El regreso de Youssef En-Nesyri mantuvo a flote al Sevilla en Vallecas, donde conquistó un triunfo crucial que le permite vivir a tres puntos de la zona de descenso. Tras la eliminación en octavos de la Copa de África, el marroquí tumbó al Rayo con dos goles y rompió una sequía anotadora que se prolongaba desde el 26 de noviembre. [Narración y estadísticas (1-2)]
Pese a su amplísima nómina de bajas, a la que se sumaba por sanción Sergio Ramos, el equipo de Quique Sánchez Flores controló desde el inicio. Isaac Romero, su delantero más en forma, rozó el 0-1 en el minuto 17, en un mano a mano ante Stole Dimitrievski, que no pudo definir con precisión.
Poco después, el canterano inició una jugada desafortunada para Aridane, que rozó el balón, provocando una carambola que dejó a En-Nesyri frente al portero macedonio. En esta ocasión, el ex jugador del Leganés no falló con la zurda.
El quiebro de Isi
Pese a su pésima racha de resultados en Vallecas, donde no gana desde el pasado 15 de septiembre al Alavés, el equipo de Francisco no se amilanó. Isi Palazón, uno de los ídolos de la grada, se anticipó a Marcos Acuña para rematar un balón servido por ‘Pacha’ Espino desde la izquierda.
El descanso le vino bien al Rayo, que regresó a la hierba con las ideas despejadas. En sólo un cuarto de hora, encadenó tres oportunidades de Pep Chavarría, Sergio Camello y Palazón, autor de una asombrosa finta con la cintura y un remate con la derecha, su pierna menos hábil, que despejó a córner con el hombro Ørjan Nyland.
Esas ocasiones fueron el reflejo de lo que partido tras partido le cuesta marcar al Rayo. Desesperado, su técnico, Francisco Rodríguez, que vio el encuentro desde la grada por una sanción, llamó a Raúl de Tomás, pero el madrileño siguió negado con el gol y volvió a marcharse de vacío.
“Ojalá no se vuelva a repetir”
También se marchó sin celebrar Romero, que en el minuto 72 agarró un balón en el centro, lo condujo hasta la frontal y sacó un disparo cruzado que se marchó fuera. De igual modo, Lucas Ocampos estrelló poco después un disparo raso en el poste derecho tras una potentísima arrancada.
El argentino fue protagonista involuntario de la acción más lamentable de la noche. En el minuto 36, cuando se disponía a efectuar un saque de banda, el improvisado carrilero del Sevilla fue agredido por un joven aficionado, que le metió un dedo en el culo. “Siempre hay un tonto. Si pasa en el fútbol femenino, sabemos lo que puede llegar a pasar. Ojalá LaLiga se lo tome con seriedad”, comentó el argentino.
Preguntado por este episodio, Quique también se mostró tajante durante la rueda de prensa. “Me preocupa mucho y resulta peligroso que haya mentes dispersas yendo a los estadios y haciendo daño al fútbol. Ojalá no se vuelva a repetir”, refrendó el técnico madrileño.