Pedri fue nombrado mejor jugador joven de la Eurocopa de 2021, donde su irrupción, de la mano de Luis Enrique, sorprendió incluso al fútbol español. Mucho más al del resto de los países. Fue precisamente ese verano el que terminó pasándole factura, pues después de la Eurocopa se fue a los Juegos de Tokio, y después… Después ya se sabe, muchos meses con lesiones, un año y medio sin venir a la selección…
“Me siento muy bien físicamente, tengo muchas ganas de afrontar el partido de Croacia y de afrontar la Eurocopa”, ha comenzado diciendo este martes en la primera rueda de prensa de la selección en los campos de entrenamiento en Donaueschingen. El centrocampista del Barça ha aumentado el optimismo en la concentración después de los dos amistosos, ante Andorra e Irlanda del Norte. En este último marcó dos goles y se vio una buena versión del chico.
“Yo creo que tienen más miedo ustedes que yo dentro del campo. No tengo ningún miedo, intento jugar y sobre todo disfrutar”, ha contado en la gélida sala de prensa que la Federación ha montado en este pueblo, y donde suenan Estopa, Seguridad Social e incluso El Barrio.
LLUIS GENEAFP
El equipo, con Luis de la Fuente a los mandos, pasa estas primeras horas en la Selva Negra alemana alejada de todo. “Siento que puedo aportar mucho, la temporada no ha sido fácil, pero he trabajado mucho para estar aquí”, cuenta Pedri, que también se ha aprendido, como todos, el mantra que quiere el seleccionador. “La mayor baza es que somos un equipo, una familia, ningún jugador le podrá ganar nunca a un equipo”, ha finalizado el canario, focalizado, dice, en el primer partido contra Croacia.
Luka Modric recibió la primera pregunta en español. Respondió en croata. En la segunda pregunta, el periodista, de nuevo español, pidió recibir la respuesta en castellano. "Es que me piden que responda sólo en croata", y se lo dijo, en ese idioma, al jefe de prensa de su selección. Tras una mirada mutua, dijo Modric: "Sólo en croata". Y así respondió toda la rueda de prensa, fueran las preguntas en el idioma que fueran, este viernes en la sala de prensa del Olímpico de Berlín.
Fuera una anécdota o fuera una reafirmación, un tanto absurda, del profundo sentimiento nacionalista de las expediciones deportivas croatas, el centrocampista del Madrid respondió, entre sonrisas, en su idioma. Está aquí, en Alemania, 18 años después de debutar en la selección, en el Mundial de 2006 (en realidad lo hizo en marzo de ese año, ahí jugó el primero de sus 175 partidos, y 25 goles, del hoy capitán). "En todo este tiempo he mejorado en todos los aspectos, pero prefieron que sean los demás los que hablen de mi", zanjó.
Modric elogió sinceramente a España. "Es una de las favoritas para el torneo. Antes la base era el Real Madrid y el Barcelona, pero ahora el seleccionador está dando oportunidades a jugadores de otros equipos y tienen mucho talento, muchas variantes", explicó, y no tuvo reparos en elogiar a la gran sensación de su rival este sábado. Lamine Yamal se convertirá en el jugador más joven de la historia en debutar en una Eurocopa.
"¡Me siento muy viejo al oír estas cosas!", bromeó primero. "Seas joven o viejo, lo que importa es lo que demuestras en el campo. Lamine Yamal ha hecho cosas increíbles y todos lo ven como un gran peligro de España. Tiene una gran carrera por delante, todos lo hemos visto", dijo sobre el jugador de la selección española.
Después fue el turno de Dalic, el seleccionador, que dijo no querer "venganza" tras la derrota en los penaltis de la final de la Nations League el pasado verano. "Venganza no, pero sí queremos ganarles". Aunque lo mejor de su turno fue cuando le preguntaron si le hubiera gustado que Dani Olmo, que pasó casi una década en Zagreb formándose, hubiera decidido jugar por Croacia. "Sí", respondió sin titubeos. Fueron muchos los intentos, por cierto, de la Federación croata porque eso fuera así, pero Olmo nunca tuvo dudas de que jugaría con España.
