Un 88,68% de los socios que votaron decidieron la vuelta al escudo antiguo. Ese fue el porcentaje abrumador de los 77.690 que participaron en la consulta vinculante celebrada el pasado 30 de junio. Una masiva respuesta, 56% del total del censo, para lograr un cambio que la afición venía reclamando desde hace tiempo.
Una vez finalizada la temporada, y aunque oficialmente el regreso al escudo tradicional será el próximo 1 de julio, el Atlético de Madrid ha decidido adelantar un poco esa fecha y proceder a cambiar la bandera gigante situada a las puertas del Metropolitano.
Un gesto que el club también ha querido destacar en forma de vídeo en sus redes sociales. Una historia que, bajo el mensaje final de “el corazón tiene razones que el marketing no entiende“.
Muestra a una monja, aficionada rojiblanca, que reza a diario para que la bandera que cada día atisba desde la ventana de su monasterio vuelva a contener el escudo original del club. Sus plegarias, finalmente, son escuchadas.
La presión de los socios
Todo comenzó el pasado verano cuando, ante la presión que los socios venían ejerciendo desde mucho atrás y ante las peticiones de la Comisión Social, organismo que creó el club para representar el sentimiento de los aficionados, se anunció un referéndum para conocer qué porcentaje de la afición estaba a favor de que se produjera una votación sobre el cambio de escudo.
El resultado de esa primera consulta fue tan contundente que el club se vio obligado a someter a votación, ya de forma vinculante, el cambio de escudo y la posible vuelta a la que había sido su insignia hasta el año 2017. Un regreso a los orígenes sobre el que también se pronunciaron a favor jugadores, cuerpo técnico y leyendas del club a través de sus redes sociales.
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LUIS NÚÑEZ-VILLAVEIRÁN
@LNvillaveiran
Actualizado Miércoles,
22
noviembre
2023
-
21:40Ver 3 comentariosEl colegiado canario afronta el mal momento que está...
Duelo sin presiones, sin necesidades ni obligaciones. Fútbol por orgullo y poco más. El Atlético debía enmendar su pésima imagen fuera de casa en este último tramo de la temporada, el Girona quería despedirse con victoria de una afición que ha sufrido mucho esta temporada. El duelo se lo terminaron llevando los rojiblancos, con más pólvora pese al gran estado de forma del joven Stuani. Lo decidió el tipo más efectivo desde el banquillo esta temporada, Alexander Sorloth. Hat trick del noruego y otro de Lenglet para certificar los últimos tres puntos. [Narración y estadísticas, 0-4]
Necesitaban los jugadores del Girona quitarse el peso del descenso y se les notó ligeros en la primera parte. Los regates le salían a Asprilla, las carreras de Portu parecían más veloces y Stuani, bueno, nadie sabe muy bien la edad 'real' del uruguayo y, probablemente, cuando cumpla 40 años dentro de año y medio, siga metiendo goles como ha hecho en este tramo final de la temporada. La salvación del Girona se ha llamado Christian y se ha apellidado Stuani.
Los de Míchel comenzaron su último encuentro en casa con un juego más similar al del año pasado: con personalidad y confianza, quizás dos palabras que se echaron de menos en una temporada exigente con el sueño de la Champions de por medio, pero lo terminaron como este curso, desmadejados. El Atlético quiso esperar atrás, en un papel cómodo para el conjunto de Simeone, quizás más de lo que los jugadores que han llegado este año requieren.
La hinchada se esperaba un once rojiblanco repleto de novedades, pero el técnico argentino quería mantener una dinámica lógica de cara a la preparación del Mundial de Clubes. Entraron jugadores en la rampa de salida, como Witsel, Azpilicueta y Musso, pero el bloque principal los conformaban los sospechosos habituales. Salió el guardameta argentino para garantizar el sexto Zamora de Oblak, historia del premio tras desempatar con Valdés y Ramallets.
Yangel Herrera fue el primer jugador en abrir las hostilidades, con un remate de cabeza en la salida de un córner. Julián Álvarez respondió casi en la siguiente jugada, encontrando la espalda de la defensa gironí, pero muy escorado facilitando la parada posterior de Krapyvtsov. El juego era fluido y dinámico entre ambos, con alternativas, pero en los inicios faltó mordiente en las áreas. Y eso que en ambas porterías estaban los porteros suplentes.
Un nuevo susto médico volvió a detener un partido de los rojiblancos, como en el último duelo ante el Betis. En el minuto 35, Gil Manzano ordenó parar el juego durante cinco minutos para que los servicios médicos trataran a un aficionado de Montilivi. El encuentro se reinició con mayor presión rojiblanca sobre las líneas del Girona, pero con pocas ocasiones. La única reseñable, una falta directa de Julián Álvarez que a punto estuvo de meterse en su portería un nervioso Krapyvtsov.
La segunda parte se inició como terminó la anterior, con otra intervención médica en la grada, en esta ocasión algo más breve. El juego, lento, quizás por causa del calor. Sólo un chispazo de Griezmann casi sin ángulo sobresaltó al estadio. Hasta que el Girona echó un paso a delante y comenzó a acosar más la portería de Musso, pero Stuani no tenía el día en los controles y malogró un buen pase de Yangel.
Killer Sorloth
Como en un espejo, Griezmann tampoco supo domar bien un balón en una contra lanzada por Julián. Aunque luego la jugada continuó y Lino casi la emboca si el esférico no llega a ser bloqueado por Blind. Parecía que ambos equipos se hubieran despertado de la siesta a la vez. El francés dejó el césped por Sorloth poco después de ese intercambio de golpes. No termina de volver la leyenda del Atlético al nivel que siempre ha mostrado como rojiblanco.
