El Real Madrid celebrará este domingo por la tarde la decimoquinta Champions League, conquistada en Londres frente al Borussia Dortmund, en un recorrido por la capital en el que visitará la Catedral de la Almudena, la sede de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y Cibeles antes de la fiesta que tendrá lugar en el estadio Santiago Bernabéu.
El autobús con los campeones de Europa partirá desde el estadio y tiene previsto visitar la Catedral de la Almudena a las 18:00 horas.
Desde allí seguirá su recorrido hasta la sede de la Comunidad de Madrid, donde a las 18:45 horas, el equipo será recibido por la presidenta, Isabel Díaz Ayuso.
La delegación continuará su celebración con una visita al Ayuntamiento. Allí les espera el alcalde, José Luis Martínez Almeida, a las 19:45 horas.
Posteriormente, a las 20:40 horas, la fiesta se desplazará a la plaza de Cibeles, donde ya estuvieron miles de aficionados blancos la pasada madrugada celebrando el título de su equipo
Alrededor de las 21:45, la delegación del Real Madrid emprenderá el viaje de regreso al Santiago Bernabéu, donde a partir de las 22:00 horas el equipo vivirá el título con su afición.
«Nuestra corona, nuestra copa», rezaba el tifo del fondo sur del Santiago Bernabéu. Un aviso al Borussia Dortmund, pero por encima de todo un recordatorio a los propios futbolistas del Real Madrid tras la derrota en Lille. Los pinchazos en la Liga duelen, pero se asumen en un camino de 38 jornadas. En Europa, sin embargo, cada punto es sagrado. Es la competición del Madrid, no hay excusas. Por eso el 0-2 del descanso dolió como una derrota mayúscula. El segundo Madrid galáctico parecía tocar fondo, pero igual que en 2022 y 2024, resucitó cuando se encontró muerto en la orilla del torneo.
«En la segunda parte cambiamos la dinámica y así hay que jugar. Esta es nuestra competición y queremos ganarla otra vez», admitió Vinicius Júnior, autor de un extraordinario hat-trick, recordando ese tifo del inicio. El Madrid pasó del drama al éxtasis en 45 minutos de locura, unos que suma, otra vez, a la historia del estadio.
«El secreto ha sido creer en nosotros. Sabemos que en casa, con nuestra afición, puede pasar de todo. Cuando llegamos al vestuario estábamos todos muy callados, sólo escuchábamos al míster... Y únicamente se decía una cosa: si metemos el primero, vamos a remontar otra vez. Y lo hicimos. Pero hay que mejorar y jugar así desde el principio. ¡Si no, el míster no aguanta!», bromeaba Vinicius.
Ataque inédito
La realidad es que el descanso aterrizó con abucheos en el Bernabéu. Los vientos ya venían turbios después de los empates en liga, la mala noche en Francia y los problemas de juego. Ante el Dortmund, Ancelotti probó un ataque inédito. Sentó a Camavinga y a Tchouaméni y optó por Valverde, Modric y Bellingham en el centro del campo, con Rodrygo, Vinicius y Mbappé arriba. Los seis no habían salido de inicio a la vez en todo el año.
Las continuas pruebas del técnico italiano explican las dudas que existen en el cuerpo técnico y en la plantilla, potenciadas por las lesiones, algunas leves y otras graves como la de Carvajal, que dejan a un vestuario tocado. El italiano no encuentra la tecla que sustituya a Kroos, presente ayer en uno de los palcos del estadio, y se le nota intranquilo. Consciente de la categoría de la plantilla y de que el doblete de hace unos meses ya no importa.
"El sistema no es lo más importante"
Pero Ancelotti también sabe dón de reside el principal problema futbolístico del Madrid ahora mismo: «La actitud», insistió en rueda de prensa. «El sistema no es lo más importante. Lo más importante es la actitud», declaró. Mensaje contundente al vestuario: «Hay que aprender de la segunda parte y tener más intensidad y ritmo, empezar así y no esperar a que te marquen dos para reaccionar», sentenció.
El Dortmund, enrabietado por la final de Champions perdida en Wembley, tuvo claras sus ideas. Nuri Sahin, su entrenador y ex del Madrid, descubrió los lunares del conjunto blanco, dominó la posesión y castigó la pésima transición defensiva del cuadro de Ancelotti.
Nadie se ponía 0-2 al descanso en casa del Madrid en Champions desde el Shakhtar en 2020, en aquella racha de derrotas que vieron triunfar también al Brujas (2019) y al CSKA (2018). Años de duelo postgaláctico. Este 2024 no está pensado así, pero el Madrid sufre, a veces, como si hubiera perdido sus poderes. «Nos han marcado goles con poco y luego hemos demostrado que podemos jugar con más energía y que tenemos el físico para presionar más», volvió a insistir el técnico italiano.