Que Brahim Díaz no era seleccionable por España lo sabía la Federación, extraoficialmente, desde primeros de este mes. Que Brahim Díaz no era seleccionable por España lo dio por hecho la Federación cuando FIFA le remitió, el sábado 9 de marzo, la carta que el futbolista había mandado al máximo organismo del fútbol mundial solicitando jugar con Marruecos, y cuyo contenido adelantó en exclusiva EL MUNDO el pasado viernes. Pero que la FIFA había dado luz verde al acuerdo entre Marruecos y Brahim para unir sus destinos no fue oficial hasta el martes de la semana pasada.
Ese día, 12 de marzo, en una comunicación oficial firmada por su Director Jurídico, el español Emilio García Silvero, a la que ha tenido acceso este periódico, FIFA informa a la Federación española de la resolución mediante la cual acepta la petición de las dos partes (la Federación marroquí y el futbolista). Dirimido el asunto por el juez único de la Cámara del Estatuto del Jugador, el argentino Javier Vijande, el texto consta de dos escuetos puntos.
Para saber más
"La solicitud de la Real Federación Marroquí de fútbol relativa al cambio del jugador Brahim Abdelkader Díaz ha sido aceptada", es el primero de ellos. El segundo: "El jugador Brahim Abdelkader Díaz es elegible para jugar en el equipo de la Real Federación Marroquí de fútbol con efecto inmediato". Es decir, si quedaba alguna duda de los posibles resquicios a utilizar para 'recuperar' a Brahim para la selección española, este documento la cerraba. En la resolución, que consta de tres páginas, no se dan más detalles del expediente con referencia FPSD-14001, que es el número que tiene el asunto "Cambio de asociación del jugador Brahim Abdelkader Díaz".
Eso sí, como es preceptivo según los estatutos vigentes, el organismo traslada a España la resolución para que "tome nota de su contenido y vele por su puesta en práctica", al tiempo que da 10 días para recurrir. "Según el artículo 15 del Reglamento del Tribunal de Fútbol, cualquier recurso deberá ser recibido por escrito en la secretaría general de la FIFA en el plazo de 10 días siguientes a la recepción de esta notificación. El incumplimento de esto [...] dentro del plazo dará lugar a que la decisión sea firme y vinculante". España no tiene la más mínima intención de realizar ese trámite, pues respeta la decisión del futbolista.
Brahim celebra su gol, el pasado sábado en PamplonaJESÚS DIGESEFE
Brahim, de hecho, en su carta a la FIFA solicitando el cambio de Federación lo dejaba muy claro: "Yo, el abajo firmante, Brahim Abdelkader Díaz, nacido el 3 de agosto de 1999 en Málaga, con doble nacionalidad marroquí y española, miembro del Club Real Madrid (España), habiendo jugado ya en beneficio de la Real Federación Española de Fútbol, declaro que he optado por jugar a partir de ahora en la Real Federación Marroquí de Fútbol", decía la misiva.
"Elijo jugar en representación de las selecciones nacionales de Reino de Marruecos por motivos personales [...]. Además, confirmo que soy consciente de que sólo puedo ejercer mi derecho a cambiar de asociación nacional una vez y que, una vez que la FIFA haya tomado la decisión, este cambio será definitivo e irrevocable", concluía el futbolista.
Esta España espesa, pesadota, más bien gris, del mes de marzo terminó pasando a la Final Four de la Liga de Naciones, la tercera consecutiva, donde defenderá título enfrentándose a Francia en la semifinal, gracias a una agónica tanda de penaltis que resolvió un partido divertido, con un montón de goles y con mucho por mejorar para un equipo que, sin embargo, casi siempre gana. Por las buenas, por las malas o por las regulares, como ayer, pero el caso es que gana. Pedri metió el último lanzamiento y sonó la música de Raphael. Pues nada, a bailar, que esto del fútbol va de ganar. Y España (casi) siempre gana.