Continuó después el baile en los banquillos y con aromas de despedida. La de Juanpe, del Girona, y la de Correa, de la liga, si es que el argentino termina por abandonar la disciplina rojiblanca después de la polémica por su adiós al Metropolitano. Pero con el 10 esperando en la línea para salir, un error de Krejci terminó en las botas de Julián que habilitó a De Paul para que su pase atrás fuera culminado por Sorloth. Son ya 10 goles desde el banquillo de los 18 que ha convertido en liga el noruego. Casi hace el segundo cinco minutos después pero, con poco ángulo, Krapyvtsov respondió bien a su disparo.
Sin embargo, el portero del Girona la lió poco después a un centro de Julián. El guardameta soltó el balón en los pies de Lenglet, que agradeció el favor poniéndola en la red. Ya con los catalanes volcados, el noruego volvió a encontrar portería con un nuevo favor de Krapyvtsov y posteriormente con un gran gesto de Julián. Doblete en cinco minutos y hat trick en media hora. El partido ya estaba muerto. Y la liga, también.
A día de hoy, Mateo Joseph (Santander, 2003) ha jugado los mismos partidos con Inglaterra que con España, algo que cambiará cuando termine este Europeo sub-21 en el que la selección de Santi Denia se enfrentará a Rumanía, Italia y a la anfitriona, Eslovaquia, en fase de grupos. "Al estar en el Leeds, me dieron la oportunidad de jugar el Mundial sub-20 con ellos", cuenta a EL MUNDO su elección inicial por el país de su padre y de su tío, el ex futbolista Emile Heskey.
Pero cuando le llamaron desde la Federación Española Joseph no lo dudó. "Desde pequeño lo sentía así, yo soñaba, como todos los niños, con el Mundial, la Eurocopa, y lo soñaba con España", explica su decisión que, dice, se tomaron bien en su familia británica. Actualmente son 10 partidos con los Three Lions y 10 con España, pero deben de ajustarse más sus habilidades al juego español puesto que en esos partidos ha anotado seis tantos con la selección nacional y sólo tres con la británica. "Aquí estoy muy cómodo, muy contento, cada vez que sale la lista estoy muy feliz de venir y eso es lo mejor que le puede pasar a un jugador", valora.
España es una pequeña vía de escape para un prometedor futbolista que no está teniendo todo el protagonismo que querría en su club. "Hubo un cambio, el otro delantero se puso a 'enchufar' y ya sabes que eso al final va por rachas. Yo también soy partidario de que tiene que seguir jugando", admite el futbolista cántabro. Tiene contrato hasta 2028, pero en la última temporada apenas ha iniciado 11 veces de los 45 encuentros que ha jugado y sólo ha podido marcar tres goles en todo el año.
"De todo a nada"
Esa situación no ha sido fácil para un joven de apenas 21 años y ha admitido que, durante la temporada, ha tenido momentos de bajón. "Empecé jugando bastante y luego pasé de todo a nada. Fue un palo, y eso que venía del año pasado que también fue muy duro", revela. Con la ayuda de su familia y de su coach consiguió recuperar la autoestima y salir de ese pequeño agujero que tampoco los futbolistas son capaces de evitar. "Es importante invertir en uno mismo para sacar lo mejor y yo trato de apoyarme en todas las herramientas que nos faciliten", reflexiona.
El futbolista, en un momento de la entrevista.Elena Iribas
Sin embargo, y afortunadamente, Mateo nunca ha tenido que vivir otra lacra, el racismo, que Vinicius ha traído a las portadas de los periódicos salvo algún gesto durante su etapa en Barcelona al que no quiere dar importancia. "Fuera de las típicas tonterías de colegio cuando eres pequeño, la gente es bastante respetuosa allí. Contento por formar parte de ese pueblo con esos valores", defiende Joseph a Escobedo de Camargo, el pueblo donde se crió junto a sus tres hermanos, muy próximo a Santander.
En esa población, de apenas 1.500 habitantes, Mateo comenzó su idilio con el fútbol que le llevó al Racing de Santander y al Espanyol, cantera en la que, en juveniles, se dio cuenta por primera vez que podía ejercer el fútbol como profesión. Por si acaso el camino se torcía y no quería continuar con las academias de inglés que tiene su padre en Cantabria o la heladería de sus abuelos en Santander, Mateo Joseph terminó el Bachillerato y comenzó un grado en Empresas, que piensa continuar cuando su carrera se lo permita.
De hecho, él reniega de las urgencias que vive la juventud de hoy en la que jóvenes de 17 años como Lamine Yamal y antes Pau Cubarsí, ya estan codeándose con la élite del fútbol, algo muy difícil en un mundo ultracompetitivo. "Se ve a jugadores como esos y se pretende llegar rápido. Pero también hay que tener en cuenta que cada uno tiene su camino y que hay gente que también ha llegado a lo más alto más tarde. Hay que hacer las cosas que tocan y no tratar de forzarlas", apunta el jugador, que confía en que si das el 100% todo terminará llegando.
Joseph posa en la grada de Las Rozas.Elena Iribas
Una de las cosas que le toca a Mateo, por generación, podría ser estar pendiente de las redes sociales, pero el delantero español es más de series y de charlar o jugar con los amigos y, cuando se puede, como buen cántabro, pegarse una buena comilona. "Soy muy competitivo, o sea que cualquier juego que se me ocurra, quiero ganar", explica este joven absolutamente enamorado del deporte que tiene como profesión. "Sábados y domingos mi madre sabe que en la tele se ve fútbol", sonríe.