balón de Oro, voto a Lamine. También a Fabián. También a Pedri. Mi voto será para el español que esté nominado", avanzó el técnico, que amplió sus elogios hacia Lamine Yamal, el tipo que acapara todas las miradas en Stuttgart, también buena parte de las preguntas que horas antes recibieron Deschamps y Konaté.
Seguía el seleccionador nacional. "Lamine tiene un futuro impresionante, pero nuestra responsabilidad pasa por cuidar todos esos detalles que son más importantes que la calidad futbolística por lo joven que es. Si sigue así, va a ser una leyenda del fútbol. De los cuatro o cinco grandes que hablamos siempre. Lo tiene todo. Inteligencia, calidad, personalidad... Salvo que tenga una lesión, será una leyenda".
Dijo que los 26 que tiene están perfectos para jugar, pero claro, no adelantó la alineación. E insistió en esa idea que derrama en cada comparecencia de que este torneo es la leche. "Este es un torneo que lo juegan los mejores 16 de Europa, y para ganarlo hay que jugar 10 partidos. Decir que quien no le dé importancia se equivoca es constatar una realidad".
El regreso a Alemania es motivo de alegría en el grupo, pues aquí conquistaron, hace menos de un año, la Eurocopa. Y concretamente en este estadio, el Stuttgart Arena, eliminaron a Alemania en una prórroga agónica. "Estar aquí nos trae recuerdos fantásticos. Los 45 días aquí fueron maravillosos. Sentimos el respeto del aficionado alemán. Estamos encantados", dijo.
Por su parte, Pedri se limitó a elogiar a Mbappé y a decir que el calendario es una "locura".