Ancelotti reconoció que en el descanso no hubo bronca, sino que se centró en los «pequeños detalles». «Presionar, no fallar pases y ganar duelos. Y el Madrid reaccionó a hombros de Vinicius, que consiguió el tercer hat-trick de su carrera y terminó coreado por el Bernabéu camino de su primer Balón de Oro, que recibirá el próximo lunes. «Ancelotti me dice que siga así, que sólo tengo 24 años. Quiero quedarme aquí para siempre», dijo Vini.
El Madrid pasó del drama al éxtasis y remontó el primer 0-2 al descanso continental desde que ganara a la Roma en 2004 (4-3). Un día más en el manicomio europeo de Chamartín.
El Barça de Hansi Flick, imparable hasta el momento en la Liga, se enfrenta ahora a toda una prueba de fuego. Los azulgrana se estrenan este jueves en la nueva versión de la Champions a domicilio ante un Mónaco que, en el último partido de la pretemporada, el tradicional trofeo Joan Gamper, arrolló a los barcelonistas ante su público en Montjuïc venciéndoles por 0-3. El cansancio, a causa de la exigente preparación física seguida para poner a punto toda la maquinaria, fue señalado como uno de los posibles motivos de una debacle de la que los jugadores locales tomaron muy buena nota.
El hecho de que el equipo monegasco, que jugó tal ocasión con uniforme completamente blanco, citara parte del himno más clásico del Real Madrid para celebrar su victoria en sus redes sociales le sentó a más de uno como una patada en el estómago. Algo de lo que, seguro, buscarán tomarse la revancha en el Luis II.
La máxima competición europea no ha sido muy positiva para los azulgrana en los últimos años. En las temporadas 2021-22 y 2022-23, acabó por verse descabalgado finalmente a la Europa League. El curso pasado, mientras, logró clasificarse como primero de grupo con algo de suspense. Tras firmar un arranque muy positivo, con tres victorias consecutivas frente al Amberes (5-0) y el Shakhtar (2-1), en casa, y ante el Oporto (0-1) a domicilio, cayó en Ucrania (0-1) y en Bélgica (3-2) y acabó siendo líder gracias a su triunfo en casa ante los portugueses conseguido en la penúltima jornada (2-1).
Las buenas sensaciones cosechadas frente al Nápoles, en los octavos de final, y la ida de los cuartos de final ante el PSG en el Parque de los Príncipes, con su victoria por 2-3, mientras, fueron cruelmente rotas por los franceses con un 1-4 en Montjuïc que empezó a fraguarse con la expulsión de Araujo cuando los locales mandaban por 1-0 en el marcador.
Lesiones en el mediocampo
Ante el Mónaco, además, a Flick le tocará buscar soluciones para un centro del campo que sigue sufriendo una particular sangría de efectivos. Marc Bernal no podrá jugar hasta el año que viene, Frenkie de Jong y Gavi ya están trabajando con el grupo, pero siguen sin recibir el alta, Dani Olmo se lesionó ante el Girona y estará un mes de baja y Fermín, que parecía que podía estar a punto para medirse al equipo del Principado, volvió sufrió una lesión en el recto anterior del muslo derecho y deberá permanecer en el dique seco durante tres semanas. Puede que a otros, en estas circunstancias, les temblara un poco el pulso, pero no al alemán, quien está muy pendiente de los jóvenes talentos del club.
Si para el duelo en Montilivi ya dio la sorpresa al llevarse a Guille Fernández, en esta ocasión no sólo ha vuelto a incluir en su lista a este joven centrocampista, de 16 años, sino que también se ha llevado a su primo, Toni Fernández. Los dos dejaron su marca en el partido entre el Barça Atlètic y el Ourense, de Primera RFEF, con dos tremendos golazos.
Otros dos jugadores del filial, Sergi Domínguez y Andrés Cuenca, ambos centrales, entraron también en su convocatoria. Otro joven, aunque con ficha del primer equipo, un Pablo Torre que parece estar convenciéndolo bastante, sería otra posibilidad para apuntalar el centro del campo. O, incluso, retrasar a la medular a un jugador que le ha estado dando un gran rendimiento en punta en los últimos partidos, Raphinha. Sobre todo, tras la tan esperada alta médica de un Ansu Fati que arde en deseos de recuperar su mejor versión bajo las órdenes del alemán.
El delantero español no juega desde el pasado mes de mayo, cuando disputó 10 minutos con el Brighton ante el Manchester United. Cayó lesionado, el conjunto inglés no quiso seguir con sus servicios y volvió a Barcelona con la esperanza de llamar la atención de Flick. Ahora tendrá una oportunidad.
A sus 21 años, el curso pasado disputó 22 partidos, 19 de ellos con el Brighton, y no ve puerta desde noviembre de 2023. Su último partido con el Barça fue en agosto del año pasado, hace más de 12 meses.