De la Fuente hizo tres cambios respecto al partido de ida. Dani Olmo por Pedri, Mingueza por Pedro Porro y Oyarzabal por Morata. Países Bajos sólo uno. Entró Maatsen por el sancionado Hato. Y el partido fue bastante parecido en su primera parte a lo visto en Rotterdam. España, en un buen inicio, se encontró con el gol en el mismo minuto que en la ida, aunque de forma diferente. Si allí fue una buena jugada colectiva culminada por Nico, ayer fue una buena jugada colectiva culminada con un pentalti tan claro como infantil de Van Hecke, que se llevó por delante a Oyarzabal con el delantero español de espaldas a la portería y con muy pocas opciones de hacer nada.
Precisamente Oyarzabal fue quien marcó el penalti, y al igual que el jueves, pudo España haber sentenciado el partido ahí. En De Kuip fue un cabezazo de Morata que se marchó fuera y ayer fue un mano a mano que Verbruggen le sacó a Nico después de un pase maravilloso de Huijsen. Porque esa fue otra de las noticias de la noche. El central de origen holandés ha venido para quedarse. Laporte todavía es mucho Laporte, y seguramente si vuelve a estar disponible será el titular, pero...
El chico, espigado, desmadejado, maneja la pelota con mucha soltura. Está bien colocado, se anticipa casi siempre a las jugadas y ofrece esa sensación que ofrecen los buenos futbolistas sea cual sea su posición en el campo: que juegan sobrados. Tuvo tiempo de filtrar otro pase a Nico y otro más a Cucurella. La vida iba cuesta abajo para España.
Pedri celebra el penalti que dio la clasificación a España.JOSE JORDANAFP
Sin embargo la cosa devino en un tostón. Países Bajos volvió a coger el balón, igual que en la ida. Pero aquí sí que había una gran diferencia. Si en Rotterdam empezó a generar sensación de peligro enseguida, ayer lo más parecido a una ocasión de gol fue un tiro liviano de Kluivert que paró Unai mientras ojeaba el móvil, pues iba muy flojito. España fue un equipo más corto que en Rotterdam, y ahí el equipo de Koeman sufrió para encontrar los pasillos interiores y, de ahí, sacar el balón a las bandas, mejor defendidas esta vez.
Tras el descanso, y después de tener otra opción clara, el árbitro señaló como penalti un forcejeo que pareció más bien poco entre Le Normand y Depay, que devolvió la eliminatoria a donde había empezado. El mismo delantero, recuperado parece ser en Brasil, estuvo a punto de hacer el segundo, pero lo evitó Unai con una parada estupenda. La noche comenzaba a ponerse divertida. El problema de la selección era, entre alguna otra cosa, que con Oyarzabal jugando arriba, los centrales vivían muy cómodos. No tenían ni un delantero corpulento para que les disputara los despejes ni uno rápido que les hiciese correr para atrás, de modo que España no era capaz de estirarse como hace otras veces.
La única vez que lo consiguió, eso sí, fue para ponerse otra vez por delante. Una cabalgada de Nico dejó a Oyarzabal frente a Verbruggen y, con algo de fortuna, la metió. Eso sí, como el diagnóstico era obvio, De la Fuente no dejó ni sacar de centro para quitar del campo al jugador de la Real y meter a Ferran, un tipo rapidísimo que, con la noche como estaba, podía disfrutar como un niño. No fue tal el disfrute pues no fue capaz la selección de encontrarle ni él de hacerse ver. Resultó intrascendente.
Tampoco Holanda era capaz de generar demasiado, y de no haber sido por un error grosero de Dani Olmo en la salida del balón quizá hubiese podido mantener la ventaja. No fue así. Luego, en la prórroga, apareció, al fin, Lamine, desaparecido hasta ese momento, pero otro error defensivo en la salida de la pelota envió las cosas a los penaltis, donde España logró sobrevivir. Y ganar, que es de lo que se trata. En los días buenos y en los días malos. Y en los regulares también.