Fueron 24 horas frenéticas en el seno del Atlético. Un día en el que, principalmente, los servicios jurídicos del club estudiaron "con calma" lo ocurrido en ese segundo penalti de la tanda ante el Real Madrid en la vuelta de los octavos de final de la Champions. Hay dudas en las oficinas colchoneras sobre la decisión del colegiado de anular la pena máxima por estimar que Julián Álvarez toca el balón dos veces antes de marcar.
Esas dudas se trasladaron en una primera queja a la UEFA, que el organismo europeo respondió con un comunicado y un vídeo categóricos. "Aunque mínimo, el jugador contacta el balón con el pie de apoyo antes de chutar, como se observa en el vídeo adjunto". Y cita el artículo 14.1 de las Reglas de Juego de la International Football Association Board (IFAB) como justificación de la decisión arbitral. "El ejecutor del penal no podrá jugar el balón por segunda vez hasta que lo haya tocado otro jugador", cita ese artículo.
Sin embargo, en el Atlético creen que en la frase anterior de ese epígrafe anula la argumentación de la propia UEFA. "El balón estará en juego en el momento en que se golpee y se desplace con claridad", recoge el texto. Así, argumentan desde la entidad rojiblanca que el supuesto roce de Julián Álvarez previo al golpeo no se puede considerar un desplazamiento claro del esférico.
El club emitió un comunicado a través de la agencia EFE para expresar la «incredulidad» y el «daño tremendo» a la entidad de una jugada que supone «un error en el uso del VAR» y que «se ha llevado por delante la ilusión de miles de aficionados». No obstante, dicen no querer poner excusas y mantienen «intacto su respeto por la labor arbitral».
La imagen que vio la UEFA para anular el penalti de Julián Álvarez contra el Real MadridUEFA TV
No recurrirán pues una decisión que el Reglamento Disciplinario europeo, según el artículo 9.1, explica que no cambiará el resultado del partido: "Las decisiones tomadas por el árbitro en el campo son definitivas y no podrán ser revisadas por los organismos disciplinarios de la UEFA". En este contexto, cabe recordar que las normas de la IFAB también establecen que la validez de los partidos no se verá afectada por decisiones erróneas del VAR o de revisiones de una decisión no revisable. "Cuando se implementó el VAR ya se indicaba que, incluso habiendo errores, los encuentros no se podían rearbitrar. Eso generaría que cada semana se intentasen impugnar cientos de partidos en todo el mundo", apunta Álvaro Gómez de la Vega, socio en Jofre Sports Law.
Sin embargo, hay precedentes y un apartado, el dos, del citado artículo 9 del Reglamento Disciplinario, que abría la puerta a una reclamación por parte del equipo rojiblanco, que finalmente no se va a producir. Este habla de casos en los que una decisión del colegiado implique un "error obvio". "La impugnación del partido es algo inviable porque es para supuestos muy especiales y no se da el caso en partido del miércoles donde se aprecia por la imagen que el jugador toca dos veces", apunta Gómez de la Vega.
El precedente al que se podría agarrar el Atlético es un penalti que lanzó Martín Palermo en el Torneo Clausura de 1999 ante el Platense. Pese a que el argentino tocó el balón en dos ocasiones, el árbitro concedió la pena máxima. La jugada, posteriormente, generó dudas en la FIFA que acabó consultando a la propia IFAB.
"El jugador tocó accidentalmente el balón por segunda vez tras un resbalón antes de que entrase en la portería. Ese hecho no puede considerarse como un acto voluntario y, según el espíritu de las reglas de juego, el árbitro concedió correctamente el tanto», respondió la organización. De hecho, en el caso de Julián Álvarez, la propia UEFA también ha reabierto el debate para con la FIFA y la IFAB sobre si se debe revisar esta norma.
Simeone mira al futuro
El portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, dijo que ya se dio cuenta en directo de lo ocurrido en la jugada. "Sentí que tocó doble y se lo dije al árbitro", explicó el portero madridista y añadió: "No es fácil de ver y es mala suerte para ellos". Y lo cierto es que el protagonista fue cazado por una cámara de la retransmisión televisiva admitiendo ante varios compañeros que podría haberlo hecho. "Puede ser. No lo sé, pero puede ser", dijo a Correa, Lino y Barrios que le preguntaban en la piña de jugadores rojiblancos durante la tanda.
A última hora del jueves, en sus redes sociales, Julián Álvarez aprovechó para pronunciarse sobre la eliminatoria, pero evitó hablar sobre el penalti. "Duele quedar afuera después de haberlo dado todo en la cancha y luchar hasta el último minuto. No se nos dio, pero este equipo demostró carácter, entrega y corazón", escribió y agradeció a la hinchada por la entrega y felicitó al Real Madrid por la clasificación.
Minutos después de la clasificación del Madrid a cuartos, el término "robo" fue trending topic mundial. Simeone, por su parte, se aupó al top 3 después de su calentón en rueda de prensa acerca de la polémica jugada. No obstante, hoy ya es otra palabra la que ocupa la mente del cuerpo técnico: "Barcelona".